sábado, 29 de diciembre de 2018

Hara hachi bu, el secreto japonés cuenta que comer menos es vivir más

En Okinawa se practica esta disciplina y sus habitantes son los más longevos del mundo
El pensador chino Confucio recomendaba comer hasta estar lleno al 80%. De esta forma, contaba, las personas vivirían más años. Esta técnica ha traspasado las fronteras chinas y lleva tiempo aplicándose en Japón, bajo el mantra «Hara hachi bu», que se repite antes de cada comida.
Se practica en Okinawa, el único lugar del mundo con un régimen calórico autoimpuesto. La isla es también el lugar del planeta con una esperanza de vida más alta y con mayor número de ancianos de buena salud que supera los cien años, el índice de masa corporal (IMC) de sus mayores oscila entre el 18 y el 22.
El régimen se aplica desde principios del S.XXI y sus resultados revierten en los análisis de la población: se han reducido los ataques al corazón, los diagnósticos de cáncer y el colesterol de los pacientes ha caído de forma considerable.
Tal fue el éxito de esta disciplina que se ha convertido en una tendencia mundial cuyas directrices se adaptan a las condiciones de los diferentes países donde se lleva a cabo. Muchos complejos de lujo empiezan a acoger esta tendencia porque «aporta un control de la salud interna que nuestros huéspedes merecen aprender», cuenta Arianna Calcaterra, gerente de marketing y comunicación del hotel Ritz Carlton de Tenerife.
«Nosotros intentamos escuchar a nuestros huéspedes y estar a la vanguardia en las tendencias más saludables, y todo el mundo lleva tiempo hablando del Hara hachi bu», reitera.
Una de las máximas de la dieta japonesa es que los alimentos deben ser frescos, naturales y locales. De esta manera serán más saludables y se evitarán los conservantes y otros agentes externos poco saludables. En el hotel se adapta la carta de su restaurante cocinando los platos con alternativas autóctonas como el plátano o la papaya.
Calcaterra recomienda también una rutina eficaz de ejercicios que cualquier persona pueda aplicar en su día a día «independientemente de cuál sea su estilo de vida». Ponerse en manos de un profesional sería lo más adecuado, tanto a la hora de elegir una rutina deportiva como al definir una dieta. Sin embargo, enumera una serie de pautas universales.
Dieta
«Debe hacerse progresivamente para que el cuerpo lo acepte bien. Es un estilo de vida alimenticio que se basa en reducir las porciones que comes mientras se aumenta el consumo de pescado y se disminuyen o sustituye la ingesta de carnes rojas», explica Calcaterra.
En Japón el consumo de pescado es muy superior al de carne, por eso se aconseja que éste ocupe el lugar de la carne en la dieta de una manera paulatina.
«Se recomienda ingerir pescado unas tres veces por semana, preferiblemente crudo o, si es cocinado, siempre horneado o a la plancha», cuenta Calcaterra. Con la carne, explica, ocurre lo mismo, y siempre que se desee consumir cocinada que sea con «poco aceite y de origen vegetal».
Pescado en vez de carne. Crudo, a poder ser - GTRES
Otro de los puntos esenciales de la dieta es sustituir las grasas de origen animal por las vegetales, un ejemplo de ellos sería emplear margarina en vez de mantequilla.
También es recomendable comenzar a probar suerte con algunas alternativas vegetarianas a la carne, como el tofu. Si el interesado no desea dar este paso, otro buen consejo es aumentar el número de sopas, cremas y caldos en la dieta. Eso sí «siempe intentando evitar en la elaboración los ingredientes de origen animal».
Comer despacio es la piedra angular de la dieta y debe seguirse a rajatabla. La explicación es que las células del estómago tardan unos 20 minutos en detectar que éste está lleno, es decir, cuando llega la sensación de tirantez en la zona abdominal.
Combinar la dieta con ejercicio moderado
Calcaterra hace hincapié en la importancia del ejercicio para que el organismo funcione correctamente y, a la vez, para alcanzar los resultados deseados en una buena dieta.
Insiste en que en el complejo tinerfeño cuentan con entrenadores personales que adaptarán el ejercicio a la rutina del huésped. Recomienda practicar desde stretching a estiramientos pasando por spinning o crossfit.
«Si el interesado lleva un estilo de vida sedentario se pueden aplicar algunos ejercicios sencillos a su día a día». Se refiere a los estiramientos, aunque no niega la eficacia de llevar una rutina de yoga.
«Es muy bueno estirar el cuerpo después de levantarse por la mañana», recomienda. «Aunque también conviene durante la jornada laboral cada dos horas, por ejemplo, poner la cabeza entre las piernas y mantenerla unos segundos ahí o levantarse y recoger la punta del pie contrario desde la parte de atrás del cuerpo». De esta manera se evitarán contracturas y se aliviará a la espalda de gran parte de su carga.
Caminar es otro de los ejercicios que se recomendables para cualquier tipo de persona. Una gran rutina es empezar el día caminando, excluir al transporte público de la agenda. También levantarse cada dos horas de la silla de la oficina y andar porque la espalda, dice, lo agradecerá.
En casa, siempre y cuando se disponga de una bicicleta estática o una elíptica, conviene utilizarlas. También practicar una rutina de abdominales, dependiendo siempre de las necesidades y capacidades de la persona.

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