La imagen de una menor agarrada a una viga a 40 metros del suelo es la
última de un fenómeno que ha dejado cuatro víctimas en España desde 2014
El matrimonio polaco Michal y Hania Mackowiak se
despeñó por un acantilado -delante de sus hijos de seis y cinco años- mientras
se hacía un autorretrato. David González-Mellado murió en Toledo después de que
un toro le cornease la tráquea mientras grababa un encierro con el móvil. El
mexicano Óscar Otero posaba con su pistola para las redes sociales y,
accidentalmente, se pegó un tiro en la cabeza...
Las muertes por selfie o selficidios se
suceden en los últimos años en todo el mundo sin provocar alarma social ni nada
parecido a una reflexión colectiva. Al revés: conforme se multiplica el número
de teléfonos inteligentes, lo hace también el afán por inmortalizar y compartir
momentos únicos. Instantes que, por otro lado, sirven para calibrar el grado de
exhibicionismo de la sociedad hiperconectada.
La última noticia sobre la moda de hacerse fotos en
situaciones extremas no acabó en obituario de milagro. Una adolescente de 14
años tuvo que ser rescatada por los Mossos d'Esquadra de la cornisa de un
octavo piso de Barcelona el pasado 11 de marzo. El propio Cuerpo lo hizo público este domingo en su cuenta oficial de
Twitter. "¿Crees que merece la pena arriesgar tu vida para hacerte una
foto así? ¡Piénsatelo dos veces antes de coger el móvil!". La advertencia
iba acompañada de una imagen de la menor agarrada con las dos manos a una viga
suspendida a 40 metros
del suelo, como si fuera una escena de acción de 'Tomb Raider'.
El 'selfie' con animales como tiburones, leones o toros bravos también se
ha popularizado.
La chica había accedido a la terraza del edificio,
situado en el Eixample, con un amigo. Éste captó la imagen, pero no pudo hacer
mucho cuando su acompañante se soltó de la viga y quiso regresar a la azotea.
Fue entonces cuando ella se dio cuenta de que no tenía fuerzas para retroceder
y del riesgo que aquella ocurrencia entrañaba para su integridad física.
Resultado: agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) y un equipo del
Sistema de Emergencias Médicas (SEM) acudió tras recibir sendos avisos y
lograron auparla a pulso de la estrecha pasarela de hormigón en la que había
quedado atrapada.
'Selfie' en mitad de un encierro
"Cada día recibimos 6.000 llamadas. No llevamos
un registro de cuántas se producen por motivos como estos. Registramos ictus,
infartos... Trabajamos con informes médicos, no con las causas. Lo máximo que
podemos saber es si ha sido por culpa de un precipitado", confirma Siurana
Llop, responsable del departamento de Comunicación del SEM. El coste de una
intervención por selfie, explica esta misma portavoz, no difiere del
habitual para cualquier otra incidencia. "No pagamos por asistencia
realizada, sino por servicio. Tenemos 417 ambulancias en Cataluña y pagamos lo
mismo si están paradas que si están circulando. En el caso de los rescates en
montaña sí es distinto, porque trabajan con una dotación específica". ¿Y
por qué cree que la gente sigue haciéndose fotos en altura o de espaldas a
animales peligrosos? "Eso habría que preguntárselo a un sociólogo o a un
psicólogo. Un médico no puede responder", señala Llop.
El 'rooftopper' ruso Beerkus, autorretratándose en la cima de un
rascacielos chino.
A la jefatura del Cuerpo de Bomberos de Madrid tampoco
le consta que entre sus actuaciones se haya producido alguna por imprudencias
relacionadas con los 'selfies'. Pero la web de periodismo de datos
Priceonomics, en un estudio realizado entre
2014 y 2016, contabilizó que 49 personas habían fallecido mientras se hacían
una foto con la que presumir en las redes sociales. Cuatro de las víctimas se
localizaban en España, sólo superado en este trágico ranking por India (19),
Rusia (7) y EEUU (5).
"Aunque las mujeres se hacen más selfies
que los hombres, 36 de las 49 víctimas eran hombres", precisa el informe
de Priceonomics, que descubrió además que la media de edad de los selficidas
era 21 años. "Los estudios han demostrado que los hombres son dos veces
más propensos a tomar riesgos que las mujeres, incluso cuando se trata de selfies.
Investigadores de la
Universidad Estatal de Ohio descubrieron que los hombres que
publican selfies obtienen puntuaciones más altas en los apartados de narcisismo
y psicopatía en los test de personalidad. En consecuencia, cuando estos
hombres se hacen un autorretrato, minimizan los peligros potenciales en favor
de la aceptación y el beneficio personal".
Lee Thompson sobre el Cristo redentor de Río de Janeiro
Cada semana se menciona la palabra selfie en
más de 50 millones de imágenes de Instagram. "No creo que en general sea
un síntoma de narcisismo porque lo utilizamos como una herramienta para
comunicarnos con los demás", declaró el ensayista Eloy Fernández Porta al
suplemento Crónica cuando el matrimonio Mackowiak se precipitó al vacío.
"Vivimos en una sociedad en la que el reconocimiento jurídico y laboral
han pasado a un segundo plano y priorizamos el social".
Madrid
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