Un evento organizado por el Ayuntamiento zaragozano desata la polémica y
origina una queja ante el Ministerio de Igualdad
El Ayuntamiento de Zaragoza, que todavía gestiona el
alcalde populista Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común, promociona en el
exterior su ciudad utilizando a mujeres parcialmente desnudas que realizan
bailes eróticos. Lo hace en un evento que organiza la empresa Zaragoza
Congresos, dependiente del Consistorio, que se titula «Zaragoza CB, la sede que
se hacer querer».
Se trata de un espectáculo «fresco, ameno y
diferente», según sus responsables, pero que en la última plaza en la que se ha
desarrollado, Málaga, ha generado una notable controversia entre sus
asistentes. Hasta el punto de que varios de ellos han presentado una queja ante
el Ministerio de Igualdad.
Ocurrió el pasado miércoles. La cita era en el lujoso
restaurante Palacio Limonar de Málaga. Al acto habían sido convocados
representantes de agencias organizadoras de eventos. En principio, se trataba
de otro de tantos actos con los que una ciudad quiere «pescar» clientes en el
exterior.
La velada comenzó sin que nada hiciera presagiar el
espectáculo que se desarrollaría a continuación. Una presentadora contando los
atractivos de la capital aragonesa. Lo habitual.
En un determinado momento, la joven comenzó a hablar
de «El Plata», un cabaret de larga raigambre, con casi un siglo de historia,
que en la actualidad sigue ofreciendo espectáculos «donde conviven a la
perfección la elegancia, con la sensualidad y un punto de erotismo», según
hacen constar en su página web.
Fue entonces cuando salieron al escenario dos chicas
con vestido de noche y altos tacones para bailar una canción. Sacaron a un
hombre que se encontraba en el público que comenzó «a toquetearlas», según
cuenta a ABC una de las asistentes al evento. Terminado el «baile», el señor se
identificó como manager de la sala de fiestas, de la que estuvo hablando por
espacio de unos 15 o 20 minutos.
La cosa estaba a punto de subir de tono. Terminado su
discurso, al escenario salió una chica vestida de bailarina antigua cantando un
tema de los años 30. En un momento de la canción, se levantó la falda que
llevaba y, para asombro de todos los presentes, descubrió que debajo no llevaba
ropa interior, dejando durante un rato su sexo a la vista de la concurrencia.
Terminada esa parte del espectáculo, volvió la
formalidad. Una charla sobre los edificios modernos que han quedado en Zaragoza
después de la exposición universal dedicada al agua que celebró esta ciudad en
2008. ¿Cómo ilustrarlo? Con la salida a la pista, esta vez, de una mujer de
apariencia caribeña, que además de bailar también saca del público a otro
hombre con el que se roza en atrevidas poses eróticas. El supuesto «obligado
voluntario» pone cara de vergüenza y acaba ocultándose.
Acallada de nuevo la música, ahora tocaba hablar de
edificios históricos de la ciudad. ¿Y cómo rematar la promoción de la capital?
En las tablas, el «avergonzado» señor de antes, vestido de baturro y cantando
una jota junto a una chica ataviada con una falda de época y sus pechos al
aire. Era el preludio del fin de fiesta, una danza del vientre en la que la
bailarina portaba tan solo un tanga de hilo dejando el resto de su cuerpo a la
vista.
Del acto un buen número de asistentes salieron
anodados. Tanto que dos de las mujeres presentes acabaron dirigiendo una queja
al Ministerio de Igualdad. «No estoy en contra del mundo del cabaret y del
burlesque, que de hecho me puede gustar en otro contexto en el que YO elijo ver
mujeres y HOMBRES desnudos; pero no en un ambiente de trabajo, sin avisar al
público y en el que son sólo las mujeres las que se muestran desnudas mientras
los hombres vestidos las tocan, hacen bromas o cantan una jota», advierten en
su escrito.
Desde la organización del evento, se defiende la
idoneidad del espectáculo. Miguel Ángel Argente, director de Zaragoza
Congresos, asegura a ABC que se trataba de una presentación «limpia».
«Respeto profundamente las opiniones de todos los
demás, pero para gustos los colores», indica. Según Argente, este mismo acto se
ha celebrado ya en Bilbao, Sevilla y Valencia sin que nunca nadie se haya
quejado. El director de la empresa pública argumenta el hilo conductor de la
gala en el centenario que cumplirá próximamente el cabaret «La Plata», al que
han querido realizar un homenaje por esa efeméride. «Nuestra última intención
es ofender absolutamente a nadie», concluye.
Fernando del Valle@FernandoDValle
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