Fotos: cortesía de Outdoor Co-ed Topless Pulp
Fiction Appreciation Society
"¿Por qué creasteis el club?". Una pregunta
tan obvia les parece curiosa: "Es irónico, porque a ningún hombre le han
preguntado nunca por qué se muestra en público sin camiseta cuando hace calor.
Ellos simplemente lo hacen y nadie se plantea nada raro. Nosotras no queremos
ni más ni menos que eso, la misma libertad para estar cómodas en un parque
cuando hace buen tiempo".
En Nueva York es legal que las mujeres enseñen sus pezones
en público desde 1992, un derecho que ganaron 55 años después de que sus
conciudadanos varones. Aun estando permitido por la ley, muchos neoyorquinos no
son conscientes de que las mujeres pueden deshacerse de sus camisetas siempre
que lo deseen. "Es un derecho, y creemos que muchas no hacen topless por
pura ignorancia o por miedo: miedo a ser las primeras en enseñar sus pechos y
especialmente miedo a hacerlo ellas solas".
Con su iniciativa pretenden animar a las chicas a
hacer 'topless' hasta normalizarlo, aun sabiendo que en un primer momento la
gente muy religiosa o pudorosa podría quejarse. "De la misma forma que
prohibir a los hombres ir sin camiseta hoy día nos parecería ridículo, dentro
de 80 años las restricciones para las mujeres también nos parecerán una
tontería, te lo aseguro", afirma rotunda la portavoz de esta asociación.
Empezaron siendo un puñado, ahora cinco años después
ya son más de 200. Como señalan en su web: "Somos un grupo de amigas, de
amigas de amigas, de amigas de amigas de amigas, y de completas desconocidas a
las que nos gustan los buenos libros y los días soleados y, sobre todo,
disfrutar de ambos todas juntas tal y como permite la ley".
Desde que el pasado año la campaña
#FreeTheNipple se hizo viral, han surgido en Estados Unidos
multitud de organizaciones que reivindican el derecho de las chicas a mostrar
sus pechos en público. Sin embargo, en Outdoor Co-ed Topless Pulp Fiction
Appreciation Society se consideran diferentes: "Algunos 'Free the Nipple'
tienen tendencias políticas más allá de intentar pasárselo bien. Nosotras
queremos luchar por la causa de forma casual y relajada. No llevamos signos de
protesta ni megáfonos, no nos cubrimos con pasamontañas ni interrumpimos
eventos. Simplemente vamos al parque cuando hace bueno para dar ejemplo".
Un club así hubiera sido impensable hace unas pocas
décadas, de modo que se puede afirmar que las restricciones en la forma de
vestir de las mujeres se han relajado. Aun así no todas las ciudades
estadounidenses ni europeas tienen el mismo nivel de tolerancia hacia el
topless femenino. El club de lectura solo se ha enfrentado a las autoridades
una vez, al poco de empezar, cuando una policía les pidió que se cubrieran. Le
bastó confirmar con su walkie-talkie que las prácticas del Outdoor Co-ed
Topless Pulp Fiction Appreciation Society eran legales para que todo quedara en
una anécdota.
El mayor inconveniente tampoco son los comentarios
obscenos de los hombres que pasan a su lado. Su representante aclara: "De
los 500 hombres que cruzan el parque en una tarde, solo dos o tres hacen algún
comentario sexual, y nunca ha sido algo demasiado escandaloso. Preferiríamos
que esto no ocurriera, claro, pero lo cierto es que escuchamos cosas mucho más
ofensivas cuando vamos totalmente vestidas. De alguna forma, parece que los
hombres están menos dispuestos a molestar a un grupo de chicas en 'topless' que
a una chica vestida. Quizá les intimidamos, quién sabe".
Y para evitar comentarios indeseados, qué mejor que un
libro. Esta agrupación que defiende los derechos de las mujeres es un club de
lectura para, aparte de asegurarse de pasar un buen rato, tener una excusa para
protegerse de atenciones indeseadas. Cuando un hombre se acerca a molestar, les
basta con decirle: "Perdona, no podemos charlar contigo ahora, estamos
liadas en una reunión del club de lectura".
Pero, ¿cuál es el problema de fondo? ¿Está el pecho de
la mujer demasiado sexualizado? "No voy a decir que el pecho femenino no
sea sexy, desde luego que lo es. Pero también el torso de un hombre puede ser
muy atractivo si dicho hombre está bien. También son muy atrayentes los ojos,
el pelo, las piernas, las caderas y la espalda, ¡y no estamos forzados a tapar
ninguna de esas partes! Si los pechos están tan sexualizados que deberían ser
tapados, entonces sí, están demasiado sexualizados", replican desde la
asociación.
Consideran su agrupación la herramienta ideal para
luchar contra la desigualdad entre hombres y mujeres, en la misma línea que la
lucha contra la violencia de género, porque la discriminación de la mujer a la
hora de vestir "forma parte del mismo panorama general". Resumen su
filosofía en el siguiente mantra: "Cuando la gente empiece a ver a las mujeres
de la misma forma que a los hombres en los parques o en las playas, quizá
empiecen a considerarlas iguales en sus puestos de trabajo".
MARÍA SEGUROLA
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