Paneles solares instalados en el tejado de una vivienda.
BILANOL/SHUTTERSTOCK
Casas verdes. No es el nombre del último barrio de
moda en una ciudad turística ni el nombre de una nueva cadena de decoración, es
la última tendencia en el sector de la vivienda y la construcción que, como
casi todo hoy en día, cada vez tiene más presente la sostenibilidad y el
respeto medioambiental.
Según la Comisión Nacional de Energía, la eficiencia
energética es la capacidad para usar menos energía para producir la misma
cantidad de iluminación, calor, transporte y otros servicios energéticos. En
otras palabras, consiste en hacer que los edificios consuman menos energía,
reduzcan su impacto en el medio ambiente y sean capaz de autoabastecerse en la
mayor medida posible.
Para convertir eso en realidad, en España se necesitan
más de 40.100 millones de euros en los próximos diez años, según calculan en la
compañía Greenward Partners en base a datos del Ministerio de Transición
Ecológica. España, de acuerdo con la firma, es un mercado de 25 millones de
viviendas, de las que el 55% son anteriores a 1980 y algo más del 20% superan
los 50 años de antigüedad. Es decir, la mayoría de los hogares españoles
alcanza o supera los 40 años de edad y, por tanto, tienen unos niveles de
eficiencia muy reducidos.
"La actividad en renovación de edificios para
hacerlos más eficientes y sostenibles ha sido muy escasa hasta la fecha en
España", explica Eduardo Brunet, CEO de Greenward. Y lo ha sido por muchas
razones, como los elevados costes o las dudas sobre la verdadera efectividad de
este tipo de instalaciones.
La realidad, sin embargo, despeja esos interrogantes.
Teniendo en cuenta el crecimiento exponencial de las grandes ciudades y la
necesidad urgente de vivienda en ellas, la eficiencia energética se presenta
como algo ineludible. Desde Greenward, además, aportan otras potencialidades.
Por ejemplo: cada euro invertido en eficiencia energética supone un ahorro de
dos euros en nuevos activos de generación y costes de distribución. Además,
"elevar un 27% la media de eficiencia del parque inmobiliario permitiría
crear dos millones de nuevos puestos de trabajo en el mercado europeo".
Actitud
Pero la apuesta verde no es sólo una cuestión
de números. Para las nuevas generaciones se ha convertido en una forma de estar
en el mundo, en una actitud desde la que encarar la vida diaria. Los
millennials y las generaciones más jóvenes están liderando todo un movimiento
de concienciación que trasciende a todas las actividades. Incluida la
construcción.
Así, según la encuesta anual Houzz y el Hogar 2019
realizada por la plataforma Houzz a más de 5.500 personas, casi la mitad de los
encuestados (49%) priorizó la eficiencia energética al realizar obras de mejora
y diseño en sus viviendas. La tendencia, según sus datos, es especialmente
importante entre los baby boomers (60%), por delante de los millennials
(48%) y los miembros de la llamada Generación X (46%).
La falta de financiación es el principal obstáculo al
que tienen que enfrentarse unos y otros, pero donde unos ven trabas, Greenward
Partner ha encontrado una oportunidad. La firma, creada a principios de este
año por ex directivos de empresas del Ibex como Banco Santander, BBVA,
Iberdrola, Endesa o Ferrovial, se ha propuesto conectar a propietarios de
inmuebles e inversores mediante varios productos que irán poniendo en marcha en
los próximos meses.
El primero se llama e-PACE, Préstamo para la
Activación de Capital Ecológico en Edificios, y es, como su nombre indica, un
préstamo que los propietarios pagan con los ahorros generados por las obras,
sin necesidad de desembolso inicial aunque, eso sí, con la garantía adicional
del propio edificio.
Esta es la parte más interesante para los fondos e
inversores institucionales que, según Greenward, ya se están interesando por su
proyecto. "Su perfil de inversor a largo plazo los hace más proclives a
apoyar la inversión en megatendencias, entre ellas la defensa medioambiental.
Además, la escasa rentabilidad de los productos tradicionales de renta fija
está llevando al capital privado a destinar una cuota cada vez más mayor hacia
lo que se conoce como inversión de impacto", explica Fernando de Roda, managing
partner de la compañía.
La firma negocia con seis grandes inversores para
poner en marcha su proyecto y tiene previsto levantar 150 millones de euros a
partir de diciembre.
Los préstamos se conceden con plazos entre 20 y 25
años para asegurarse de que los propietarios de los inmuebles recuperan la
inversión por la vía de los ahorros energéticos y están dirigidos a
propietarios y a gestores de grandes carteras de edificios, como sedes
corporativas, hoteles, centros comerciales, hospitales, universidades y
constructoras y promotoras de viviendas. En un futuro, aseguran desde la
compañía, planean abrirlos también a los propietarios residenciales
individuales. El crédito, eso sí, está vinculado al edificio y se transferiría
con él entre propietarios en caso de venta.
La idea, en cualquier caso, es que con la instalación
de techos solares y baterías, sistemas de aire acondicionado, calefacción o
iluminación se consigan los objetivos de ahorro energético, reducción de las
emisiones de CO2 o, en último término, el reposicionamiento de los activos a
través de la obtención de una calificación energética más alta.
M. HERNÁNDEZ
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