¿Por qué si escuchamos o leemos sexo oral solemos relacionar, irremediablemente, boca y genitales? ¿Dónde queda entonces toda la riqueza de esta práctica?
Sin duda, el sexo oral es mucho más de lo que solemos imaginar. Hoy, afortunado lector, ha caído en sus manos la oportunidad de descubrir las múltiples posibilidades del deseado placer oral.
Esta guía práctica del placer
oral se nutre de todos los estímulos obtenidos a través de nuestros cinco
sentidos.
Las mujeres se
erotizan por el oído. Cyrano (josé Ferrer, 1950) lo sabía y se valía de su gran
labia para ligar. CORBISVISTA.
¿Se ha encontrado alguna vez
una boca inyectada en deseo? Esa boca que tanto calla pero le está diciendo de
todo. Viendo una boca podemos intuir su textura, temperatura, humedad e
incluso su sabor. Consigue que sus hormonas se revolucionen y aflore
su fantasía. Podría conseguir, en cuestión de segundos, si asomara una leve e
insinuante sonrisa de medio lado, que no importase nada más.
Hay personas que se disgustan viendo besos apasionados por las calles, a veces por pura envidia, aunque lo escondan alegando indecencia. Sin embargo, muchos son los que ven en ellos el reflejo de sus deseos y despiertan más aún sus ganas de besar y ser besados.
Hay personas que se disgustan viendo besos apasionados por las calles, a veces por pura envidia, aunque lo escondan alegando indecencia. Sin embargo, muchos son los que ven en ellos el reflejo de sus deseos y despiertan más aún sus ganas de besar y ser besados.
OÍDO.
Escuche la erótica de la
palabra, el susurro, el secreto, la intención, el silencio.
Esa voz que gime su nombre, le habla y emite sonidos que acarician sus
sentidos. Canciones amorosas o apasionadas, puede que cantadas por personas
poco habilidosas para ello, pero que despiertan ganas de cuidar o amar
apasionadamente.
La erótica verbal
transgeneracional de coplillas picarescas, que relatan historias sobre "El
conejo de la Loles",
chiquitito y juguetón, o "la flauta de Bartolo", a la que Camilo José
Cela, en su Diccionario secreto, otorgó significado erótico. Sonreíamos
escuchando a la abuela cantar divertida estrofas que hablaban de sexo, pero sin
hablarlo, porque se lo habían prohibido.
Algunos estudios, aseguran
que las mujeres nos erotizamos más por el oído, mientras que los
hombres lo hacen por la vista. Aunque muchas seamos unas mironas, bien
sabemos el poder de seducir con el verbo y su dificultad. De ahí que muchas
mujeres prefieran contar en su vida con un Cyrano de Bergerac que asoma bajo
capa una labia seductora. Lo de menos, su nariz infinita. Que el tamaño no lo
es todo.
GUSTO.
El sabor del primer
beso, o del último, no se olvida. Besos
que saben a sexo o a algo más. Lenguas que recorren cuerpos desnudos con
sudores nuevos que saben a rico. El sexo ha de saber a sexo, no a flores ni
mandarinas, sólo a sexo.
Los besos son importantes
para generar vínculos pero, ¿realmente sabemos besar? Beso
seco o pico, francés, con lengua o morreo. Succionador o secuestrador del labio
inferior. Cazador, huidizo o el de sí pero no. Beso de Hollywood, falso, seco y
sin lengua, pero muy apasionado, aparentemente. Da igual el tipo de beso, no
hay besos mejores ni peores, ni siquiera grandes besadores. Lo
importante es, como todo en la vida, que haya entendimiento y a los implicados
le guste.
Con la boca también podemos
chupar y soplar, dos actividades que contribuyen bastante bien al apartado de
caricias orales. Beso la orejita, con chupetón húmedo, introduciendo ligeramente
la lengua, succión de lóbulo y, para finalizar, soplido suave y lento sobre lo
mojado. Una secuencia deliciosa.
OLFATO.
Sudamos feromonas. Sustancias
químicas implicadas en la atracción y el deseo sexual. Aunque no las detectemos
conscientemente, sí las delata nuestro cerebro y nos ayudan a elegir si lo
seguimos deseando o lo dejamos mejor aquí.
Existen estudios que
aseguran que el sabor de los besos y el olor corporal son determinantes en la
elección de pareja. Si nos atrae
el sabor de su saliva o el olor de su sudor, habría compatibilidad genética y
los hijos futuros, si los hubiera, estarían más protegidos. Oler un cuerpo
excitado puede considerarse un verdadero delicatessen.
TACTO.
Golosina es tocar, acariciar,
chupar y mordisquear los capezzoli (pezones en italiano). Adoro esa palabra.
Imagine lenguas juguetonas recorriendo cada rincón de su cuerpo. Pero algunas
juegan más que otras. Por suerte, esto también se entrena, no se preocupe.
Saborear la comida, una fruta, por ejemplo, sería un adecuado ejercicio para
ese músculo tan potente y peculiar.
Ahora coja una fresa, mire su color, forma, huela su aroma, acerque sus labios y asome la lengua suavemente. Juegue un rato con ella, sin morder aún, note su textura y trate de coger algunas semillitas con pequeños mordiscos inocentes. Y, de repente, abra su boca, jugosa y deseosa de fresas, e introduzca el manjar, ¿nota cómo estalla el sabor? No se lo coma aún, juegue un poco más, que invada cada rincón de su boca. Ahora trague, sienta como cae, pero no se relaje, juguetee buscando cada pedazo de fresa escondido. Y, para finalizar, asome su lengua y limpie sus labios con un estupendo lametón. ¡Uf! Cualquiera diría que no es una simple fresita lo que acaba de degustar.
Ahora coja una fresa, mire su color, forma, huela su aroma, acerque sus labios y asome la lengua suavemente. Juegue un rato con ella, sin morder aún, note su textura y trate de coger algunas semillitas con pequeños mordiscos inocentes. Y, de repente, abra su boca, jugosa y deseosa de fresas, e introduzca el manjar, ¿nota cómo estalla el sabor? No se lo coma aún, juegue un poco más, que invada cada rincón de su boca. Ahora trague, sienta como cae, pero no se relaje, juguetee buscando cada pedazo de fresa escondido. Y, para finalizar, asome su lengua y limpie sus labios con un estupendo lametón. ¡Uf! Cualquiera diría que no es una simple fresita lo que acaba de degustar.
Las lenguas juguetonas,
calientes y húmedas, son fundamentales para realizar las prácticas más
asociadas con el término sexo oral. Me refiero al 'cunnilingus' o lamer los
genitales femeninos y la fellatio, felación o estimulación bucal del pene. Para
este último, mejor practicar con un plátano, sin duda. Pero no olvidemos el
'annilingus' o beso negro, estimulación bucal del ano, que tiene menos fama
pero es bastante practicado. Para este entrenamiento un higo partido por la
mitad estaría bien. Ante todo, es importante estimular el clítoris, glande y
ano, con esa lengua juguetona. Pero siempre, aliarse con las manos,
dedos o juguetitos sexuales, será una genial idea para estimular,
introducir o deslizar el prepucio, retirar el capuchón del clítoris o abrirse camino
a través del ano.
Pero atención, estos
tres tipos de sexo oral, pueden resultar prácticas de riesgo para contagiar
infecciones de transmisión sexual o ITS, si alguna de las partes
estuviera ya infectada. No se asuste, el preservativo y los parches de látex
son nuestros grandes aliados. Eso sí, hace falta usarlos para que funcionen.
La posibilidad de toparse con
una infección hace que no sea recomendable, en absoluto, tragarse los flujos
genitales, eyaculaciones masculinas ni femeninas. Sin embargo, en la
época de las tigresas blancas, conocidas como las diosas del sexo
oral, esto no era un problema. Estas mujeres taoístas intentaban restaurar su
juventud, conseguir la iluminación a través del sexo y alcanzar la inmortalidad
espiritual practicando felaciones. Es probable que tuvieran su origen een China,
en la época del Emperador Amarillo, en el año 2.500 a.c. Algunos
consideran que son leyenda y jamás existieron. Otros, sin embargo,
están convencidos de que, no sólo existen, sino que la saga ha llegado a
nuestros días y siguen absorbiendo el aliento del dragón a través de la
felación, jugando con su esperma y usándolo incluso como loción para el cuerpo
y la cara. Con esta práctica, robaban la energía sexual a los jóvenes y
saludables taoístas, los dragones verdes, que no podían evitar rendirse ante su
escandalosa habilidad para este cometido. Con esto, se aseguraban juventud
eterna. Hoy en día, aunque la ciencia nos señale que el esperma no es tan
nutritivo ni ofrezca tantos beneficios, por su potencial energético y
asociación erótica, puede resultar un manjar para muchos paladares.
Y ahora, conociendo todo
esto, le hago una propuesta. Susurre a alguien este artículo.
Alguien a quien desees regalar unos minutos de intenso placer oral. Le aseguro
que no sólo disfrutará quien lo reciba.
ANA
SIERRA*
*Ana Sierra es psicóloga y sexóloga https://about.me/AnaSierrahttp://www.elmundo.es/vida-sana/2015/10/28/5628b859ca4741980a8b45ed.html
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