Playa de Vera (Almería).
Playas
Playazo de Vera.
La provincia de Almería es, desde
hace años, uno de los espacios emblemáticos en toda Europa para los naturistas.
Entre todas las playas de la región en las que es posible esta práctica (Cala
Carbón, San Pedro, De los Muertos), ésta se encuentra a escasos kilómetros de
Mojácar, en el municipio homónimo. Con dos kilómetros de orilla, está rodeada
de complejos hosteleros adaptados para ello. Para llegar, un autobús turístico
sale cada hora desde el centro de Vera.
Maspalomas.
Al sur de Gran Canaria, el encanto
de esta playa reside en sus grandes dunas de arena blanca que aislan a sus
visitantes del bullicio de la urbe. Dispone de equipo de socorristas (aunque
las aguas son tranquilas) y zona de restauración con varios chiringuitos. Hay
autobuses de línea que llegan hasta la entrada de la playa.
Calblanque.
A pocos minutos del Cabo de Palos (Murcia) de
la ciudad de Cartagena, se trata de un conjunto de tres pequeñas calas
delimitadas por roca volcánica a los pies del Parque Natural. Su acceso solo es
posible a pie, aunque existe la posibilidad de ir en coche y estacionarlo en
párkings públicos. No hay socorrista.
Dunas de la
Playa de Maspalomas (Gran Canaria).
Hoteles
Vera Playa Club (Avda. Islas Canarias 56. Vera, Almería).
Precio: desde 55 euros la noche.
Alojamientos de cuatro estrellas 100% naturista, ubicado a escasos metros de la
playa. Las habitaciones se encuentran en pequeñas edificaciones amarillas, con
acceso directo a las zonas comunes, con piscinas con toboganes y chorros de
masaje, un par de bares, restaurante tipo bufet... Un equipo de animadores se ocupa
de organizar actividades como volee playa o bailes de salón.
Magnolias Natura (Avda. Touroperador
Tjaereborg, 32. Maspalomas, Gran Canaria).
Precio: 71-95 euros la noche. Resort
en el centro de Maspalomas, con 28 bungalows, una piscina con jacuzzi, servicio
de restaurante y bar de copas. Un refugio apto solo para nudistas, sin
concesiones a textiles.
Cámpings
Piscina del cámping Relax Nat (Gerona).
Sierra Natura (Carretera Moixent s/n.
Navalón, Valencia).
Precio: 90 euros la noche en bungalow; 31
euros la noche en parcela. A pocos kilómetros de Gandía, espacio natural
perfecto para amantes del nudismo que prefieran la montaña. Además de acampar,
es posible alojarse en pequeñas casas decoradas con motivos naturales. Cuenta
con piscina y jacuzzi y se organizan rutas de senderismo por el monte.
Relax Nat (Barri Canyelles, 2. Mont-Ras, Gerona-).
Precio: 55-115 euros la noche en
bungalow; 7-8,5 euros la noche en parcela. En pleno Ampurdán gerundense y muy
cerca de las calas más importantes de la zona, como la de Playa Castell,
Estreta o S'Alguer. Hay piscina, zona de hidromasajes, pistas de tenis,
minigolf... todo apto para amantes del nudismo. En el restaurante, se sirven
platos con producto local, como el arroz de Pals o la gamba de Palamós.
El Portus (Ctra. del Portús, s/n. Cartagena, Murcia).
Precio: 23-39 euros la noche. Uno de
los cámpings nudistas más famosos de España, con una cala semiprivada a sus
pies. Con todas las comodidades disponibles, desde este emplazamiento se pueden
realizar excusiones por las calas de la costa o dar paseos por la Sierra de la Muela.
Pueblo
El Fonoll. Situado en la comarca
interior de Conca de Barberà, en Tarragona, este municipio se encontraba en
ruinas antes de ser restaurado (en 1998) y convertirse en reclamo nudista.
Ofrece alojamiento para unas 200 personas, entre turistas y residentes
habiturales, y las opciones incluyen un cámping, un área de caravanas y
apartamentos en los edificios reformados. Entre las instalaciones, destaca una
tienda, una cafetería vegetariana, biblioteca, piscina, campos deportivos...
Los inviernos son frescos, así que suele atraer a visitantes textiles. Pero en
verano, se trata de un emplazamiento 100% naturista.
Balneario
Naked Spa (Adelfas, s/n. Madrid). Abierto
de 10 a
24 h. (sábados y domingos, de 16
a 23 h.).
Precio: 15-26 euros. Balneario
urbano madrileño convertido en lugar de encuentro para naturistas, ideal para
hacer deporte, tomar el sol, disfrutar de un circuito de hidroterapia, darse un
masaje... Un oasis perfecto para los amantes de esta práctica que no tengan
vacaciones de verano.
PABLO
RECIO
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