· En los últimos 10 años, 26,4 millones de personas se han desplazado de manera forzosa debido a eventos meteorológicos extremos
El sonido es suave y repetitivo, como un lento redoble
de tambor, pero no son baquetas. Son los pasos de cientos de personas que
caminan, huyendo de sus hogares, mientras miran al cielo esperanzados para que
caiga una lluvia que lleva semanas, e incluso meses, sin dejar ni una sola gota
en sus cultivos.
Sequía en Honduras
La intensa sequía que está asolando países como Kenia,
Somalia o Sudán del Sur, ha provocado que millones de personas emigren a otros
lugares huyendo de la hambruna y la falta de recursos. “Es evidente que el
cambio climático está actuando como un multiplicador de las amenazas y
vulnerabilidades existentes, pero donde más impacto tiene es en regiones
afectadas por la sequía de los suelos, la contaminación, una acción industrial
desmedida y, sobre todo, el calentamiento global”, apunta María Jesús Vega,
portavoz de ACNUR España, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Esta dramática situación, la emigración provocada por
el cambio climático, se conoce como “desplazados climáticos”, “refugiados
climáticos” o “migrantes ambientales”. Un fenómeno que se ha acentuado en los
últimos años debido a que la forma de vida de muchas regiones está en riesgo
como consecuencia de circunstancias climatológicas adversa. “Formalmente, la
Organización Internacional para las Migraciones define ‘migrantes ambientales’
como personas o grupos de personas que, debido a alteraciones graduales o
abruptas en el medioambiente que afectan negativamente a sus vidas o a sus
condiciones de vida, se ven obligadas a abandonar sus hogares o deciden
hacerlo, de manera temporal o permanente, y se desplazan dentro de su
territorio o fuera de él’”, detalla Lara Lázaro, investigadora del Real
Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos.
Hasta mil millones de desplazados
A día de hoy, las cifras de emigrantes o desplazados
climáticos presentan variaciones muy significativas en función de las fuentes
de información. “No hay en la actualidad estimaciones robustas, pero en un
reciente análisis publicado por el Parlamento Europeo en 2018, se indica que
26,4 millones de personas se han desplazado de manera forzosa al año desde hace
10 años, una cada segundo, debido a eventos meteorológicos extremos como
sequías o inundaciones”, detalla Lázaro.
No obstante, en la actualidad no se reconoce el
término “refugiados climáticos” ni a nivel internacional ni en la Unión
Europea, aunque sí existe una preocupación creciente por el problema de los
desplazamientos de personas sometidas a estrés ambiental ya que, en los
próximos años, se espera que los eventos climáticos, de consecuencias
desastrosas, sean más frecuentes y severos. Las estimaciones de ACNUR calculan
que, en 50 años, entre 250 y 1.000 millones de personas tendrán que abandonar
sus viviendas y trasladarse a otros países si no se frena el calentamiento
global.
“Se prevé que con el tiempo el cambio climático
provoque desplazamientos de población cada vez más numerosos y complejos a lo
largo y ancho de las fronteras, con el suficiente potencial para provocar
guerras y conflictos por los escasos recursos”, advierte la portavoz de ACNUR
sobre la importancia del problema.
“Es un fenómeno mundial, todo el planeta se verá
afectado de una u otra manera”
Este fenómeno es más visible en la región del Cuerno
de África, Asia, el Sahel y algunas regiones de Centroamérica, pero ningún
lugar del mundo está a salvo, como han demostrado recientemente los
devastadores incendios de California en EEUU, con miles de desaparecidos.
Incendios en California
“Es un fenómeno mundial, todo el planeta se verá
afectado de una u otra manera”, advierten desde ACAMPA, una iniciativa
ciudadana sin fines de lucro integrada por diversos colectivos con el objetivo
de defender los derechos humanos, el derecho Internacional Humanitario y el
derecho a refugio.
Los eventos climáticos extremos aumentan
Un reciente estudio, realizado por científicos de la
Universidad de Standford, en EEUU, asegura que el calentamiento global ha
aumentado la gravedad y la probabilidad de los eventos climáticos extremos, ya sea en
términos de sequía o en lluvias torrenciales. “En las últimas dos décadas el
número de desastres naturales registrados se ha duplicado, pasando de 200 a más
de 400 al año y nueve de cada 10 desastres naturales se relacionan con el
cambio climático”, apuntan desde ACNUR.
En esta línea, el último informe global del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas
en inglés) estima que, en el año 2100, la subida del nivel del mar a nivel
global puede aumentar hasta 77 cm con respecto a los registros del periodo
1986-2005. Un incremento que provocaría que millones de personas estén
expuestas a inundaciones y al colapso de las infraestructuras.
"Los daños causados por el clima extremo y los
eventos climáticos han aumentado, y 2017 fue el año en el que se han registrado
unos costes récord, lo que indica que no estamos preparados para el clima de
hoy en día y mucho menos para un incremento del calentamiento global",
señalaba en un comunicado Noah Diffenbaugh, uno de los mayores expertos en
investigación sobre el clima.
Nuevos desafíos climáticos
La delicada situación medioambiental, provocada por
la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, abre un nuevo
frente de actuación en materia humanitaria que aumentará en los próximos años
por culpa del cambio climático. Actualmente varios tratados, como la Convención
de Kampala sobre los desplazados internos de la Unión Africana, aportan una
protección importante en materia de derechos humanos a personas desplazadas por
factores medioambientales o los desastres naturales.
Sin embargo, los países más fuertes, los que más
contaminan y que tienen una mayor responsabilidad en las consecuencias del
calentamiento global, y las medidas que han adoptado parecen no ser suficientes
para mitigar las consecuencias. “A nivel mundial se han firmado diferentes
acuerdos, pero de momento tienen escaso compromiso por parte de las grandes
potencias, que son las que más contaminan”, detallan desde ACAMPA.
Grandes migraciones
“Adaptarnos a las consecuencias del cambio climático
previsiblemente reducirá el número de personas que migran”
Para reducir el impacto de la acción humana, el Acuerdo de París, ratificado por la gran
mayoría de países, persigue limitar la subida las temperaturas y minimizar las
fuentes contaminantes, entre otras propuestas. “Adaptarnos a las consecuencias
del cambio climático previsiblemente reducirá el número de personas que
migran”, apunta Lázaro. En este sentido, Europa es la región con mayor
compromiso en la lucha contra el calentamiento global y por el desarrollo de
políticas migratorias más eficaces, tal y como señalan fuentes del Real
Instituto Elcano.
“Desde ACNUR ofrecemos apoyo a los gobiernos para la
adopción de marcos jurídicos, capacidades y políticas que ayuden a reducir
riesgos y garantizar protección a las personas desplazadas por estos motivos,
aunque son los gobiernos nacionales los principales responsables de la
protección de las personas desplazadas dentro de sus propios países”, esgrime
la portavoz de la entidad.
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