Entre las innovaciones de esta edición del CES, se encuentra un club de
estrípers en realidad aumentada con bailarines virtuales y un ‘masajeador
personal’ que se puede controlar desde un reloj inteligente.
MysteryVibe, con sede en Gran Bretaña, muestra un
estimulador "Tenuto" diseñado para genitales masculinos en un evento
cerca del piso de Consumer Electronics Show en Las Vegas el 8 de enero de 2019.
Glenn CHAPMAN / AFP.
Las Vegas, Estados Unidos. Desde la imprenta y la videograbadora hasta el sexo de realidad virtual,
el entretenimiento para adultos siempre ha sido un importante catalizador para
impulsar la innovación y la transformación tecnológica.
Para muchos de los asistentes a la feria anual
Consumer Electronics Show (CES) en Las Vegas, la atracción se concentra en las
tostadoras y aspiradoras que operan con inteligencia artificial; sin embargo,
es un hecho que dispositivos como estos han ido cediendo espacio a los juguetes
sexuales del futuro.
Entre las innovaciones de esta edición del CES,
producido por la Asociación de Tecnología del Consumidor (CTA), se encuentra un
club de estrípers en realidad aumentada con bailarines virtuales y un
“masajeador personal” que se puede controlar desde un reloj inteligente.
Se prevé que el mercado de artículos sexuales como
vibradores y lubricantes crecerá a $37.200 millones en todo el mundo para el
año 2022, según la firma británica de juguetes sexuales MysteryVibe.
“No es extraño querer una vida sexual más
satisfactoria y no hay nada malo en ti si necesitas tecnología que te ayude a
lograrlo”, dijo la cofundadora de la compañía, Stephanie Alys.
La firma participa en el CES para presentar su
vibrador para hombres y parejas Tenuto, un versátil artilugio similar a un
collar que se ciñe al pene y ofrece una serie de opciones para "aumentar
el placer y el desempeño".
La startup OhMiBod, por su parte, muestra un
vibrador que se maneja mediante una aplicación de los relojes inteligentes de
Apple.
Los más desinhibidos o aquellos que viajan en un
transporte público suficientemente ruidoso pueden simplemente prenderlo o
apagarlo hablándole a un asistente activado por voz al estilo de Alexa.
En tanto, el Strip Club de la productora
audiovisual Naughty America aprovecha las posibilidades de los teléfonos
inteligentes o tabletas para que las personas coloquen hologramas de estrípers
virtuales masculinos o femeninos en el espacio que los rodea.
“Es alucinante”, afirmó el director ejecutivo de
Naughty America, Andreas Hronopoulos.
“Puedes traer una estríper completa a una habitación,
con una barra (o tubo) y ella está allí. No es necesario dar propinas”.
Una vez que el estríper virtual está colocado donde
ejecutará la actuación, los espectadores pueden moverse alrededor de este como
si estuviera realmente allí.
Una opción de realidad virtual permite a las personas
usar el casco o visor para visitar el falso club de estrípers desde una
perspectiva de primera persona, como si estuvieran allí.
“Pienso en esto más como un producto de ocio, como una
versión nueva de las revistas: te sientas, te relajas, colocas los hologramas
en su lugar y juegas con ellos”, manifestó Hronopoulos.
Industria en crecida
La industria del entretenimiento para adultos
históricamente ha buscado nuevas tecnologías que prometen mejorar sus productos
o ganancias en un amplio espectro que va desde el comercio electrónico y el streaming
de videos y cámaras web, pasando por la televisión por cable y los subtítulos.
“Creo que
pueden enseñar algunas cosas a la industria” tecnológica, mencionó el analista
principal de Gartner, Tuong Nguyen.
En vista de lo rápido que avanza la tecnología, uno de
los desafíos para una industria acostumbrada a comercializar aparatos
destinados a las familias es el de saber hasta dónde inmiscuirse en el
universo, a veces un poco sórdido, del entretenimiento para adultos.
Un vibrador manos libres llamado Osé, que utiliza
tecnología microrrobótica para imitar la sensación de boca humana, ganó un
Premio de Innovación CES este año. No obstante, el galardón le fue arrebatado
posteriormente y fue prohibida su exhibición después de que se considerara que
no se ceñía a las reglas.
Puede que no quede claro para todos por qué un
bailarín de pole dance desnudo se considera más aceptable que un
vibrador de alta tecnología, pero la CTA estimó que el Osé, creado por la startup
Lora DiCarlo, “no encaja en ninguna de nuestras categorías de productos
existentes” y por lo tanto no debería haberse considerado elegible.
"La sociedad debe acabar con el tabú en torno al
sexo y la sexualidad: es una parte de la vida y la salud que debería formar
parte absolutamente de la conversación normal", replicó la fundadora de
Lora DiCarlo, Lora Haddock, en una carta abierta a la CTA.
"Nunca se sabe cómo puede usarse la tecnología,
el futuro del cuidado de la salud podría estar en la patente de un juguete
sexual".
Douglas Layman, socio de la asociación que apoya a la startup
Lora DiCarlo, dijo en un comunicado que la firma apunta a un mercado que está a
punto de explotar.
“La sociedad está cambiando para aceptar una discusión
más amplia sobre la salud sexual, lo que lleva a un crecimiento exponencial de
productos de tecnología sexual en el mercado de consumo”, dijo.
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