François de Rugy, ministro de Ecología francés, y su mujer, Séverine Servat
JULIEN DE ROSAEFE
Uno de los placeres que depara Francia a los lectores
es el Closer, la revista que, entre muchas otras noticias (el apartado
dedicado a los políticos es una maravilla), sorprendió a François Hollande
llevándole cruasanes a su amante, Julie Gayet. Ayer publicaban una foto
maravillosa de la elegantosa Séverine Servat besando a François de Rugy,
ministro de Ecología. Al parecer, según destapó con gran escándalo Mediapart
-oh, ah, uh-, la pareja organizaba cenas con "langostas del tamaño de un
antebrazo, pétalos de rosa, candelabros de plata y Mouton-Rothschild de 2004, a
más de mil euros la botella".
Séverine Servat es periodista de la revista Gala,
un medio que, como escribe Sophie Bachat, es bastante más digno que Médiapart
que es así como de populismo con aspiraciones de seriedad. ¿Les suena el
cotilleo financiero? A la pobre periodista la obligaron a ausentarse del
desfile de 14 de julio para no perjudicar a su marido. Algunos medios han
defendido al ministro. "La langosta es un plato muy típico en nuestras
costas. Esto es una idiotez bien orquestada". Lo curioso es que las cenas
eran sufragadas -hasta la botella de vino- por la pareja.
El segundo tomo de las memorias de Jean Marie Le Pen
(91 años) también están siendo tema de conversación habitual de las cenas en
provincias. Aparte de airear los trapos sucios de las finanzas de la familia,
Le Pen padre trata de aupar en la carrera a su nieta Marion Maréchal, hija de
Yann Le Pen y del periodista Roger Auque que hasta 2014, en otras memorias, no
reveló que era el progenitor de la (sin duda) gran esperanza de Agrupación
Nacional. Marion, a la que por cierto le encantan los toros, prefiere utilizar
el apellido de su padre adoptivo. Síganla.
No creo que Marcela Topor, la mujer de Puigdemont esté
muy preocupada por su futuro. PSC y JxCat han pactado el gobierno de la
Diputación de Barcelona, un órgano del que depende la emisión de The Weekly
Mag que se emite en La Xarxa, televisión del organismo y por el que
percibe 1.500 euros por programa (además de otros emolumentos que proveen de
unos 6.000 euros mensuales a la economía familiar). De momento, nadie en el
organismo -¿de verdad creen que el PSC haría algo así?- se ha querido
pronunciar y desvelar el futuro profesional de la mujer del prófugo, pero
parece poco probable que se vaya a privar a tan insigne dama de sus ingresos.
Sobre todo después de que Sostres desvelase que Puigdemont estudia
"perpetuar su fuga" ahora que Bélgica comienza a barajar su
extradición. Al parecer, ha sido Boye, su abogado, el que ha aconsejado al
político que se marche cuanto antes de Europa. El destino elegido sería
Tailandia, "que por su exotismo no disguta del todo ni a Puigdemont ni a
su esposa". Imaginen la fantasía: una reedición del capitán Khan, una
invención de Paesa para capturar a Roldán en Laos, deteniendo a Puigdi y
señora. Al final, el único sitio en donde el prófugo podría estar a salvo es en
Corea del Norte. No me sorprendería nada fundando el primer casal en Pionyang.
En cualquier caso, hay que amar (así en cursi) mucho a
un hombre para irse a vivir con él a Tailandia. Y, de momento, pese a los
constantes rumores -incluso antes del simulacro del referéndum con la
consecuente huida- de separación, nadie en Gerona se atreve a admitir que Puigdi
y Marcela se separan. Y eso que, como es bien sabido, al prófugo no le
faltan admiradoras en Waterloo.
Otro libro interesante es El Grito interior, de
César de la Lama, en el que no solo cuenta detalles de los últimos años de Dalí
sino también la preocupación que sentía por el futuro de España y de los Reyes.
"La amo (a España) (...) He estado muy preocupado por ellos (los
reyes)". Por eso, pese a la insistencia de Pujol no dejó su legado a la
Generalidad sino al Estado español. "Yo siempre he pintado para el pueblo
español, para el cielo del Ampurdán y para Don Juan Carlos y Doña Sofía".
EMILIA LANDALUCE
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