El 34% de los accidentes de carretera en 2016 ocurrieron en rotondas.
Con los datos en la mano, la conclusión parece
indiscutible: los conductores españoles no entienden las rotondas. De hecho, un
estudio recién publicado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA)
demuestra que “en las intersecciones de carretera donde existe una rotonda
giratoria se observa un incremento en la frecuencia de los accidentes” en los
últimos años. Entre 2012 y 2016 el número de percances mortales en este tipo de
cruces ha crecido un 131% (de 16 se ha pasado a 37), mientras que en las
situadas en zonas urbanas el incremento fue del 86,7% (de 15 a 28).
El elemento de la red viaria que más debate genera en
los bares y en las redes (es uno de los
temas preferidos de la DGT y de la Guardia Civil en Twitter)
lleva de la mano algunas cifras preocupantes. En 2012 se produjeron en
este tipo de cruces 27 de cada 100 accidentes (2.355 sobre un total de 8.477);
en 2016 el porcentaje aumentó hasta casi el 34% (3.374 frente a 9.701). En
zonas urbanas también se aprecia un incremento, aunque menor: del 16% de 2012
al 18% de 2016.
La gravedad de los accidentes, además, también crece.
Las cifras indican un incremento en el número de fallecidos en
carretera (58,3%) y también en el de heridos (37,33%). Este
aumento se repite en las rotondas de las poblaciones, donde el número de
muertes en 2016 aumentó un 55,5% respecto a 2012, y el de heridos un 40,8%.
En Automovilistas Europeos Asociados, sin embargo,
consideran que estas infraestructuras giratorias son adecuadas para regular las
intersecciones debido a la pérdida de prioridad que imponen a todas las vías
que en ellas confluyen”. Además, destacan su eficacia como un elemento reductor de la
velocidad.
No obstante, aparte de que los conductores necesiten
más formación para el uso correcto de las glorietas, los autores del estudio
hacen hincapié en que la implantación de rotondas inadecuadas puede provocar un
incremento de la accidentalidad. Por eso, en AEA proponen la realización de auditorias
técnicas que determinen si el elemento construido en cada lugar (mini glorietas,
glorietas dobles, glorietas partidas, semaforizadas, turbo glorietas, etc.)
resulta el más adecuado en función del tráfico.
CÓMO CONDUCIR EN LAS
ROTONDAS
Prioridad. El conductor que
circula por el carril exterior siempre tiene la prioridad en este carril, por
encima de aquellos que se incorporen a la rotonda, o aquellos que circulen por
el carril interior
El carril de entrada. No hay una regla estricta, pero sí recomendaciones. Por ejemplo, cuando vayamos a coger la salida de la derecha o a seguir recto en la glorieta, sería mejor que entráramos por el carril externo. Por el contrario, si vamos a girar a la izquierda o a cambiar de sentido, tendríamos que entrar utilizando el interno.
Circulando. Tráfico deja claro que, de manera general, hemos de utilizar el carril exterior. Así cruzaremos menos carriles y las maniobras serán más seguras.
Carril izquierdo. Existe la creencia de que debes usarlo para girar a la izquierda o tomar la última salida, pero no es una obligación. Tampoco es verdad que no se pueda circular por él: se puede ocupar cuando el exterior está congestionado, por ejemplo.
La salida, por la derecha. Una regla sencilla y esencial: al abandonar una rotonda deberemos hacerlo siempre desde el derecho (y cambiarnos a él con antelación suficiente).
El carril de entrada. No hay una regla estricta, pero sí recomendaciones. Por ejemplo, cuando vayamos a coger la salida de la derecha o a seguir recto en la glorieta, sería mejor que entráramos por el carril externo. Por el contrario, si vamos a girar a la izquierda o a cambiar de sentido, tendríamos que entrar utilizando el interno.
Circulando. Tráfico deja claro que, de manera general, hemos de utilizar el carril exterior. Así cruzaremos menos carriles y las maniobras serán más seguras.
Carril izquierdo. Existe la creencia de que debes usarlo para girar a la izquierda o tomar la última salida, pero no es una obligación. Tampoco es verdad que no se pueda circular por él: se puede ocupar cuando el exterior está congestionado, por ejemplo.
La salida, por la derecha. Una regla sencilla y esencial: al abandonar una rotonda deberemos hacerlo siempre desde el derecho (y cambiarnos a él con antelación suficiente).
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