La puerta del local - DE SAN
BERNARDO
La Policía Municipal desalojó
en la capital un establecimiento de ocio especializado en fiestas y orgías por
superar el aforo legal autorizado, había más del doble -98 en vez de 43-;
permitir el consumo de sustancias estupefacientes en su interior; exceder el
horario y realizar actividades distintas a las autorizadas. Todo ello ocurrió
el pasado domingo al mediodía en el distrito de Moncloa. La operación
acabó con sanciones por los diversos incumplimientos.
Lo más curioso del caso es
que solo
accedían al local los conocidos o asistentes a las celebraciones,
por lo que los intentos de los agentes de entrar resultaban infructuosos, tanto
si iban de uniforme como de paisano. Nadie les abría, a pesar de que habían
llamado a la puerta del Despoiler Liberal Pub en varias ocasiones, a raíz de las
quejas de los vecinos del número 17 de la calle de Luisa Fernanda por exceso de
ruido y trasiego de gente, hasta que, finalmente, lo lograron.
Cuando lo hicieron, en la
inspección del local se encontraron para su sorpresa con cuartos oscuros donde se
practicaba sexo duro, preservativos por el suelo, artículos para practicar
sado-maso y diversas sustancias estupefacientes. Entre ellas,
popper, éxtasis o cocaína, de las que se habían desprendido sus dueños,
tirándola. Mientras, otros habían intentado destruir parte, quemándola en una
papelera; por ello, los funcionarios de la Unidad Integral de
Moncloa no pudieron detener a nadie, ya que se habían deshecho de la droga.
«La
Fiesta del Azote»
Al parecer, como el propio
nombre del local indica, «liberal pub», está especializado en realizar fiestas
temáticas a la carta a iniciativa de los clientes o propia: «Noche golfa. Ángel y
demonio», orgías gays como se publicitan en su Web. En el
evento se despedían por vacaciones hasta el 6 de agosto, cuando se haría la «Fiesta del Azote».
Sin embargo, el
establecimiento carecía de permiso para este tipo de eventos, ya que está
catalogado como bar especial, lo que le permite servir copas con o sin
actuaciones musicales y ampliar su horario hasta las tres de la madrugada desde
la una del mediodía. En este caso, incumplía ambos extremos. Los agentes habían
observado que muy cerca de la entrada del pub, en un coche con los cristales
tintados, una
persona con un pinganillo hacía las veces de portero y daba las instrucciones al personal
del interior para que franquearan la entrada.
Por ello, el domingo
aprovecharon la entrada de unos clientes para «colarse», mientras «inutilizaban»
al ojeador. En la Web
del pub, reza: «Un nuevo concepto en la noche donde lo importante es
disfrutar del sexo no convencional (tanto hetero, como homo, bi
o trans), llevar a cabo tus fantasías junto a otras parejas o personas como tú
y tomarte tu bebida preferida escuchando la mejor música». Y agrega: «Todo ello
en un ambiente distendido. Disfruta de nuestras fiestas dedicadas a cada
colectivo».
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