· Fernando Mora y Andreas Kubach se unen a Pedro Ballesteros como los únicos españoles en la reducida nómina de Masters of Wine, selecto club con 369 miembros repartidos en 29 países.
Fernando Mora: "La
grandeza de un vino está en los pequeños detalles"
Fernando Mora (Zaragoza, 1982) se define como un soñador del vino. Ingeniero de formación,
trabajó en empresas de energía eólica hasta que cayó rendido ante la bebida de
Baco. Elaboró en 2008 sus primeras botellas en su propia casa y
poco más tarde fundó Bodegas Frontonio (IGP Valdejalón), que tuvo su primera
sede en el garaje de los padres de uno de sus socios. Su último proyecto (2015)
es Cuevas de Arom, en Campo de Borja.
¿Para qué sirve un título de
Master of Wine?
Es algo así como entrar en la
champions del conocimiento vinícola. En mi caso hay algo de reto
personal, pero también soy consciente de que las cadenas de distribución saben
muy bien qué es un MW, lo que ayuda a dar credibilidad a tu proyecto
empresarial.
¿Por qué hay tan pocos MW españoles?
En España se entiende el
conocimiento como especialización y no como comprensión global del fenómeno del
vino, que es lo que se le exige a un MW. Además de cierto nivel en idiomas,
eterna asignatura pendiente.
¿Cómo ven tus colegas el actual momento
de nuestros vinos?
Creo que hay un sentimiento
común de que se están produciendo cambios a toda velocidad. Vinos singulares y
sostenibles, de gran personalidad; puesta en valor del territorio y las
viníferas autóctonas... Saben que están surgiendo proyectos de mucho valor
añadido. La imagen internacional de vinos baratos ante todo comienza a quedar
atrás.
¿Qué es lo que más te seduce de un vino?
Me interesa mucho más la
forma que su tamaño. Esos vinos que, al olerlos, su elegancia, finura y
complejidad te ponen los pelos de punta. Cosa que no me ocurre con los que
tienen la corpulencia y la concentración como bandera. La grandeza de un vino
está en los pequeños detalles.
¿Uno que te haya impactado, que al probarlo
haya dicho: esto es a lo que quiero dedicarme y lo que yo quiero hacer?
Un chablis de Raveneau y un
barolo de Giuseppe Rinaldi. En su día me marcaron, no entendía cómo habían
podido hacerlos y sigo sin saberlo. Otro más: un Viña Tondonia blanco de la década
de los 70. Son inmortales, los años no hacen más que afinarlos. De ahí es de
donde viene la emoción.
Andreas Kubach:
"Un vino natural mal hecho es el más industrial que puede existir"
Fundador y director general de Península
Vinicultores (Fontana, Quinta de Quercus, Mesta), Andreas Kubach (Francfor),
Alemania, 1971) lleva más de dos
décadas en España dedicado al universo vinícola. Su formación en MBA y su
dominio de cinco idiomas le han permitido gestionar no pocas bodegas en nuestro
país y defender sus vinos por el mundo antes de fundar su propio negocio. Su
credo se puede resumir en autenticidad y sostenibilidad.
¿Qué aprende un empresario como tú en el
proceso de obtención del título de MW?
A poner mis vinos en un
contexto internacional, entender mejor cómo son percibidos en otros lugares.
Personalmente, a mí, que venía de la gestión, preparar el examen me ha obligado
a entrar a fondo en materias como la enología y la viticultura.
¿Cuánto de ciencia y cuánto de
inspiración, o pasión, hay en un gran vino?
Yo diría que ciencia y arte
se combinan en un 50 por ciento. Cuanto más alto es el arte de un
vino, más necesaria es la ciencia.
¿Uno que consideres modélico,
una fuente en la que inspirarse?
En un gran vino siempre hay
una combinación casi mágica de elementos como placer sensorial, gastronómico,
estético, cultural... Ayer mismo cené con un riesling de Dönnhoff y volví a
sentir la emoción de esa mezcla de plenitud y equilibrio. Ocurre con cierta
frecuencia. Si la diversidad es uno de los mayores tesoros, por qué quedarnos
con una sola marca.
La autenticidad es una de tus
máximas.
¿Se puede decir que todos los vinos naturales, aun con sus imperfecciones, son vinos auténticos?
¿Se puede decir que todos los vinos naturales, aun con sus imperfecciones, son vinos auténticos?
Llevamos 20 años con esto y
todavía no hay acuerdo para definir un vino natural. Si natural es poca
intervención, bienvenido sea. Si esa no intervención impide que se exprese
fielmente un terroir (uva, suelo, clima, personas), no me interesa. He
probado naturales fantásticos y otros horribles, esclavos de su naturalidad.
Un vino natural mal hecho es el vino más industrial que puede existir. Porque
refleja un proceso técnico y no un territorio.
¿A qué atribuyes el bajo consumo
español?
Creo que no explicamos bien a
la gente por qué hay que beber vino. Somos incapaces de articular un discurso
sobre la enorme riqueza que encierra una botella. La geografía, el clima, la
historia, la cultura, el trabajo artesanal que hay detrás.
J.R.Peiró
No hay comentarios:
Publicar un comentario