El universo swinger, es decir,
el del intercambio de parejas (al que por cierto, ellos se refieren como
‘ámbito liberal’), tiene un corto recorrido en España, donde nació como un
movimiento entre intelectuales y artistas en los años 80. Pero llegar el
último, a veces, tiene sus ventajas. “Los españoles todavía están dispuestos a experimentar”,
explica Sami
Benorman, webmanager de Wyylde, una red social para intercambio
de parejas y tríos. La ventaja del hambre española por experimentar frente a la
sapiencia gala reside en que las experiencias de intercambio de parejas han
terminado por convertirse en una práctica sistematizada en Francia. “Allí está
más organizado y mucho más avanzado, cierto, pero ello le quita el morbo del
juego. En España sí existe ese proceso naíf de ir descubriendo cosas nuevas”,
explica Sami, que se mueve en este mundo desde los 19 años.
Cómo iniciarse en el universo swinger
La comunicación (como ocurre
en cualquier asunto de pareja) es lo primero. Hay que establecer bien los
límites -”definir es limitar”, decía Oscar Wilde- y no hacerlo de forma
egoísta. “Creo que una de las mejores
cosas de ser mujer swinger es el empoderamiento sexual que te otorga este
universo. En la mayoría de parejas, somos nosotras las que decidimos qué
hacemos, con quién lo hacemos y hasta dónde llegamos”, confiesa Daniela,
usuaria de la app de intercambio de parejas SwingerApp.
La forma perfecta para que
funcione reside en que ambas partes tengan realmente claro que quieren hacerlo
y que se conozcan a fondo. “Si solo llevas un año con tu pareja, es difícil que
puedas entrar en esta práctica de forma equilibrada”, puntualiza Sami. “Si en
una pareja uno de los miembros no está de acuerdo completamente, no recomiendo
que se fuerce a ello o que lo haga porque al otro le apetece. Formar parte del
universo swinger es una decisión de dos, que debe ser consensuada y hablada con
libertad”, asegura Daniela. Coinciden en aclarar que el intercambio de
parejas no funciona como fórmula para aclarar problemas en la pareja.”El sexo es esencial en la vida de la pareja,
pero no salvará una relación”, asegura Sami.
"Ir a un club liberal puede ser una opción, aunque hay muchos
primerizos que tienen miedo de encontrarse a alguien conocido"
En Wyylde puedes abrirte un
perfil e ir investigando las normas (porque las hay), las personas con las que
interactúas y los vídeos que ahí se cuelgan. Sí: los usuarios pueden colgar sus
vídeos exhibicionistas con total libertad y pueden
verlos sin tener que pagar cuotas. Fernando, pareja de Daniela, da un consejo
para los que quieran iniciarse. “Una vez tomada la decisión, ir a un club
liberal puede ser una opción, aunque hay muchos primerizos que tienen miedo de
encontrarse con alguien conocido. Por eso, para vencer la timidez y poder
organizar una cita tranquilamente en casa, hay plataformas online o apps”.
Si no tienes pareja, pero te
pica el gusanillo, nada como ir con tu follamiga. “Creo que esa es la relación
perfecta para el intercambio de parejas”, explica Sami, que nos cuenta que hay
muchas parejas infieles (es decir, ambas partes tienen su pareja y les están
poniendo los cuernos el uno con el otro) que participan en estas prácticas.
“Con tu amante haces cosas que no harías con tu mujer”, asegura. Mientras que
en los locales suele ser necesario ir en pareja, en Wyylde puedes entrar
estando soltero. Pero Sami advierte que hay que conocer las normas (practicar
sexo seguro, no obligar a la pareja a hacer algo que no quiere y respetar las
fantasías sin juzgarlas). “Esto no es
mejor que pagar una puta”, aclara.
¿Qué puede aportar a mi relación de pareja?
“En nuestro caso ha sido, por
decirlo así, muy liberador. Ha afianzado más nuestra relación de pareja.
Adentrarnos en este universo era una inquietud que latía en nosotros. Decidimos
compartir la idea, llevarla adelante y comprobamos que satisfacía nuestras
expectativas”, confiesa Daniela, usuaria de SwingerApp. Tanto su pareja,
Fernando,
como Sami, webmanager de Wyylde, coinciden en señalar el factor social de estos
encuentros. “Entablar relación con otras parejas liberales nos ha
permitido ampliar nuestro círculo de amistades y entrar en contacto con
personas que de otra manera no habríamos tenido la ocasión de conocer. En el
fondo, el universo swinger es un escenario más de socialización; y el sexo con
otras parejas, una herramienta para ello”, explica Fernando. “Conoces gente y
descubres un mundo nuevo. La media de edad es de parejas de entre 30 y 40 años.
Este perfil ya ha dejado atrás la época de salir de forma salvaje. En un local
liberal, casi todos tienen tu edad. Puedes bailar, conocer gente, hacer amigos
de diferentes horizontes… Yo he
conocido políticos, jueces, artistas, campeones deportistas, toreros… Gente que
en tu vida social normalmente no conocerías. Es una forma de salir de tu
burbuja”, asegura Sami, que alega que el intercambio de parejas aporta
emociones nuevas, algo ideal en parejas que llevan mucho tiempo juntas y que
han perdido la magia de la sorpresa.
“Lo maravilloso del fetish es que todavía existen códigos y normas. Hay
protocolos que no existen ya en el universo swinger"
El 'dress code', locales y
niveles de encuentros
No solo en las bodas y en las
fiestas se imponen normas de vestuario. En el universo swinger, contra lo
que cabría esperar, no todo son bodies de encaje rojo y fustas.
En Alemania prima el dress
code fetichista. “Lo maravilloso del fetish es que todavía existen códigos y
normas. Hay protocolos que no existen ya en el universo swinger. Ahora el
charcutero puede jugar con el abogado”, apostilla Sami.
En Francia se apuesta por la
elegancia y el glamour. Jamás veremos a nadie en vaqueros. Las mujeres llevan
minivestidos
de marca ceñidos con tacones vertiginosos.
En España los looks son más
relajados y casuales. “Hay de todo,
pero podrás ver a mujeres en vaqueros. La verdad es que da igual: en media hora
van a estar desnudas”, dice Benorman. Sin paños calientes. Claro que sí.
(iStock)
El primer nivel para
iniciarse en el intercambio de parejas comienza en los locales, a los que se
puede ir simplemente a observar. No hace falta actuar la primera vez. De hecho,
hay parejas que necesitan muchas visitas para atreverse. En Barcelona está
Uhomo, un local sin pretensiones pero de buen ambiente. La entrada ronda los 20
euros. Oops, también en la
Ciudad Condal, es emblemático. Sus increíbles instalaciones
atraen a gente de Francia y Alemania. La entrada ronda los 50 euros.
Aunque hay muchos locales, hay que destacar Fusión (Madrid), Training Pedralbes
(Barcelona) y Aditi (Alicante).
En el segundo nivel entran en
juego las fiestas privadas. Hay fiestas en las que solo se invita a los más
experimentados. Las páginas son importantes para conseguir que te inviten: cualquier
perfil puede ser organizador de fiestas. Hay un
proceso: se chatea, el organizador analiza tu perfil (en el que hay fotos, se
indica lo que se busca exactamente y se señala el grado de experiencia) y
decide si invitarte. Otra vía es conocer a una pareja o a una persona que te
recomiende al organizador. O te apadrinan, o entras directamente invitado por
el encargado de organizar fiestas.
Ahora que lo sabes todo sobre
el mundo swinger… ¿Te atreves a probarlo? Al fin y al cabo, puedes ir en
vaqueros...
Marita Alonso
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