En Italia no se sancionan los comentarios ofensivos
para las mujeres
Abrir el libro por cualquier página genera vergüenza ajena o hace pensar que todo es una gran inocentada. Pero no, todo es real y está perfectamente documentado. El periodista italiano Filippo María Battaglia ha recopilado todos los comentarios y actitudes machistas protagonizados por los políticos en Italia desde el nacimiento de la República hasta la actualidad. Y lo sorprendente es que no se salva ni un solo partido.
Todos -desde la caduca
Democracia Cristiana hasta el flamante Movimiento 5 Estrellas, el Partido
Comunista o, evidentemente, la
Forza Italia de Berlusconi, que se lleva la palma-
han discriminado, menospreciado y ridiculizado a la mujer sistemáticamente. Estate callada y
vete a la cocina (editorial Bollati Boringhieri) es un retrato del
machismo que sigue existiendo en la sociedad italiana. Y quizá también en la
española.
"A las diputadas les
gusta que lleguen negros a Italia porque la tienen más grande", soltó en
una discusión parlamentaria Ignazio La Russa,
ministro de Defensa del gobierno de Berlusconi, mientras se tocaba
ostensiblemente los genitales. Era 2002, y fue uno de los comentarios sexistas
más antológicos de Italia. Pero ni mucho menos el único.
En 2013, Pier Luigi Bersani,
entonces líder del Partido Democrático (hoy en el poder), declaró en la Cámara: "En el
Parlamento nosotros aportamos el 40% de las mujeres". Y añadió
dirigiéndose al líder de Forza Italia: "¿Tu cuántas chicas traes?",
como si las diputadas fueran un objeto y la Cámara, una fiesta.
La ex ministra de Sanidad Rosy Bindi
sufrió durante años ataques dialécticos por su aspecto poco agraciado. Beppe Grillo,
líder del populista Movimiento 5 Estrellas, le dijo en 2012: "Tú nunca has
tenido problemas de convivencia con el amor verdadero, ¿verdad?". Y
Berlusconi le soltó en un debate televisivo: "Eres más guapa que inteligente".
Si se es fea, malo. Si se es
guapa, también. Son habituales los comentarios sexistas sobre la actual
ministra de Reformas Constitucionales, la atractiva María Elena Boschi.
"Con estos vestidos, no sé si Boschi será recordada por sus formas o por
sus reformas", escribió en Twitter el senador del Movimiento 5 Estrellas, Nicola Morra.
Cuando Boschi juró el cargo, lo más comentado en los medios fue su vestido y no
su preparación política... Como pasó en España durante la primera Pascua
Militar a la que la hoy ex ministra de Defensa Carme Chacón asistió en 2009.
Battaglia, reportero del
canal Sky TG24, ha consultado decenas de actas parlamentarias, libros de
memoria y periódicos. "Cuando el debate parlamentario se enciende,
aumentan los ataques hacia las mujeres", asegura el periodista a EL MUNDO.
Según Battaglia, el problema
es que en
Italia no hay sanciones contra los comentarios sexistas. Si no,
otro gallo cantaría. El autor de Estate callada y vete a la cocina
recuerda que en 2011 el primer ministro británico, David Cameron,
tuvo que disculparse tras decirle a una parlamentaria: "Tranquilízate,
cariño". Battaglia cree impensable una disculpa así en Italia. El país es
el número 23 en discriminación sexual en Europa, al mismo nivel que Eslovenia,
y sólo por delante de Grecia, Bulgaria y Rumania, según la UE.
MÓNICA BERNABÉ
Corresponsal
Roma
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