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Los 37 kilómetros
cuadrados de Henderson acumulan 18 toneladas de desechos que llegan flotando
Una playa de la isla Henderson en 2015. Jennifer Lavers AP
Una isla deshabitada en el
Pacífico sur es el lugar con mayor densidad de basura en el mundo. El
territorio de Henderson acumula 18 toneladas de desechos a lo largo de sus 37 kilómetros
cuadrados, es decir, 671 restos de basura por metro cuadrado, según un estudio
publicado este lunes por la revista científica estadounidense PNAS.
Cada día llegan otros 3.570 desperdicios flotando, a pesar de que el territorio
está a 5.000
kilómetros de distancia de la masa continental más
cercana, agrega el artículo.
La isla Henderson forma parte
del archipiélago británico Pitcairn y allí se realizan estudios científicos
cada cinco o diez años. Está ubicada cerca de llamado Giro del Pacífico sur, un
torbellino gigante donde se acumulan desechos transportados por corrientes
marinas provenientes de barcos o de América del Sur.
Los científicos calculan que
hay unos 38 millones de pedazos de plástico en la isla Henderson, que es de un
tamaño similar a la ciudad española de A Coruña. Sin embargo, la cantidad de
basura podría ser incluso mayor, según explicó la autora principal del estudio,
Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de
Tasmania. El equipo científico solo exploró hasta una profundidad de diez
centímetros en la arena, en las zonas de acantilados el acceso era menor, y
muchos pedazos de plástico eran demasiado pequeños para contarlos.
Envases
de plástico, boyas de pescar, redes, cepillos de dientes y mecheros son parte
de los desperdicios que cubren la isla. Aunque la mayoría son "objetos sin
identificar", como los miles de trozos que solo miden un milímetro, dijo
Lavers a la agencia Efe.
Basura acumulada en la arena de la isla Henderson, en 2015.
Jennifer Lavers AP
"Lo que vemos en la isla
de Henderson demuestra que ningún lugar del mundo escapa a la contaminación por
plástico, ni siquiera los más alejados en los océanos", ha explicado
Lavers. La experta ha advertido de que el 25% de las especies marinas y algunas
aves comen plástico en algún momento. "Y, si uno come un pescado con estos
tejidos contaminados, en realidad está comiendo su propia basura", ha
insistido.
Los científicos calculan que,
mientras en la década de 1950 la producción de plástico era menor a dos
millones de toneladas, en 2014
ha superado los 300 millones de toneladas en todo el
mundo. El plástico que no es reciclado y termina en el mar, donde flota durante
años y representa una amenaza para animales que lo ingieren o se enredan en la
basura, ha explicado el estudio.
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