La mitad de los 1.300
profesores sondeados -en el estudio realizado por el sindicato NASWUT, han
reconocido estar al tanto o haber intervenido en casos de sexting, que
expone a los
menores al acoso entre sus propios compañeros de clase y los
convierte en objetivos de abusos sexuales.
Niños usando
teléfonos móviles. Foto Roberto Pérez
Los casos de niños haciéndose
selfies sexuales o tomando fotos a traición de sus compañeros en los
lavabos son relativamente frecuentes, al igual que la difusión por las redes
sociales de sus primeras experiencias sexuales. El cyberbullying o
acoso digital se ve muchas veces amplificado por la distribución de imágenes
obtenidas a través del sexting, acompañadas de comentarios insultantes
o humillantes.
Una niña de 14 años, por
ejemplo, accedió a salir con un compañero de clase con el objetivo de hacerle
una foto de los genitales y compartirla con amigos comunes. En otro caso, una
niña accedió a mandar una imagen por Snapchat, creyendo que
"desaparecería" automáticamente a los pocos segundos: un compañero
hizo una foto de la imagen y la distribuyó por todo el colegio.
Un 13% de los episodios de sexting son ya
entre niños entre los siete y los diez años. La
tendencia se está propagando por los colegios de primaria, ante la impotencia
de los profesores, que no pueden competir con la distracción perpetua causada
por las ubicuas pantallas de los móviles.
"El abuso online
está causando un gran impacto entre los profesores y los alumnos, y el Gobierno
no ha tomado aún una acción seria para asegurarse de que las escuelas responden
apropiadamente", advierte Chris Keates, secretaria general del sindicato
NASWUT.
La Sociedad Nacional para la
Prevención de la
Crueldad en los Niños (NSPCC), que publicó un reciente sobre
la "infelicidad" infantil y la tecnología, ha tomado cartas en el
asunto y ha incitado a los niños a denunciar los casos de acosos y abusos
ligados al "sexting" a su línea de ayuda telefónica ChilLine.
"Muchos niños ven esta
actividad como parte de su vida diaria, a pesar de los grandes riesgos que
supone", advierte la NSPCC
en un comunicado. "Aparte de exponerse al acoso, les puede convertir en
objetivos de los depredadores sexuales".
Otro estudio, a partir de
otra encuesta entre 2.000 padres, ha sacado a la luz otro dato tan preocupante
como revelador sobre la "infancia infeliz": el 74% de los niños
británicos pasan menos de una hora jugando o haciendo alguna actividad al aire
libre todos los días (el mínimo recomendado para los presos en las directrices
de la ONU).
"La triste verdad es que
estamos enjaulando a nuestros hijos", advierte Mark Sears, de The Wild
Network, que aboga por el juego al aire libre de los niños. "Estamos
poniendo en riesgo su habilidad para ser libres e incrementando su propensión a
desarrollar enfermedades mentales o a ser obesos por la falta de actividad
física".
CARLOS FRESNEDA Corresponsal Londres @cfresneda1
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