Así, al menos, lo demuestran los 'movimientos' más
recientes registrados en Gleeden, la plataforma de encuentros extraconyugales
líder en el mundo, pensada por y para mujeres. Según estos datos, la mayoría de
los usuarios aprovecha el comodín de pasear al perro para conectarse y chatear
con sus 'aventuras'.
Desde que se decretó el estado de alarma, esta
plataforma ha experimentado su crecimiento récord: un 160% más de conexiones y
altas. Al parecer, los más de 6 millones y medio de usuarios de Gleeden
'resisten' el encierro a base de chats y sexting (envío de imágenes de
contenido sexual a través de dispositivos electrónicos).
"Obviamente, ya había muchas infidelidades antes
de la cuarentena lo que ocurre es que ahora, debido al confinamiento, puede que
estén aumentando a consecuencia del nivel de saturación que están alcanzado las
parejas con problemas previos. Eso sí, también se está incrementando el riesgo
de ser descubierto", explica la sexóloga Ana Sierra.
Una reflexión que se confirma al observar que, aunque
el tiempo de conexión en Gleeden ha aumentado de dos horas de media hasta las
tres horas, los contactos son ahora más breves debido el aumento del riesgo de
ser "cazado" in-fraganti. El botón de pánico o el agitar para salir
(utilidad que permite salir de la aplicación con un leve movimiento de mano o
navegar de modo discreto, para hacerlo más seguro y privado) está más en uso
que nunca.
En todo esto influye también mucho esa falsa creencia
de que "no existe infidelidad si no hay contacto físico real". Parece
que, aunque haya sexting o incluso masturbación, los 'cuernos virtuales' se
perdonan "más fácilmente y generan menos sentimiento de culpa",
asegura Sierra.
'Pescar' en el inmenso océano de las redes sociales
resulta más sencillo que en los bares, "se va más a tiro hecho que
nunca". Por si fuera poco, en esta época, también están reapareciendo con
más fuerza que nunca los 'ex': "Este drama está haciendo que mucha gente
se haya parado a pensar y a hacer balance de sus vidas. En ese escenario, está
siendo habitual la aparición de antiguos compañeros sentimentales, encarnando
una mezcla de nostalgia, arrepentimiento y de aire fresco".
Mas barato que el divorcio
"Los días de confinamiento afectan mucho a las
parejas en función de diferentes factores: si hay hijos de por medio; si se
está trabajando desde casa; si el hogar es más grande o más pequeño o si ya
había problemas antes de la cuarentena", afirma la psicóloga clínica y
especialista en sexología, Laia Cadens.
En China, país que vivió la situación de alerta antes
que nosotros, se han registrado récords de demandas de divorcio tras salir del
aislamiento forzado. En este sentido, "la previsible crisis económica que
seguirá al coronavirus atenuará la cifra de divorcios: las parejas no tendrán
presupuesto para demandas, lo que hará, a su vez, que siga incrementándose el
número de infidelidades", concluye Laia Cadens.
El momento de más intensidad de estas relaciones
furtivas sigue siendo la noche, aunque se han incrementado las conexiones a
primera hora de la mañana y al mediodía, después de comer - lo que sería
"la hora de la siesta". Conectarse en el lavabo o en el balcón son
dos opciones que también están creciendo en gran medida, lejos de la posible
mirada de la pareja.
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