Numerosos estudios ya habían
demostrado la
relación directa entre la apariencia física y el éxito, también
el éxito electoral. Un trabajo que analizó las elecciones en Estados Unidos de
2008 resolvió que un candidato extremadamente atractivo tendría una ventaja de
hasta un 7% del voto frente a un rival muy poco atractivo. El reto de esta
nueva investigación era explorar si esto favorecía más a un ideología que a
otra. Su trabajo concluye, tras realizar experimentos en Europa, Estados Unidos
y Australia, que los políticos de derechas son más guapos y formula una
relación directa con el voto.
RAÚL ARIAS. Un
estudio concluye que los candidatos conservadores son más atractivos y que sus
votantes priman más la belleza que la gente de izquierdas
"La belleza es un portador de
verdad. Lo bello nos parece cierto y verdadero y eso funciona casi en cualquier terreno",
apunta Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación política. Los mismos
estudios que concluyeron que los feos tienen más difícil el acceso a un crédito
bancario que los guapos se pueden aplicar en el panorama político. Es el
llamado "efecto halo" o cómo la apariencia nos puede confundir hasta
el error.
"En la política se
introduce otra variable que es el factor comunicación", subraya
Gutiérrez-Rubí. "Ganan los más efectivos comunicativamente, la gente
atractiva que gestiona bien sus recursos verbales y no verbales y que tiene
unas capacidades competitivas sobredimensionadas pero muy útiles para la
política. Es decir, buscamos candidatos a los que podamos abrazar, admirar,
dejarnos seducir, ser desbordados por sus capacidades... Y la belleza física
juega ahí un papel muy importante".
Las personas guapas ganan más
dinero y son menos proclives a la redistribución de la riqueza y más propensas
a percibir el mundo como un lugar justo
Otro estudio del año 2011 ya
dedujo que la televisión había conseguido que los ciudadanos menos instruidos
decidiesen su voto según el aspecto de los candidatos: "Los políticos de aspecto
atractivo se benefician desproporcionadamente de la exposición a la televisión,
principalmente entre las personas menos informadas", decía aquel informe.
Foto Internet
El estudio del Journal of
Public Economics vincula ahora ese voto, sobre todo, a los electores de
derechas. Para analizar los efectos de la belleza de los candidatos los
investigadores analizaron el caso de Finlandia, por su sistema electoral
proporcional, con listas abiertas, votaciones personales y competencia interna.
Y concluyeron que mientras en las elecciones generales, con mayor volumen de
información, el efecto de la belleza era casi el mismo para candidatos de
derechas y de izquierdas, en las municipales (cuando la gente está menos
informada) el
beneficio de la apariencia física era casi del doble para los candidatos más
conservadores. Es decir, cuando el votante (sobre todo el de
derechas) no conoce al candidato se acaba guiando por su aspecto.
"El proceso de belleza
suele tener que ver con la trayectoria social, cultural, alimenticia, por la
calidad de vida, por un itinerario vital con mejor acceso a la salud, al
deporte... Y esto suele estar asociado a la renta. Cuando te alimentas bien y
tienes tiempo para ir al gimnasio y descansas bien y además te cuidas, lo
normal es que parezcas más atractivo", explica Gutiérrez-Rubí. "Y esa belleza construida es
aspiracional para la gente. Todo queremos sentirnos mejor
físicamente y vernos reflejados en aquel que lo representa con mayor
naturalidad".
Si en tu escala de valores el
triunfo competitivo es un principio básico, y esto ocurre más en la derecha, lo
normal es que los guapos te parezcan siempre más triunfadores
Pero... ¿acaso sólo los de
derechas quieren sentirse mejor físicamente? Dentro del estudio se realizaron
también encuestas sobre los diputados al Parlamento Europeo y candidatos en
Estados Unidos y en la Cámara
de Representantes de Australia. Se pidió a los encuestados que situaran en una
escala de izquierda a derecha a varios políticos conociendo tan solo su
fotografía y el resultado fue que los más guapos fueron ubicados más a la derecha en
los tres continentes. Deducen los investigadores que los
votantes usan la belleza como un síntoma de ideología conservadora.
Foto Internet
Según Gutiérrez-Rubí por la
escala de valores que determina cada ideología. "Si deseo ser gobernado en
una lógica aspiracional muy fuerte, con una meritocracia y una selección más
acusada, los
guapos me parecerán siempre más triunfadores. Si en tu escala
de valores el triunfo competitivo es un principio básico por encima de
cualquier otra consideración, y esto ocurre más entre la gente con una
ideología de derechas, lo normal es que valores más la belleza física".
Las conclusiones del trabajo
van en la misma línea: "Una simple explicación económica de la brecha de
apariencia a favor de la derecha es que las personas guapas ganan más dinero, y cuanto más
gana una persona más se suele oponer a la redistribución de la riqueza,
así que es más proclive a apoyar o a representar a partidos conservadores. Una
explicación psicológica más general podría ser que las personas de buen
aspecto son más propensas a percibir el mundo como un lugar justo,
ya que son tratadas mejor, logran un estatus más alto y son más felices,
mientras que una razón frecuente para que las personas simpaticen con la
izquierda es la percepción de las injusticias del mundo".
RODRIGO TERRASA Madrid
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