La cabaña donde se ubica la Sonia Moura Sauna Spa, en Dalen.
El país escandinavo es uno de los pocos destinos donde
puedes saciar tu deseo por vivir en una cabaña rodeado de la más pura
naturaleza
Que el titular no lleve a equívocos: La voz
anglosajona cabin porn fue acuñada hace casi 10 años por Zach Klein,
cofundador de Vimeo, para expresar el deseo por la naturaleza salvaje,
silenciosa, remota.
Antes de que Klein creara su exitosa web, lanzara su
libro, Instagram se llenara de idílicas cabañas enclavadas en la naturaleza más
alucinante y hipsters de medio mundo canalizaran su Thoreau interior,
los noruegos ya usaban el término friluftsliv (vida al aire libre,
literalmente), que habría sido acuñado nada menos que por Henrik Ibsen.
En contra de lo que muchos (fuera de Escandinavia) hoy
creen, no consistía particularmente en realizar deporte u otro esfuerzo físico
a baja temperatura. Se trataba -y se trata todavía- de conectar con la
naturaleza en su sentido más amplio. ¿Dónde? En la hytta (cabaña)
familiar. Muchas siguen siendo tradicionales sin electricidad y con su letrina
en el exterior, como muestra esa escena memorable de Headhunters, la
adaptación cinematográfica de la novela de Jo Nesbø; pero también
contemporáneas, como las que diseñan los estudios de Lund Hagen y Reiulf
Ramstad.
Hospitales también en cabañas
Y aunque las hay extraordinarias en Canadá, Finlandia
o Escocia, Noruega se empeña año tras año en demostrar que es un verdadero
paraíso del cabin porn. Este 2019 que ahora empieza no es excepción.
Hace escasos días el estudio Snøhetta presentó las cabañas que ha diseñado para
dos hospitales públicos de Noruega, el Rikshospitalet de la capital y el de
Kristiansand, a cargo de la fundación Friluftsykehuset.
Se trata de dos refugios de madera, ubicados a poca
distancia de sendas clínicas, destinados a hacer más llevadera la
hospitalización, tanto para los pacientes como sus familiares. "La
naturaleza brinda alegría espontánea y ayuda a los pacientes a relajarse. Estar
en un entorno natural les brinda una calma renovada que pueden llevar consigo
al hospital ", explicó la psicóloga infantil Maren Østvold Lindheim, una
de las iniciadoras del proyecto.
La cabaña del hospital de Kristiansand, del estudio Snøhetta. IVAR KVAAL
Cada cabaña consta de una sala principal, otra más
pequeña para conversación y tratamiento, y un baño. El interior está
completamente revestido en roble, haciéndose eco de la materia natural de los
bosques del exterior. Además, tanto la ventana circular del techo como
los grandes ventanales invitan a que la naturaleza entre en su interior.
Con ellas el estudio noruego ha vuelto a hacer gala de
su arquitectura sensible y social, tan práctica como poética, plasmada tanto en
obras faraónicas -léase, la Biblioteca de Alejandría o el Memorial del 11S en
Nueva York- como en espacios mínimos, como es el caso de las tiendas Aesop o
Tverrfjellhytta, el pabellón del centro noruego de renos salvajes.
De la pantalla a la realidad
Puede que la clave del éxito del fenómeno global del cabin
porn resida en su persuasivo poder inspirador. Aunque lo mejor de todo es
que es posible vivirlo. No hace falta hacerse socio de la DNT -la asociación
noruega de trekking que cuenta con una increíble red de cabañas a lo
largo de toda su geografía-, existen hoteles e incluso propuestas más
originales.
Es el caso del futuro planetario Solobservatoriet (en
Oppland), que contará con siete "cabañas interestelares", donde los
visitantes podrán pasar la noche. Otra reciente cabin accesible es la
Sonia Moura Sauna Spa, en Dalen, que gestiona el hotel del mimos nombre pero
que puede usar cualquiera.
En cuanto a la oferta hotelera, el Juvet inauguró la tendencia de combinar la arquitectura
contemporánea, naturaleza y cultura noruega. Sigue siendo extraordinario. Más
al norte, en la isla de Manhausen, aguardan las tres cabañas encaramadas en las
rocas sobre el mar que son puro cabin porn.
MARÍA FLUXÁ
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