Protesta en Mumbai contra el impuesto a las compresas. Praful
Gangurde/Hindustan Times Getty
El Gobierno de India ha decidido eliminar la tasa
sobre compresas y tampones que gravaban estos productos con un 12% del impuesto
sobre bienes y servicios. En julio de 2017, la decisión de aumentar el gravamen
aplicado a estos artículos de higiene íntima femenina supuso una oleada de
críticas desde muchos sectores de la sociedad india, que lo interpretaron como
una seria barrera para la educación de la mujer en un país donde los problemas
sanitarios son la principal fuente de absentismo escolar femenino. “Estoy
seguro de que todas las madres y hermanas estarán muy felices de escuchar que
las compresas están ahora 100% libres de impuestos”, dijo el Ministro de
Economía interino, Piyush Goyal, en una rueda de prensa celebrada en Nueva
Delhi.
Como consecuencia de
aquel gravamen, la abogada y diputada Sushmita Dev impulsó una petición online
para exigir la eliminación del impuesto al considerar que transformaba un bien
de primera necesidad en un producto de lujo. Con más de 400.000 firmas de apoyo
desde el año pasado, la solicitud subrayaba que el 70% de las mujeres del país
no podían permitirse comprar compresas debido a su precio. “Este era el paso
más esperado y necesario para ayudar a que niñas y mujeres permaneciesen en las
escuelas y en sus trabajos”, declaró a la
agencia Reuters Surbhi Singh, fundadora de Sachhi
Saheli, organización nacional dedicada a concienciar sobre la higiene
menstrual. “Esto les ayudará a crecer para mostrar su verdadero potencial”,
concluyó Surbhi.
Mujeres y niñas indias sufren muchos problemas durante
su menstruación, especialmente en el entorno rural donde la falta de
información y el precio de los productos de higiene íntima fuerzan a que muchas
de ellas utilicen trapos insalubres que aumentan el riesgo de infecciones y
enfermedades. Según las encuestas, un 10% de la población femenina de la India rural cree que el
periodo es una enfermedad. Mientras que el 20% de las menores abandonan los
estudios tan pronto como empiezan a menstruar, condenándolas
a la dependencia económica, los matrimonios forzados y el resto de males que
asedian a las mujeres en los países en desarrollo.
No solo activistas, también otros sectores de la
población india han tomado conciencia de la gravedad de una situación marcada
por tabús y falta de información. A comienzos de año, por ejemplo, Bollywood
estrenó la primera
película centrada en los problemas ocasionados por la menstruación.
Basada en una historia real, Padman relata la lucha de un hombre de la India rural para crear
compresas económicamente accesibles. El propio protagonista de la cinta, un
reputado actor indio, se colocó al frente de la campaña Niine Movement,
que fomenta el uso de compresas entre la población femenina. El creador de este
movimiento nacional, Amar Tulsiyan, declaró que la eliminación de los impuestos
era “una gran victoria para todos”.
Aunque aplauden la decisión, otras activistas y
empresarias piensan que el problema sigue ahí. Si bien el Gobierno ha eliminado
el impuesto sobre la comercialización de compresas y tampones, su producción
sigue sujeta a un fuerte gravamen, de hasta el 28%. “No solo defendemos la
exención de impuestos sobre el producto final, sino sobre las materias primas y
la maquinaria usada en su manufactura.
Estos suponen una carga insuperable para empresas como
la nuestra, que trabajan para mujeres desfavorecidas y sin formación”, explica
a EL PAÍS Jaydeep Mandal, directora de Aakar Social Ventures, una empresa de
Nueva Delhi premiada a nivel nacional por sus estudios pioneros en la producción de
compresas ecológicas y económicamente accesibles. Pequeñas y
medianas empresas critican que los impuestos de producción fomentan el
monopolio de las grandes compañías, cuyos costosos productos son los que más
presencia tienen en el mercado indio.
Junto a las compresas, el Consejo de Impuestos sobre
Bienes y Servicios también ha revisado el gravamen de otros 50 productos
durante la reunión anual celebrada el sábado. Los impuestos sobre la venta de
televisores, lavadoras, frigoríficos o estufas se han reducido en hasta un 10%
sobre el porcentaje de hace un año, como también se ha recortado las tasas del
calzado. Ante las elecciones generales de 2019, el Gobierno del primer ministro
Narendra Modi intenta así atraer el voto de los comerciantes y las clases
medias, frustradas tras la abrupta subida de impuestos en julio del año pasado.
Ángel L. Martínez
Cantera Bombay
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