Imagen de una mascarilla encima de una mesa - Reuters
Tres miembros de una familia de Michigan han sido acusados
de asesinar a un vigilante de un supermercado por tratar de obligar a una de
ellas a ponerse una mascarilla para evitar la propagación de la epidemia de
coronavirus.
El suceso ocurrió este lunes en Flint, una localidad
de Michigan, y comenzó cuando una de las acusadas, Sharmel Lashe Teague, de 45
años, entró en un establecimiento de la cadena Dollar Tree junto a su hija. Un
vigilante de seguridad, Calvin Munerlyn, de 43 años, le dijo que la hija debía
llevar puesta una mascarilla en el establecimiento, como exige la normativa
estatal en este momento de la pandemia.
La petición provocó una pelea verbal entre Teague y
Munerlyn. La hija de la primera dejó el supermercado, pero su madre siguió
gritando al vigilante de seguridad, que le requirió que saliera del
establecimiento e indicó a un empleado de caja de que no le atendiera.
«Todo indica que Munerlyn simplemente hizo su trabajo
de hacer respetar la orden ejecutiva de la gobernadora en relación con la
pandemia de coronavirus para la seguridad de los empleados y de los clientes»,
aseguró el fiscal del condado de Genesee, David Leyton, sobre la normativa
impuesta por la demócrata Gretchen Whitmer para frenar el brote en Michigan,
uno de los estados más afectados por el virus en EE.UU.
Teague acabó por abandonar el supermercado, pero ahí
no acabó el altercado. Las cámaras de seguridad mostraron cómo el coche en el
que se fue regresó veinte minutos después. De él salieron su hijo, Ramonyea
Travon Bishop, de 23 años; y su actual marido, Larry Edward Teague, de 44 años.
Entraron en el local y fueron a por el vigilante.
Teague le recriminó que le había faltado al respeto a su mujer y Bishop le
disparó en la cabeza, según el relato del fiscal.
El martes por la mañana, solo Sharmel Teague estaba
bajo custodia policial, mientras que Larry Teague y Ramonyea Bishop seguían
huidos.
Además de homicidio premeditado, enfrentarán cargos de
posesión ilegal de armas y violación de la orden de la gobernadora.
En las últimas semanas, se han producido fuertes
protestas en Michigan contra Whitmer y su decisión de imponer órdenes de
confinamiento para frenar la expansión del coronavirus. Muchas han sido delante
del Capitolio del estado, donde tiene su sede el poder ejecutivo y legislativo
estatal, y con grupos armados. La semana pasada, manifestantes armados hasta
los dientes llegaron a celebrar las protestas dentro de los pasillos del
Capitolio
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