Fotograma de la película 'The dreamers'
(2003), de Bernardo Bertolucci. FOTO: Cordon Press
Ya es hora de admitir que no
hay modelos universales. Cada vez más relaciones rechazan ser encorsetadas para
vivir alternativas propias e igualmente gratificantes. Estos alérgicos a los
tópicos asumen que existe un abanico de opciones que podría condensarse en este
pequeño diccionario de la heterodoxia.
Follamigos
Quienes defienden estas
relaciones están convencidos de que la amistad y el sexo pueden
ser una magnífica combinación, física y emocionalmente satisfactoria, y además
exenta de molestos compromisos. Amanda, usuaria de un blog de parejas, razona
allí sus ventajas: "Es fantástico contar con ellos [amigos con derecho a
roce]; no esperan compromiso, no te montan un pollo si un día no quieres quedar
y no tienes que planificar las vacaciones pensando en si les gustará el
destino. Y esa es la gran diferencia con una pareja formal, que no hay ataduras
ni obligaciones para satisfacer a la otra persona en el día a día". Miley
Cyrus lo entiende así. Antes de rehacer su relación con Liam Hemsworth tuvo dos
amigovios (el término aceptado por la
RAE), el actor Jared Leto y la modelo de Victoria's Secret
Stella Maxwell.
Asexuales
Aman con la misma intensidad,
pero no necesitan la intimidad física. Eloise y Fred son buen ejemplo de ello.
Se conocieron hace cuatro años y esperan seguir juntos el resto de sus vidas.
"No he tenido el más mínimo contacto sexual con Fred, pero me satisface
plenamente. Y yo a él", dice Eloise. Y añade: "como nosotros hay
muchas otras parejas. La sexualidad es una gran mentira". Así lo creía
Salvador Dalí ("El sexo no es para mí", dijo y aun así mantuvo una
larga y apasionada relación con Gala), lo proclama el cantante Morrissey
("No puedo imaginar mi cuerpo respondiendo a un estímulo sexual") y
según la popular web TMZ, también lo vive con discreción el actor Robert
Pattinson.
'Swingers'
"¿Acaso no podemos
permitirnos relajar la cláusula de exclusividad de 24 horas, siete días a la
semana, de nuestros contratos de compromiso?", se pregunta la periodista
Helen Croydon. Los que practican el intercambio de parejas sí
lo creen. Además, según han comentado actrices como Megan Fox o Mo'Nique, es
una buena manera de salpimentar la propia intimidad.
'Otakus'
Es el nombre que reciben en
Japón quienes renuncian a los amores reales por las perfectas parejas
virtuales. Se trata de relaciones a través de programas informáticos que
recrean su media naranja, con la que quedan a comer, van al cine y practican
cibersexo. Nurika es una 'otaku' que en el programa This World, de la BBC, explicaba su opción así:
"Con novios de verdad una tiene que considerar el matrimonio, así que lo
pensaría dos veces antes de salir con un hombre en tres dimensiones".
Relaciones híbridas
A uno no le interesa el sexo
o se conforma con el que comparte con su pareja; el otro desea una
actividad sexual más intensa. La solución es que la busque fuera de casa tras
un acuerdo que suele establecer como condición que los encuentros sean
esporádicos y nunca más de dos veces con la misma persona, similar al que, todo
indica, establecieron hace mucho tiempo los Clinton; o al que Demi Moore
ofreció, si es verdad lo que afirman algunos amigos cercanos, a Ashton Kutcher
para salvar su relación.
LAT ('Living Apart Together)
"Tres años después de
divorciarme comencé otra relación. Ya me había acostumbrado a estar sola, a
hacer de mi capa un sayo sin tener que dar explicaciones a nadie. A él le
pasaba igual, de modo que decidimos no seguir viviendo en la misma casa, juntos
pero no revueltos. Y de eso ya hace casi cinco años", dice Sofía, una
enfermera que se acerca a la jubilación. Podría ser la portavoz de una tendencia
cada vez más habitual entre parejas que entienden que la convivencia puede
restar más que sumar. Durante años, Helena Bonham Carter y Tim Burton hicieron
que su matrimonio funcionara residiendo en casas contiguas. El mismo acuerdo
entre Monica Bellucci y Vincent Cassel tuvo éxito durante más de una década. Y
Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre compartieron su amor 50 años pero nunca
convivieron ni se casaron.
Flexisexuales
Podría considerarse una
variante de las parejas abiertas. En este caso, la búsqueda de placer
fuera de la relación surge porque uno de los dos se siente atraído también por
personas de su mismo sexo, y el otro considera mejor
permitirle vivir esas experiencias antes que la frustración suponga un lastre
para el amor.
Una manera altruista de cohabitar con la bisexualidad, como han conseguido
hacer las actrices Anna Paquin o Evan Rachel Wood.
Poliamorosos
Para ellos las relaciones no
son exclusivas y los sentimientos resultan más enriquecedores si se comparten
con dos o más. Según la escritora Lucía Etxebarría, "es la filosofía no
posesiva, honesta, responsable y ética de amar a varias personas al mismo
tiempo. Implica el consentimiento de los involucrados". Blythe Pepino,
cantante que puso banda sonora al filme 'Cincuenta sombras de Grey', lleva años
con Tom Jacob y, en paralelo, casi dos saliendo con Alice, una artista de
Bristol. Tom también disfruta de otra relación, con una joven que conoció a
través de Tinder.
Parejas abiertas
Se aceptan aventuras con
terceros. Casada hace 23 años, Noelia siempre quiso vivir su amor en
libertad: "Lo que hagamos fuera de casa importa poco", dice. Como
Brad Pitt y Angelina Jolie, que afirman que la fidelidad no es esencial, o Will
Smith y Jada, quienes han dicho: "En nuestros votos matrimoniales no juramos
renunciar a todos los demás".
HUGO DE LUCAS
http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2016/08/06/57a0953646163f67498b45b9.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario