miércoles, 7 de septiembre de 2016

Insectos exquisitos: la última tendencia 'foodie'


Aunque a priori no suene demasiado apetecible verlos en el plato, los bichos son un auténtico manjar en muchas culturas del mundo .MAURICE MARCELLIN
Para muchos la cosa más asquerosa del mundo, en numerosas zonas de Latinoamérica los insectos están catalogados como una exquisitez de primer orden. En España, donde existe un vacío legal sorprendente al respecto, son cada vez más los restaurantes que optan por incluir en sus menús más sofisticados la presencia de estos 'bichos' que tanto protagonismo han venido teniendo en la historia de las gastronomías asiáticas y centroamericanas.
Es precisamente esa ausencia de normativa al respecto, que impide a los consumidores adquirir estos animales para cocinarlos y consumirlos en casa pero que no lo hace para que los restaurantes con proveedores extranjeros se hagan con ellos, la que ha llevado a muchos locales de restauración en España a ofertarlos en sus llamativos menús.
Para aquellos con los paladares menos prejuiciosos, éstos son los insectos que ya pueden encontrar en cada vez más restaurantes españoles y que jamás hubieran pensado que comerían. Para el resto, recordarles que instituciones como la Agencia para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO) o la Organización Mundial de la Salud (OMS), alientan y promueven el consumo de estos sabrosos bichos en todo el mundo.
Chapulines
Probablemente el insecto más popular, conocido y consumido en países como México. La palabra, procedente del náhuatl, significa "insecto que brinca como pelota de hule", y no son más que pequeños saltamontes. Tostados con chile o marinados en limón se consumen como un fruto seco. Esta fuente inagotable de vitamina A es también el más fácil de encontrar en España.
Chinicuiles
Sin duda alguna uno de los más extraños para los paladares menos duchos en el exotismo gastronómico. Se trata de gusanos del Manguy, blancos y rojos, de unos tres centímetros de extensión. Su consumo habitual es frito y acompañado de verduras y salsa en tortillas. Si consigues olvidar lo que tienes en la boca disfrutarás de un sabor vegetal de lo más interesante.
Jumiles
Otro de los que más prejuicios levanta a este lado del océano son estas chinches. Dado su escaso tamaño, es normal encontrarlos integrados en salsas picantes para carnes o en guacamole después de tostarlos dotando de un sabor terroso a la receta. Son una gran fuente de vitaminas, riboflavina, niacina y yodo.
Hormigas chicatanas
Las chicatanas no son otra cosa que un tipo de hormigas gigantes cuyo tamaño se eleva hasta 2,5 centímetros. Para degustarlas en un plato lo más común es freírlas, aunque en algunas regiones de México se opta también por hacer con ellas una salsa después de quitarle las alas y la cabeza. Crujientes como los kikos de maíz, tienen también un sabor terroso.
Escamoles
Conocido como 'el caviar mexicano', los escamoles son las larvas de la hormiga. Con una textura muy particular son uno de los insectos comestibles más caros. Sus consumos más populares son, o bien fritos integrados en tacos, o bien sobre todo tipo de tortillas aderezados con salsas, más o menos picantes.
Ahuautles
Si los escamoles son las larvas de la hormiga, los ahuautles son las huevas de un mosquito acuático. Para probarlas, normalmente se tuestan primero y se secan después. Otra manera de cocinarlas es rebozándolas en huevo y friéndolas más tarde para acabar incorporándolas a alguna salsa con algo de grasa, tipo guacamole, y acompañándolas de una tortilla.
El listado de 'bichos comestibles' es de lo más extenso. Se habla de más de 2.000 especies de insectos que son consumidos diariamente en todo el mundo, de los cuales, un cuarto, proceden de México.
En España ya no es nada complicado encontrar en cualquiera de las grandes ciudades un restaurante en el que disfrutar de esta interesante propuesta gastronómica y desvirgarse en la deliciosa tarea de disfrutar de la cocina con insectos.n En la mesa, como en tantos otros campos, también empieza a triunfar la fórmula de "¡prejuicios fuera!".
Diego  Bermejo

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