La Guardia Civil interceptó cajas con 340 kilos de pepinos. / L. MARTÍNEZ
El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de
la Guardia Civil de Cádil se ha incautado de 340 kilogramos de holoturias, una
especie de pepino de mar protegida y a la que se le suponen propiedades
curativas y afrodisíacas. Los equidermos fueron intervenidos en un restaurante
chino, donde se confiscaron además trescientos caballitos de mar, una especie
también protegida, todo ello ya deshidratado, por lo que habría que multiplicar
por diez el peso de las capturas, obtenidas de manera ilícita.
Los detenidos tenían el producto en cajas ya
preparadas para su envío a establecimientos chinos de Avilés, Fuenlabrada,
Soria y la ciudad de Liguria, en Italia. Las almacenaban en la trastienda, las
holturias en cajas y los caballitos en bolsas.
Como resultado de la operación fueron detenidos cuatro
ciudadanos de origen chino, que ya han sido puestos a disposición judicial. Se
les imputa un delito contra la flora y la fauna por comercializar una especia
protegida en el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas
de Fauna y Flora. La actuación realizada por la Gaurdia Civil se produce como
respuesta a las capturas masivas y comercio ilícito en las costas andaluzas
sobre este espécimen autóctono, de vital importancia para el equilibrio de los
ecosistemas marinos.
Las holoturias son una especie protegida y su captura
y comercio están prohibidos
Ante las fundadas sospechas de que los responsables de
este establecimiento podrían estar comprando a pescadores furtivos de estas
especies, grandes cantidades de ejemplares, se ha organizado un dispositivo que
ha permitido conocer que estarían realizando envíos a distintos
establecimientos regentados por ciudadanos de la comunidad asiática, quienes
atribuyen a estos especímenes propiedades curativas y afrodisíacas.
Nada más comenzar la inspección, los guardias civiles
han encontrado en el almacén del establecimiento una veintena de cajas de
considerables dimensiones en las que se almacenaban miles de ejemplares de esta
especie, ya deshidratados, y numerosas bolsas con cientos de caballitos de mar,
de todos los tamaños y en el mismo estado. De la misma forma se localizaron
diversas cajas de dimensiones más reducidas, listas para su envío a través de
paquetería exprés a cuatro destinos, entre los que estaba Avilés.
El cuerpo remitió el acta de su actuación para su
análisis al Centro de Investigaciones y Estudios Marinos de El Puerto de Santa
María. El informe constató respecto a los caballitos de mar que eran objeto de
especial protección, ya que es una especie casi esquilmada, mientras que la
captura furtiva y con fines comerciales está prohibida y se considera un
delito.
EVA FANJUL / LVC AVILÉS
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