Jeremy Levenbach
desnudo en Manhattan @levenbutt |INSTAGRAM
El perfil de Instagram de Jeremy
Levenbach reza: "Me quito los pantalones,
primero saco una pierna y luego otra". Y así es, en todas sus
publicaciones sale desnudo dando la espalda a la cámara. En medio del desierto, del
invierno, de la inmensa Nueva York o al lado de cualquier monumento histórico.
Durante el día hace espectáculos de comedia, pero a primera hora de la mañana colabora
con sus amigos para nutrir de imágenes su peculiar cuenta de Instagram.
Jeremy Levenbach
desnudo. @levenbutt |INSTAGRAM
Le encanta hacer reír a la gente y eso es exactamente lo que busca con este proyecto,
además de hacer fotos visualmente sorprendentes. Todo comenzó a mediados de
2012. Jeremy disfrutaba con varios amigos fotografiando el
amanecer cuando se le ocurrió que sería divertido tomarse una foto desnudo
mirando el alba. "Les envié la foto original a modo de broma a unas
cuantas personas. Su respuesta fue positiva, así que hice un par más",
cuenta el cómico a FCINCO. "Me abrí la cuenta a petición de muchos de mis
amigos y así nació este proyecto", relata.
Sitios tan icónicos como el
monumento a Washington o el puente de Brooklyn son algunos de los escenarios de
las más de
360 imágenes que tiene en su perfil. "Lo primero es
levantase lo más cerca del amanecer los fines de semana. Es cuando menos gente
hay en las calles", revela el cómico a FCINCO. Después, se asegura de que
no haya nadie a la redonda. Aunque el tiempo promedio que pasa desnudo es corto
(entre 20 y 40 segundos), no quiere asustar a nadie o "arruinar su
día". Además, es cuidadoso con no posar en lugares con niños o donde hay mujeres
que pueden estar solas.
Jeremy Levenbach desnudo @levenbutt |INSTAGRAM
Los paisajes que aparecen en
las imágenes muchas veces son ubicaciones planificadas con antelación, pero hay
ocasiones en las que surgen mientras pasea por la ciudad con su fotógrafa, su
novia Sarah. "Estaba un poco nervioso de mencionar mi proyecto en nuestra
primera cita, pero por suerte Sarah creyó que era interesante", comenta. No se considera un
exhibicionista, aunque reconoce que está muy cómodo desnudo.
Después de más de tres años nunca se ha metido en
ningún lío, aunque sí ha tenido algún que otro testigo
inesperado. "El conductor de un metro me vio mientras me estaba vistiendo,
el vagón estaba vacío y en la siguiente parada salimos corriendo", cuenta.
Sus amigos y familia
disfrutan con su trabajo artístico, y sólo unas pocas personas han puesto objeciones a
las fotos. Lo mismo pasa en la calle: "La gente que nos
pilla generalmente reaccionan positivamente, incluso los obreros me gritan
cosas graciosas". La ciudad que nunca descansa está llena de gente rara
haciendo cosas raras, quizá por eso los neoyorquinos son difíciles de sorprender.
"Espero seguir haciendo fotos muchos años más y arrancando
carcajadas", confiesa Jeremy.
IZABELA PECHERSKA IZABELA PECHERSKA
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