ü Las playas españolas ya vuelven a estar llenas hasta la bandera.
Nos
encontramos inmersos de lleno en la temporada estival y por tanto las playas de
nuestro país ya lucen estos días llenas hasta la bandera. Pasar un día cerca
del mar puede ser un plan perfecto para estos días de sofocante calor. Sin
embargo, hay que ir con cuidado y respetar al pie de la letra las múltiples
normas que regulan el uso de las playas para evitar que una multa nos pueda
estropear el día.
Aunque
el uso de las playas se regula en la Ley 22/1988 de Costas de forma general
para el conjunto del territorio español, cada municipio puede aprobar sus
propias ordenanzas para regular de forma más detallada el uso y disfrute de
estos espacios litorales.
Los
ayuntamientos engrosan cada año la lista de prohibiciones en la costa. Muchas
de ellas son de sentido común, aunque también existen algunos aspectos de las
normativas municipales que como mínimo se pueden considerar de cuestionables y
que pueden acarrear sanciones. En estas líneas te detallamos algunas de las
prohibiciones que debes tener en cuenta:
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La costumbre, muy arraigada entre las personas de determinada edad, de ir a la
playa a primera hora de la mañana para dejar plantada la sombrilla y regresar
más tarde para ocupar la parcela ha empezado a estar penalizado en muchos
municipios de la costa española. Por ejemplo en Torrevieja, donde al infractor
le puede caer una multa de 150 euros.
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Las ordenanzas municipales regulan también en algunas playas la obligación de
poner la sombrilla a como mínimo 6 metros del límite del agua.
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En algunos municipios se regula prohibición de realizar grandes estructuras de
arena.
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Jugar a las palas ha sido históricamente una imagen clásica de las playas
españolas. Sin embargo, muchas ordenanzas contemplan ya sanciones para estos
amantes de los deportes, especialmente a los que lo practican en primera línea
del mar.
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Otra norma curiosa que puede ser motivo de sanción es la prohibición de llevar
sombrillas, sillas o hamacas oxidadas o visiblemente deterioradas.
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En algunas playas se prohíbe el estacionamiento y circulación de vehículos,
algo en principio lógico pero que se convierte en algo grotesco cuando también
se aplica, como ha ocurrido en algún caso, a los carritos de bebé.
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Las duchas de playa son solo para refrescarse o quitarse la arena, no para
ducharse. Habría que recordarlo a muchas personas que usan jabón o gel en estas
instalaciones, algo absolutamente prohibido por la mayoría de las ordenanzas
municipales. Tampoco se deben usar las duchas para lavar los enseres.
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Quedarse a dormir en la playa, aunque sea tras una noche de fiesta, no es una
buena idea, ya que en muchas localidades nos arriesgamos a una fuerte multa.
Lógicamente, tampoco la acampada está permitida en la mayoría de playas de
España, mucho menos en la temporada estival.
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Los amantes del nudismo deben saber que sólo pueden realizar esta prácticamente
en las playas especialmente señalizadas como tales a menos que quieran
arriesgarse a una fuerte sanción económica. Por ejemplo en Cádiz, donde se
considera que el nudismo puede perjudicar al turismo.
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Excepto los perros lazarillo o guía, en la mayoría de las playas los perros no
están permitidos, al menos durante la temporada de verano. Las sanciones, en
este caso, pueden llegar a ser de hasta 1.500 euros en algunos municipios, ya
que está tipificada como una falta grave.
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Practicar sexo, ya sea en horario nocturno o diurno, tampoco es una práctica
permitida en la mayoría de playas españolas. Por ejemplo en la localidad
gerundense de Tossa de Mar, donde incluso se llegó a organizar una
manifestación para derogar esta prohibición.
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La evacuación fisiológica está también terminantemente prohibida, tal y como
recoge la normativa municipal en multitud de ayuntamientos del país.
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La venta ambulante también está terminantemente prohibida en muchas playas
españolas. Las infracciones contemplan la venta de bebidas y alimentos, pero
también la prohibición de realizar masajes. En Barcelona, por ejemplo, cada año
se ponen miles de sanciones por este motivo.
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Si te gusta ir a la playa con la música a cuestas, en muchas playas corres el riesgo
de ser sancionado. La prohibición no sólo se refiere al uso de altavoces, sino
también a los instrumentos musicales.
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El consumo de alcohol está también terminantemente prohibido en muchos espacios
litorales, de la misma forma que lo está la celebración de botellones o fiestas
en la playa.
MARC MARTI
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