Personal sanitario ajusta sus gafas de protección antes de entrar en un
centro de pruebas de la enfermedad COVID19 en el barrio de Reinickendorf,
Berlín. 23 marzo de 2020.
Imagen: REUTERS/Fabrizio Bensch
Desde el inicio de la crisis provocada por el
COVID-19, los bulos sobre este enfermedad se han extendido, incluso más
rápidamente que el virus.
A medida que el virus se ha ido expandiendo, también
lo han hecho cadenas de mensajes de texto, correos electrónicos y publicaciones
en redes sociales especialmente sobre supuestas pruebas y técnicas de
prevención. La propagación de información errónea sobre el nuevo coronavirus
crece como lo hacen los casos confirmados cada día (los últimos datos del
Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social elevan a casi 40.000 los
casos confirmados en España hasta el momento).
Esto puede y suele ocurrir cuando una enfermedad es
nueva y la ciencia que hay detrás de ella aún no está clara. En algunos casos
circulan rumores que, de tan absurdos, parecen surrealistas, pero terminan
prendiendo en las personas más crédulas. Y esto es lo que está sucediendo con
el COVID-19.
COVID-19, ¿una epidemia de rumores?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) está
desmintiendo a través de sus canales de información todos estos rumores. Una de
las últimas iniciativas de la organización en este sentido ha sido abrir una cuenta en TikTok como parte de un esfuerzo global con el Centro Europeo para la
Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y otras organizaciones de salud para ofrecer información veraz y
contrastada sobre el coronavirus a través de las redes sociales.
El objetivo es reducir la información errónea que
circula online. También ofrece gráficos y vídeos informativos en Instagram,
Twitter o Facebook, donde explica las formas de prevención del virus. El
lanzamiento de la cuenta TikTok es parte del trabajo de la OMS para ofrecer
información precisa. Y es que las autoridades sanitarias se han pasado las
últimas semanas del brote luchando contra las falsas noticias en distintas
plataformas.
Algunos de los rumores falsos recogidos y rebatidos por la OMS, desacreditados por
la ciencia, son:
1. Los mosquitos pueden transmitir el nuevo coronavirus
No. El COVID-19 es un virus respiratorio que se
propaga por contacto con una persona infectada a través de pequeñas gotas
respiratorias que se producen tras toser o estornudar y si estas gotículas
llegan a una persona sana. El virus también puede sobrevivir durante varias horas
en superficies como mesas. No hay pruebas hasta el momento que corroboren que
este nuevo virus pueda propagarse a través de los mosquitos. Actualmente se
estima que, en promedio, una persona infectada infectará entre dos y tres más.
2. Se propaga a ocho metros a través del aire
No. El rumor de que el coronavirus puede llegar a los
ocho metros tras estornudar es falso. Las pequeñas gotas respiratorias son
demasiado pesadas para propagarse a grandes distancias. Como máximo pueden
llegar hasta un metro de distancia.
3. El frío o el agua caliente matan el virus
No hay motivo para pensar que el frío o el agua
caliente puedan matar el nuevo coronavirus. Las autoridades sanitarias llevan
días insistiendo en que una de las mejores maneras de protegerse contra el
coronavirus es con el lavado de manos de manera frecuente con agua y jabón o un
desinfectante a base de alcohol. Esta medida elimina los virus que puedan estar
en las manos y, por tanto, se reduce el riesgo de infección.
4. El coronavirus se detiene con clima cálido
Otra idea errónea es que el coronavirus se detiene con
clima cálido. Esto puede ocurrir con el virus de la gripe, que prospera en
condiciones frías y secas y tiende a desaparecer cuando hace calor. Pero es muy
pronto para saber si esto también puede aplicarse al nuevo virus. Hay razones
para creer que esto no es suficiente porque el COVID-19 se está propagando en
climas cálidos, admite la OMS.
5. Las mascarillas son eficaces para proteger del COVID-19
Si una persona está infectada, el uso de mascarillas faciales quirúrgicas
puede reducir el riesgo de infectar a otras personas pero, según el ECDC,
"no hay evidencia de que las máscaras faciales eviten de manera efectiva
que una persona se infecte con el virus". Advierte incluso que el uso de
mascarillas puede aumentar el riesgo de infección debido a una falsa sensación
de seguridad y un mayor contacto entre manos, boca y ojos.
6. El virus se puede matar con un secador de manos
Los secadores de mano no matan el COVID-19. Tampoco
las lámparas ultravioletas para esterilizar manos son efectivas; solo sirven
para sufrir irritación en la piel. Rociar el cuerpo con alcohol no sirve de
nada si el virus ya ha entrado en el organismo. Tras el lavado de manos, las
autoridades sanitarias aconsejan secarse bien las manos con papel, una toalla
de uso individual o un secador de manos.
7. La orina infantil protege contra el contagio del coronavirus
La orina no mata ni los virus ni las bacterias, al
contrario, puede contener pequeñas cantidades de material vírico o bacteriano.
Lavarse las manos con orina infantil no protege frente al nuevo coronavirus.
8. El ajo previene la infección
Aunque es verdad que el ajo es un alimento al que se
le han atribuido propiedades antimicrobianas, no hay pruebas ni evidencia que
demuestren que comer ajo proteja a las personas contra el coronavirus. Ni
tampoco ningún otro alimento previene o combate el coronavirus.
Lo que sí recomienda la OMS es seguir las
recomendaciones básicas de higiene de los alimentos. "Se debe evitar el
consumo de productos de origen animal crudos o poco cocinados" y "la
carne, la leche o los órganos de origen animal crudos deben manipularse con
cuidado para evitar la contaminación cruzada con alimentos no cocinados".
Desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recuerdan que, de acuerdo con las experiencias
anteriores de "brotes de coronavirus afines" y teniendo en cuenta que
no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos, "actualmente
no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea distinto".
9. La vacuna de la neumonía protege contra el coronavirus
No. El COVID-19 es nuevo y distinto a otros virus que
han aparecido hasta el momento. Las vacunas con la neumonía neumocócica, por
ejemplo, no nos protege. Es necesario desarrollar una vacuna específica para
luchar contra el coronavirus, algo en lo que ya se está trabajando.
10. Los antibióticos son eficaces para tratar la infección
No. Los antibióticos pueden actuar contra las
bacterias, no contra los virus. No deben usarse antibióticos ni para prevenir
la infección ni para tratarla. En algunos casos de personas hospitalizadas es
posible que se administren antibióticos para no contraer infecciones
bacterianas. Hasta el momento no existe un tratamiento específico para el
coronavirus. Lo que se está haciendo es tratar los síntomas clínicos como la
fiebre o la dificultad para respirar.
11. Enjuagarse la nariz con una solución salina previene la infección
Algunas pruebas indican que lavarse la nariz de forma regular con solución salina puede ayudar a la recuperación tras un resfriado común; además, es una
estrategia buena para luchar contra las alergias. Pero no se ha demostrado que
esta misma práctica prevenga las infecciones respiratorias.
12. Las mascotas pueden transmitir el coronavirus
No hay evidencia de que ni perros ni gatos representen un riesgo de infección para las personas;
no se ha demostrado que puedan contraerla ni tampoco que puedan transmitirla a
personas. Pueden ser portadores pasivos de partículas de virus (piel, nariz,
etc.) si han estado en contacto con personas infectadas. Como precaución
general, es recomendable observar los principios básicos de higiene al entrar
en contacto con animales.
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