La Valkiria, personaje encarnado por Tessa Thompson, en 'Thor: Ragnarok'.
Ni gais ni lesbianas. Ni
transexuales o cualquier forma no binaria de género. Nadie del LGTB+. Hollywood
no los quiere en sus blockbusters. En comedias como #SexPact o Con
amor, Simonestán muy bien. Son producciones pequeñas y recuperan el dinero
sin preocuparse por agradar a todo el patio de butacas. Pero cuando se habla de
superproducciones, la sexualidad de sus personajes queda fuera de la película.
A menos que sea una pareja heterosexual al estilo clásico de las de toda la
vida. Al menos, eso parece tras los últimos ajustes realizados en los
taquillazos de la última temporada, donde han desaparecido, tras haber sido
rodados, algunos de esos reflejos de una realidad sexual cambiante como la que
hoy exhibirá su diferencia en el desfile del Día del Orgullo Gay en Madrid
Algunos ejemplos: John Cho, como Sulu, se quedó sin
besar en la pantalla a su compañero en Star Trek: Mas allá (2016) a
pesar de que ese momento de intimidad había sido filmado. En Solo: una
historia de Star Wars (2018) se pulió mucho la bisexualidad de Lando
Calrissian, al que se ve flirteando con Han Solo. Y la confirmación de la
bisexualidad del personaje de Tessa Thompson en Thor: Ragnarok
(2017) también desapareció tras ser rodada. Según sus productores, porque
distraía al público de la verdadera trama.
Alden Ehrenreich, como Han Solo, y Donald
Glover, como Lando Calrissian en 'Solo: una historia de Star Wars'.
O quizá se eliminó por si asustaba a parte de la
audiencia. Hollywood es más conservador aún, si es posible, en su faceta
industrial que en la artística. De ahí que para que ningún posible cliente se
le escape, en pos de recuperar las inversiones sus taquillazos no se salen de
lo trillado. Cuando se estrene el próximo noviembre Animales fantásticos:
los crímenes de Grindelwald no habrá referencias a la homosexualidad de
Dumbledore, el popular personaje del universo de Harry Potter, al que
ahora rejuvenece Jude Law. De la misma manera se escondió -no mencionándolo- en
Independence Day: contraataque (2016) que los científicos que encarnan
Brent Spiner y John Storey son pareja.
La última en sacarlo a la luz ha sido la actriz Daniella Pineda. En Jurassic World: el reino
caído la secuencia en la que su personaje, la paleoveterinaria Zia
Rodríguez, habla sobre su lesbianismo no se ha podido ver en los cines.
Rodríguez le comentaba a Owen Grady (al que encarna Chris Pratt) algo de este
estilo: "No me gustan los hombres pero si lo hiciera, me lo montaría
contigo". En el portal de Yahoo! la actriz explicaba: “Me encantaba
lo de mirar a Chris, el tipo más atractivo del mundo, y rechazarle".
En medio, Josh Gad, de gris, en 'La bella y la bestia'.
Según el informe
anual de Glaad, asociación que premia las mejores representaciones
de la comunidad LGTB+ en el mundo del espectáculo, en 2017 solo 14 películas
—como La bella y la bestia, con el personaje secundario de leFou, al que
dio vida Josh Gad— reflejaron este colectivo de entre todas las producciones
(109) de los siete principales estudios de Hollywood.
Y las cosas no parecen cambiar en esta temporada, en
la que se han perdido varias oportunidades en películas que se han vendido como
avanzadas en lo social. Como Wonder Woman, que pudo haber mencionado la
sexualidad de alguna de sus amazonas. Otro ejemplo es Ocean’s 8, que
podría indicar algo sobre la orientación de sus personajes. Pero cualquier
requiebro se olvida, apunta la revista Forbes, cuando está en juego la
taquilla mundial.
Recién llegado de Japón, Juan Antonio Bayona,
director de Jurassic World: el reino caído, explica: "La frase se
cayó porque iba dentro de una larga secuencia de casi tres minutos con mucho
diálogo que decidimos eliminar ante la gran duración de la película. Tuvimos que
pulir el filme para reducir su metraje a 130 minutos". Y apostilla:
"No tuve presión por parte de nadie por quitar o poner esa frase. Es más,
fui yo el primero que contó en público, en concreto en la rueda de prensa de
Madrid, que existía ese guiño en el guion de Colin Trevorrow y que desapareció
por una mera cuestión de ritmo". Preguntado por otros casos, Bayona
comenta diplomático: "En realidad, yo solo puedo hablar de mi
película".
En España no existen estas desapariciones en mesas de
montaje porque no se escriben personajes gays para los grandes taquillazos. Borja Cobeaga,
guionista de la saga Ocho apellidos... y de uno de los estrenos más
esperados este año, Superlópez, lo confirma: "Es complicado en el
caso de Hollywood porque si arriesgan en las sagas, los fans, defensores de la
nostalgia, pasan al ataque, y si no, son unas producciones conservadoras. En
mis películas no hay personajes gais por ninguna razón, de verdad. Puede que
además, cuando haces algo nuevo, -como algún personaje para Superlópez-
sobre un universo tan definido por su autor, sueles plantearlo asexuado".
El guionista y director apunta una tendencia constatable en el audiovisual:
"La normalización está llegando antes por la televisión que por el cine.
Supongo que porque las series de televisión están más y mejor conectadas con el
público que muchas películas".
A la derecha, la paleoveterinaria Zia Rodríguez, interpretada por Daniella
Pineda, en 'Jurassic World: el reino caído'.
La pequeña pantalla rebosa de ejemplos tanto en España
como en Estados Unidos. Star Trek: Discovery está yendo donde nunca
antes viajó este universo galáctico (de por sí el más abierto de mente, ya que
en un capítulo de la entrega original pudo verse, en noviembre de 1968, el
primer beso interracial en la pequeña pantalla). Lo mismo con Black
Lightning. Esta serie del universo Arrow que lidera Greg Berlanti ha
sido capaz de incluir en su trama una mujer superheroína, negra y lesbiana. Lo
que se esperaba de Black Panther. A pesar de todas las otras barreras
rotas por la película de Ryan Coogler y el éxito conseguido en taquilla, la
aparición de un personaje LGBT+ nunca llegó.
En España ya es habitual que en las tramas de las
series participen con absoluta naturalidad personajes de todo tipo de
orientación sexual. Tanto en comedias como Aquí no hay quien viva,
tramas juveniles como Al salir de clase o Física o Química,
policiacos como Vis a vis o Los hombres de Paco, o en apuestas
más arriesgadas como El ministerio del tiempo, con el personaje que
interpretó Cayetana Guillén Cuervo. "Y si te fijas, quienes hacen las
series y el cine suelen ser lo mismos guionistas, directores y actores",
comenta Cobeaga. "En cambio, la tele no acarrea con ese marchamo de
desconexión con el público que sí arrastra el cine".
Los Ángeles / Madrid
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