Según la estadística de violencia de género, el año pasado murieron 47 mujeres a manos de sus parejas nacionales
o extranjeras
Casi el 40% de los asesinatos machistas son
cometidos por extranjeros
El número de agresores españoles ha ido cayendo desde 2015, cuando hubo 37,
hasta los 29 de 2018
Este 2019 ya
ha puesto nombre a la primera víctima de violencia de género del año.
Rebeca A.C.S., una joven dominicana de 26 años, murió ayer en su casa del municipio cántabro de Laredo apuñalada
presuntamente por su novio, ecuatoriano de 29. Sucedió
de madrugada y empezó con una discusión entre la pareja, que llevaba año y
medio de relación aunque estaba en proceso de ruptura.
El hombre detenido pasará este viernes a disposición
del Juzgado de Instrucción número 1 de Laredo, según han informado a Efe
fuentes de la investigación. El hombre se encuentra desde ayer por la tarde en los calabozos de la Policía Local,
a la que se entregó por la mañana, poco después de supuestamente apuñalar «con
ensañamiento» a Rebeca.
Según la estadística de violencia de género, el año
pasado murieron 47 mujeres a manos de sus parejas o exparejas. En estos 47 asesinatos,
29 fueron cometidos por españoles y 18
por hombres de otras nacionalidades. Es decir, el 61,8% de los agresores
fueron españoles, frente al 38,3% de extranjeros. En el caso de las mujeres
asesinadas, el 63,8% eran españolas frente al 36,2% de otras nacionalidades.
En el último lustro, el porcentaje de agresores de
otras nacionalidades ha ido variando, si bien el de 2018 ha sido el más alto de
los últimos años: en 2014 el porcentaje
fue del 32,7%, en 2015 del 26,7%; en 2016 del 34,7%; en 2017 del 33,3% y
en 2018 del 38,3%.
Sin embargo, en términos absolutos los números han
oscilado poco, entre los 16 agresores
extranjeros de 2015 a los 18 de 2014 y 2018. El porcentaje, en cambio,
ha crecido porque el número de agresores españoles ha ido cayendo desde 2015,
cuando se identificaron 37, hasta los 29 de 2018.
https://www.abc.es/sociedad/abci-casi-40-por-ciento-asesinatos-machistas-cometidos-extranjeros-201901041214_noticia.html
Un total de 372 personas murieron ahogadas en España en 2018, un
22% menos que el año anterior
Se trata del año con el menor número de muertes por esta causa desde que en
2015 la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo comenzó a realizar
este informe ante la ausencia de una estadística oficial
Un total de
372 personas, 109 menos que el año anterior, han fallecido por ahogamiento en espacios acuáticos españoles
durante 2018, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que
elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
El informe atribuye esta reducción de un 22 por ciento
al retraso en el comienzo del uso de
las playas por el mal tiempo que se prolongó durante los primeros meses
del año, incluidas las vacaciones de Semana Santa.
Estas 372 muertes coloca a 2018 como el año con el menor número de muertes desde que
en 2015 la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo comenzó a
realizar este informe ante la ausencia de una estadística oficial.
De acuerdo con las cifras, 2017 fue el año con más fallecidos (481),
seguido de 2016 con 437 y de 2015 con 415, mientras que el pasado año fue el
único que bajó de los cuatrocientos muertos.
En Canarias se registraron durante el año pasado 55
muertes por ahogamiento, el 14,8 por ciento del total, lo que ha situado a este
territorio por delante de Andalucía, donde se han dado 52 fallecimientos (14
por ciento), Galicia (49, 13,2%), Islas Baleares (42, 11,3%), Cataluña (41,
11%), Comunidad Valenciana (37, 9,9%), Castilla y León y País Vasco (14 y 3,8%,
en cada caso), Región de Murcia (12, 3,2%) y Asturias (11, 3%).
Con nueve fallecidos y el 2,4 por ciento acabaron el
año Cantabria y Aragón; con ocho y el 2,2 por ciento Castilla-La Mancha y
Comunidad de Madrid; con cuatro y el 1,1 por ciento Navarra, con dos y el 0,5
por ciento Ceuta, Extremadura y La Rioja, y con uno y el 0,3 por ciento
Melilla.
Agosto fue el mes con más muertes
por este motivo, con 65, que unidas a las 60 de julio y las 52 de
septiembre concentra en la época estival el 47,6 por ciento de las producidas
en el total del año, aunque es el 56,7 por ciento si se suman las 34 que se
dieron en junio. Por el contrario, el mes con menos fallecidos fue febrero, con
siete.
En el conjunto de 2018, el perfil de la persona muerta por ahogamiento en un espacio
acuático español fue el de un hombre (77%), de nacionalidad española (75%), de
más de 45 años (65,9%, aunque el 40,1% es mayor de 65), que muere en una playa
(44%), o en cualquier caso en un lugar que carece de vigilancia (83%), entre
las 10.00 y las 18.00 horas (60,3%).
El «efecto Sánchez» se salda
en 2018 con 64.427 inmigrantes, un 124,4% más
El 90% ha entrado vía Mediterráneo,
a un promedio de más de un millar cada semana, lo que representa el 49,8% de
las llegadas por mar de toda la UE
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM)
dependiente de la ONU ha sido el primer organismo en publicar los datos
provisionales de la inmigración al cierre de 2018 en España, que arrojan un
cómputo de llegadas irregulares por mar nunca visto de 57.922, –a más de mil
por semana– lo que representan el 49,8% de las 116.273 que se han registrado a
través del Mediterráneo en toda la UE. Esta cifra supone un crecimiento del
158% con respecto a las 22.414 entradas ilegales de 2017 y confirma las
previsiones que ya se dieron por seguras en enero pasado, según las cuales este
año iba a batirse el récord que supuso la «crisis de los cayucos» de Canarias en 2006, cuando en total accedieron a territorio español usando embarcaciones
39.180 personas. Otras 769
murieron en el intento, según las mismas fuentes, más del triple que
los 223 del ejercicio anterior. Si a este tráfico se suman además los ingresos
por las vallas de Ceuta y Melilla, 6.505 al cierre del año, la cantidad total
de inmigrantes que han entrado en nuestro país este 2018 sin la debida
documentación se eleva a 64.427. Y según la prospectiva del Mando Único que
coordina las operaciones contra las pateras en el Estrecho o que maneja el
PSOE, en el mejor de los casos, en 2019 este volumen se mantendrá.
Este despegue de la presión ha devuelto la
cuestión migratoria a la primera línea del combate político. Fundamentalmente a
partir de la decisión unilateral de Pedro Sánchez de, apenas diez días después
de su llegada a La Moncloa, aceptar la recepción del barco humanitario Aquarius rechazado por Italia con sus
630 inmigrantes a bordo. Atracó en Valencia el 17 del mismo mes y
las estadísticas revelan una rápida proliferación de pateras desde entonces, lo
que el PSOE sigue atribuyendo a una oleada que ya se veía venir hace tiempo
pero que el PP no hizo nada por contener, y el PPa un «efecto llamada» que
convirtió a nuestro país en un salvavidas para las mafias que mercadean con
africanos.
«Si vemos la evolución de 2018, la llegada de
inmigrantes irregulares se multiplicó por 5 tras la moción de censura (por la
que Sánchez sustituyó a Mariano Rajoy en la Presidencia del Gobierno),
entendida como punto de inflexión en la política migratoria y en la aparición de mensajes alentando a las
mafias», explica la senadora y secretaria nacional de Inmigración
del PP Sofía Acedo, que subraya que «de enero al 31 mayo entraron por tierra y
mar 10.000 personas y del 1 de junio a diciembre esa cantidad se quintuplicó».
Los datos de la ONU son que en los primeros cinco meses del año se filió a
10.627 hombres, mujeres y menores que habían accedido a España sin cumplir los
requisitos necesarios y de esa fecha a fin de año, 53.800 más, en ambos casos
sumando ingresos por tierra y mar. Trasladando la misma ecuación a 2017 se
comprueba que hasta mayo se contaron entonces 7.049 inmigrantes y hasta fin de
año ese número 21.658 más.
Este diario ha solicitado con reiteración el análisis
y la contextualización de los números de la inmigración de este año tanto a la
Secretaría de Estado de Seguridad, Ana Botella, encuadrada en Interior, como a
la de Migraciones, Consuelo Rumí, perteneciente al Ministerio de Trabajo, pero
sin obtener respuesta. En sus diversas comparecencias públicas en los últimos
meses han coincidido en que el crecimiento que se está produciendo en España es consecuencia de que «no se hizo nada» para frenar un aumento anunciado durante los gobiernos del PP, que sí responde a la acusación.
«Lo que no hizo el PP fue
lanzar esos mensajes alentando esta ruta,
habilitando esta vía del Mediterráneo Occidental de Marruecos a España:
mensajes como recibir al Aquarius mientras la misma cifra de inmigrantes o más
estaba llegando ese mismo día a las costas andaluzas, anunciar la derogación de
los rechazos en frontera o el fin de las concertinas en Ceuta y Melilla,
restablecer la sanidad universal para contentar a Podemos y los
independentistas...».
Desde el PSOE, su secretaria federal de Política Migatoria
y diputada Pilar Cancela insiste en que el aumento de la inmigración «no es
exclusivo de este año; estamos –advierte– ante una situación que va a seguir incluso in crescendo y que ha venido para
quedarse». Puestos a ubicar este fenómeno en un marco más amplio,
pide «escapar del discurso que dice que esto es una invasión, estamos hablando
de la llegada de sesenta mil inmigrantes en un país de 47 millones de personas» y en
cuanto al hecho de que ese flujo constituya la mitad de todo el que ingresa en
la Unión por vía mediterránea explica que «España no es puerta de entrada,
otras se han cerrado (en referencia a Italia), pero también es puente: las
personas no vienen a quedarse aquí, van a otros países. Es bueno
redimensionar».
Al respecto del año migratorio 2018 en la UE, la
agencia europea de fronteras, Frontex, comunica en su primer informe de 2019
que las cifras en territorio de los 28 han caído a nivel de hace cinco años y
destaca que en España la afluencia se ha duplicado por segundo año consecutivo,
convirtiendo la nuestra «en la vía
migratoria más activa por primera vez desde que Frontex reúne datos».
Resalta además que la mayoría son subsaharianos «aunque en los últimos meses,
el número de marroquíes ha crecido hasta ser la primera nacionalidad
registrada». Les siguen guineanos, malienses y argelinos.
Precisamente en Mali, Sánchez anunció esta Navidad que
España dará 400 euros y billete de vuelta al que quiera regresar, oferta que
Pilar Cancela cree «puntual y fruto de
las conversaciones con ese país», no parte de la «respuesta global»
que necesita dar la UE. Para lograrla, sostiene que el presidente del Gobierno
ha «resituado el debate de la inmigración» en dos flancos: «propiciar flujos
migratorios regulares y insistir en trabajar con los países de origen», aunque
admite que conseguir resultados «no es fácil».
L. L. CARO
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