El deseo sexual no solo se
estimula con fantasías y juegos picantes. Las tareas domésticas también pueden
avivar la llama del amor cuando los miembros de la pareja las asumen por igual.
Lo afirma un estudio del pasado marzo de la Universidad de Alberta
(Canadá). Tras analizar a más de 1.338 parejas, los investigadores hallaron que
aquellas en las que el hombre contribuía equitativamente al cuidado del hogar
tenían más encuentros sexuales.
Tarea del hogar
“Compartir las tareas
equitativamente del hogar mejora tu disfrute y el de tu pareja y, a nivel
sexual, el momento del coito”, indica Raquel Gargallo, coach sexual.
Añade que las labores caseras suelen crear muchos enfrentamientos y conflictos,
porque quitan mucho tiempo al miembro de la pareja que más las realiza. Aunque
poco a poco empieza a cambiar, gran parte de la sociedad todavía da por sentado
que en las parejas heterosexuales son las mujeres quienes deben encargarse de
la mayoría de obligaciones; y eso agota, estresa y quema. En el otro extremo,
compartir las tareas significa sentirse mejor, sufrir menos presión y agobios y
disponer de más tiempo libre para estar con el otro.
Mal reparto = tensión
Cuando trabaja temas de
conflictos de pareja o de sexualidad en pareja, Nayara Malnero, psicóloga y
sexóloga de Sexperimentando, encuentra que, muchas veces, la raíz del problema
está el reparto de tareas. “Si yo comparto la casa contigo y soy siempre la que
limpio, la que estoy cansada, voy a estar más enfadada, consciente o
inconscientemente, contigo. Si me siento más cansada, más frustrada y más
estresada, ¿cuáles son las probabilidades de que yo quiera tener sexo contigo?
Muy bajas”, responde. Asegura que las parejas que se sienten en igualdad, que
se reparten al 50% las tareas, que se apoyan mutuamente, mantienen una relación
más equilibrada en todos los sentidos.
Tareacompartida
“Compartir
equitativamente las tareas del hogar mejora tu disfrute y el de tu pareja y, a
nivel sexual, el momento del coito”
Raquel
Gargallo, ‘coach’ sexual
Dado que no todas las parejas
están bien sincronizadas en lo referente a las obligaciones de la casa, ¿cómo
alcanzar el equilibrio ideal? Nayara Malnero aconseja negociar al 50% el
reparto de tareas, salvo que uno trabaje y otro no. “Con tu compañero de piso,
que no es tu pareja, no te planteas que él limpie más que tú. Pues hay que
tomárselo más como compañeros de piso”, dice.
Espolean las fantasías
Un reparto igualitario puede,
además, dar lugar a juegos picantes, como afirma la sexóloga Silvia C.
Carpallo. “En las tareas del hogar hay ciertas connotaciones de sumisión y
dominación, que a veces juegan un papel en nuestras fantasías, que pueden ser divertidas
siempre que sean compartidas”. Y agrega: “Muchas veces podemos resultar mucho
más atractivos a nuestra pareja con nuestra ropa de estar en casa y una coleta
mal hecha, la indumentaria normal en un momento de limpieza en casa, porque nos
mostramos tal como somos, y eso a veces es lo más sexy”.
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