¿No me cree? Entonces haga la
prueba. Grábense en vídeo mientras lo dan todo. Eso sí, olvídense de la cámara,
solo disfruten y después, visionen juntos su maravillosa película. Si su
capacidad de frustración es óptima se reirá mucho pero si no, va a sufrir y
exclamar más de una vez, ¡qué horror!
Si ya se ha grabado alguna
vez practicando sexo, seguro que descubrió unos cuantos momentos desafortunados que
no procesó mientras disfrutaba, pero ahí estaban. Por suerte,
su pareja, inmersa en el placer, es probable que tampoco lo registrase, o sí.
¿Cómo
reaccionar ante ellos? ¿Justifica que no le vuelva a llamar? ¿Realmente son
tan graves como creemos y sentimos? ¿Tienen remedio? Estas y muchas otras
preguntas, pasan por nuestra mente cuando somos protagonistas de un
"tierra trágame" sexual. Pero hay una buena noticia, suelen tener
solución o se puede gestionar para que, eso que considera un verdadero
desastre, pueda resultar hasta un momento especialmente bonito.
Sonidos extraños
Si pensaba que las pedorretas corporales
no iban a estar incluidas en este artículo es que no ha tenido una vida sexual
muy activa.
Foto Internet
Las pedorretas tipo ventosa,
que se generan al juntar dos cuerpos, no son muy habituales, pero existen.
Sucede al abrazarse apasionadamente dos personas con mucho espacio intermamario
o canalillo. No suele resultar vergonzoso pero algunos tienen la necesidad de
aclarar que fue con el pecho. Básicamente para que no se confundan con
flatulencias no deseadas.
Igual ocurre cuando la pedorreta se
produce durante la penetración vaginal. En este caso mejor no
digan nada, ríanse, continúen y trabaje su suelo pélvico. es la clave.
El drama puede vivirse si se
trata de la clásica ventosidad que se expele del vientre por el ano. Sí, copié
la definición del diccionario. Esto sí podría cortar bastante el rollo, sobre
todo si incluye carga mortal apestosa y la nariz ronda la zona cero. Si hay
confianza, ríase o haga una broma del tipo, "me pones tan a mil que
enciendo los motores del cohete por ti". Total, poco hay que perder
después de eso. ¿Le podrían dejar por el escape?
Bueno, no lo considero suficiente excusa. Si lo hicieran, le aseguro que esa
persona no era para usted.
Si aún no son pareja pero lo
desean.
Enhorabuena, ya son pareja
oficial. Mi lema es que el pedo une, y tras ese punto de inflexión, aparece la
verdadera relación de pareja.
Y yo con estos pelos
No defiendo especialmente la
depilación corporal. De hecho, soy bastante permisiva con ese tema. Además creo
que el vello está ahí para algo. Sin embargo, hay pelos
bastante incómodos. Y pelusas inoportunas, porque ya me dirá
qué hacen en un ombligo.
Foto Internet
A muchas personas nos gustan
las barbas pero no todas son iguales, ni sirven para lo mismo. Una barba de dos
días es atractiva pero raspa al besar en los labios, también en los de abajo.
Las barbas excesivamente largas pueden llegar a hacer cosquillas. Ambas
situaciones pueden resultar molestas. Elija su formato pues para gustos las
barbas.
Durante el sexo oral, los pelos aventureros que
se cuelan y atragantan, no suelen ser muy bienvenidos. Toser
funciona pero aquí la risa no facilita la misión, sino todo lo contrario. Rugir
y escupir no queda muy fino, salvo que haya mucha confianza, pudiendo resultar
hasta gracioso. Yo soy más de ir de cacería en busca del pelo salvaje.
Introduzca un dedo sensualmente en su boca, localice y fuera. Y para que no
vuelva a suceder, podría proponer podar la zona ligeramente.
¡Cómo me gustas Manolo!
¿Manolo?, ¿quién es Manolo?
Si le hacen esta pregunta en un momento erótico quizá se haya confundido
de persona o su fantasía encontró salida a través de su boca,
sin darse cuenta. Si está con un amor pasajero, disimule y diga que le pone más
llamarle Manolo o asegure que solo fue un gemido peculiar. Si es su pareja
oficial, creo que van a tener una charla interesante. Esta confusión es
bastante habitual, aunque no lo crea. Un lapsus lo tiene cualquiera. Suele
suceder cuando no ha transcurrido mucho tiempo entre pareja y pareja o cuando
ha estado hablando de otra persona, no necesariamente de un ex, y se cuela su
nombre cuando no debe. No le de importancia, si no la tiene. Y si la tiene y
resulta que desea más a Manolo que a su pareja, quizá sea el momento de ser
consecuente y resolver la situación. Que le llamen por el nombre de otra persona cuando
alcanza el orgasmo, no suele ser muy positivo para la relación.
Sustos sexuales
Cuando nos dejamos llevar por
la pasión perdemos el control de nuestro cuerpo y eso significa que fluimos.
Caerse de la cama, el clásico
tirón en el gemelo, un choque de dientes al besarse apasionadamente, un arañazo
en la espalda o que le metan la nariz o un dedo en el ojo, de la cara, son
cosas que pasan demasiado a menudo en este estado.
Suele quedar en algo
anecdótico y divertido pero, en ocasiones, se debe a torpezas que se
repiten y acaban molestando. Debemos conocer qué se puede
corregir y tratar de hacerlo. Aquí la empatía y la comunicación son
fundamentales, aparte de subir el nivel de iluminación pues, a veces, no
sabemos las coordenadas reales de nuestra pareja y metemos el dedo donde no
toca. Resulta muy buena excusa pero es inoportuno.
El temido gatillazo
Foto Articulo
El rey de las fatalidades
sexuales es, sin duda, perder la erección. O eso creemos, porque no es tan
malo. Nos da la oportunidad de descubrir nuestras habilidades no genitales, tan
poco utilizadas, por cierto.
¡Malas caras fuera! La risa reducirá el estrés
y desdramatizará el momento. El humor no hay que perderlo de
vista nunca pues es la medicina que todo lo cura.
Piense que tampoco se trata
de ser superhéroes en la cama y tenemos que permitir que estos imprevistos
estén presentes en nuestra vida sexual. De hecho, si no fuera por estas
pequeñas sorpresas sexuales, nos cansaríamos de hacer siempre lo mismo, la
rutina se instalaría en la pareja muy pronto y el sexo resultaría previsible y
aburrido.
Siempre hay cuestiones a
mejorar, aceptar nuestro lado oscuro o reconocer nuestras pequeñas torpezas. Y
no por ello seremos menos deseados o peores. Si alguien espera su perfección en
la cama o le abandona solo por ser un poco desastre, quizá ese alguien no desee
una persona a su lado, sino a un robot.
Algunos apuros se pueden
solventar fácilmente siendo previsores. Por ejemplo, llevar ropa interior fea
porque no pensaba 'pillar' puede ser un poco 'shock', pero ocurre bastante. Si
nos cuidásemos para nosotros, no sólo cuando sabemos que compartiremos nuestra
intimidad, esto no ocurriría. Si le damos una vuelta a qué es lo necesario para
nuestro encuentro sexual, es más probable que cualquier imprevisto no suponga
un drama o directamente no ocurra. Comer fabada el día del encuentro erótico no
suele ser buena idea, por ejemplo, y que se rompa un condón, no aborta misión
si hay repuesto. Eso sí, valoren los riesgos de embarazo o contagios y sean
consecuentes.
Siempre es interesante
aprender para que todo fluya. Queremos ofrecer lo mejor de nosotros pero si hay
imprevistos, bienvenidos sean.
El mundo está lleno de
adversidades y las podemos jugar para descubrir su cara más positiva.
Por lo demás, solo somos
perfectos si tenemos imperfecciones.
ANA SIERRA
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