La ubicación de las famosas
estatuas fue cuidadosamente escogida por los Rapa Nui, de acuerdo con un nuevo
estudio, que señala que esta podría ser la razón de la existencia de las
figuras, ocultas durante siglos
Vista de Moais
del AhuTongariki en la Isla de Pascua - EFE
La ubicación
de las famosas estatuas de la Isla de Pascua fue cuidadosamente
escogida por los Rapa Nui, de acuerdo con una nueva investigación, que
señala que esta podría ser la razón de la existencia de las figuras, envuelta
en misterio durante siglos.
Estas cabezas monolíticas talladas en piedra miden más de doce metros de alto y
pesan más de 75 toneladas. Están
decoradas en la parte de arriba por un «pukao», una piedra roja con la forma de
un sombrero y tienen torsos bajo las cabezas. Los investigadores se han
preguntado siempre por qué esta civilización construyó estos monumentos entre
los años 1250 y 1500, teniendo
en cuenta el tiempo y la energía
que requería construirlos.
Ahora, estos científicos apuntan a que los «moais» fueron erigidos por esta cultura en aquellos lugares
que proporcionaban las mejores fuentes
de agua dulce de la ínsula con la finalidad de que sus habitantes
pudieran localizar fácilmente
los sitios en los cuales podían beber.
El coautor del estudio, Terry Hunt, de la Universidad
de Arizona, ha declarado al Daily Mail: «De este modo, los monumentos de los ancestros deificados de los isleños
reflejan que durante generaciones esta civilización compartió agua, alimentos,
familia y lazos sociales así como sabiduría popular que reforzaba el conocimiento de los precarios recursos
con los que contaba el islote».
«A pesar de esa escasa sostenibilidad -continúa este
especialista-, los habitantes de la isla compartieron con éxito actividades, conocimientos y recursos
durante quinientos años, hasta
que la irrupción de los europeos que trajeron
enfermedades desconocidas, el comercio de esclavos y otras desgracias
coloniales».
Otro coautor de la investigación, Carl Lipo, de la
universidad neoyorquina de Binghamton, ha afirmado al periódico británico: «La
cuestión de la disponibilidad de agua, o la falta de ella, siempre ha sido
mencionada por los estudiosos que trabajaban en la Isla de Pascua. Cuando
comenzamos a examinar su información hidrológica, empezamos notar que el acceso al agua fresca y la ubicación de
las estatuas estaban íntimamente
ligadas».
El equipo usó en el estudio una técnica matemática
denominada modelismo cuantitativo
espacial para identificar la relación entre la localización de los
«moais» y los materiales naturales. El método -cuyas conclusiones se publican en Plot One- incluía
el abono de los campos agrícolas y jardines con herramientas de piedra, lo que
es típico de los ambientes secos. Los otros dos recursos fundamentales eran que
el mar y el agua dulce.
«No era obvio cuando se camina cerca. Con el agua que
hay en la costa durante la marea baja, uno no ve a primera vista la evidente
relación con el agua», ha matizado Lipo.
Se cree que los antiguos habitantes de la Isla de
Pascua desaparecieron debido a una
cruenta guerra desatada por sus limitados recursos. No obstante, Lipo
cree que la civilización fue destruida
por la injerencia foránea debido a los últimos descubrimientos que se
han hecho en este campo.
Su anterior investigación puso de manifiesto que en el
agua del mar de ciertas zonas cercanas a la costa tenían una concentración
salina lo suficientemente baja como para que los habitantes la pudieran beber.
Así lo atestigua tambiñen los primeros testimonios de la ocupación de europea
en el siglo XVIII, en los que se dice que los nativos bebían agua del mar.
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