La excusa del dolor de cabeza para evitar tener relaciones sexuales ya no
vale, está obsoleta, tener un orgasmo puede ser la solución para eliminar las
migrañas
Fotomontaje a partir de la obra 'Adan y Eva' del pintor Jan Gossaert (siglo
XVI) LUIS PAREJO
El sexo es como la aspirina: bueno para el corazón,
para las dolencias musculares... y para las migrañas. Según una investigación
de la Universidad de Münster (Alemania), el sexo puede ser el antídoto más
eficaz contra esta dolencia, uno de los pretextos más clásicos para no mantener
relaciones sexuales. ¿Quién no lo ha puesto alguna vez?
«Las excusas son tantas y tan creativas como las
personas», cuenta Diana Fernández, terapeuta sexual y de pareja de la
Asociación Estatal de los Profesionales de la Sexología (AEPS).
Echarle la culpa a un dolor de cabeza para no irse a
la cama con la pareja no es solo una cuestión de mujeres, aunque según los
expertos son ellas quienes más la usan. Lo cierto es que el estudio hecho por
el departamento de Neurología de esta universidad encontró que mantener
relaciones sexuales puede mejorar parcial o completamente el dolor.
No importa si es con su pareja o en la soledad de las
sábanas. Fernández dice que «durante la excitación y el orgasmo, ya sea en
compañía o con la masturbación, se liberan endorfinas que actúan como
analgésico natural, inhibiendo la sensación de dolor. Al igual que los
analgésicos, su efecto puede cambiar en función del momento y la persona».
Los resultados del estudio son contundentes y
alentadores. Más de un tercio de las personas con migrañas tenían experiencia
practicando sexo durante un momento de dolor y de estos pacientes, casi dos de
cada tres informaron de una «mejora de su migraña».
«Podríamos decir que el placer erótico favorece una
vivencia corporal menos dolorosa. Hay diferentes estudios que también hablan de
la afinidad e interacción de las zonas cerebrales vinculadas a placer y dolor,
apuntando que las experiencias positivas y negativas puedan anularse unas a
otras», insiste Fernández.
La investigación se realizó con una encuesta anónima a
800 pacientes con migraña y 200 con dolor de cabeza. Encontró que más de la
mitad de quienes padecían migrañas y que tuvieron relaciones sexuales durante
un episodio de dolor sintieron mejoría en sus síntomas.
Uno de cada cinco encuestados en este análisis quedó
sin ningún tipo de dolencia, mientras que los pacientes masculinos incluso
usaron el sexo como una herramienta terapéutica.
Los neurólogos de la universidad alemana concluyeron
que más del 90% de los participantes en el ensayo, sintió alivio moderado por
completo al tener un orgasmo en un episodio de dolor, pero un 50% manifestó
menos efecto en casos de dolor extremo.
Al hilo de este caso, Marina Castro, psicóloga
especializada en terapia de pareja, advierte de que cuando el cuerpo tiene
algún tipo de dolor, el deseo y la capacidad de excitación disminuye. «No todo
el mundo puede superar el estadio mental de dolor con el deseo de tener un
orgasmo. Es una lucha que se da entre la voluntad y la dolencia», agrega la
especialista.
«Me duele la cabeza», puede ser una de las excusas más
aceptadas o usuales entre las parejas. Sin embargo, Castro asegura que cuando
las mujeres dicen que no les apetece tener sexo puede deberse a otras causas.
Fernández añade que es importante ser cuidadoso con la
prescripción del sexo para aliviar alguna dolencia. «Si a una persona que tiene
un dolor le decimos que para aminorarlo tiene que tener sexo, le estamos
creando una obligación y esto dificulta el orgasmo. Para disfrutar de los
beneficios del coito, éste tiene que ser deseado. Funciona mejor ir a favor del
placer que en contra del dolor».
La excusa del dolor de cabeza ya no vale, está obsoleta
y en caso de tenerlo -de verdad-, el sexo relaja y es la receta para
eliminarlo. No importa si es sexo soft, duro, solo o en compañía. Cuando
de sexo se trata, lo importante es que sea placentero.
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