Las ventas de celulosas se han incrementado más de un 100% estos días
Un consumidor sale de una tienda lleno de papel higiénico EFE
En estos últimos días de alarma por el coronavirus se
han vivido escenas peculiares en algunos supermercados, sobre todo de Madrid,
en las que se veía a consumidores con carritos de la compra repletos hasta
arriba de rollos de papel higiénico. Estas imágenes han circulado por redes
sociales y las han publicado los medios de comunicación.
De hecho, según los datos de la consultora Kantar
Worldpanel, las ventas de los productos de celulosa (papel higiénico,
servilletas, papel de cocina) han aumentado un 129% estos días con respecto a
los dos meses anteriores. El exceso consumista de este producto en concreto
genera perplejidad, pero tiene cierta explicación.
El consumidor sigue pautas de comportamiento que, en
casos de crisis, se ven alteradas. Según María José Lechuga, experta en hábitos
del consumidor y procesos de compra, desde que el coronavirus apareció en
nuestras vidas, "los seres humanos hemos reaccionado con patrones
extremos, ante una situación de emergencia, como el llenar nuestras despensas
ante una situación posible de escasez de alimentos".
Incluso en países con una incidencia menor del
coronavirus, los consumidores "se han
lanzado a realizar compras compulsivas en las grandes
superficies de productos de alimentación y primera necesidad". Los
principales productos que más han incrementado sus ventas con respecto a un
periodo anterior son productos sanitarios, mascarillas faciales, geles
desinfectantes y papel higiénico.
La higiene nos da sensación de control
"En cada país se está reaccionando de una forma
por imitación y en España, la fiebre del papel higiénico ha sido el
comportamiento más llamativo. Este producto realmente no tiene ningún poder
sanitario ni higiénico contra el coronavirus, pero al ser un producto de
higiene el comprarlo nos hace sentirnos más relajados y aliviados, ofreciendo
así un efecto placebo", explica la experta.
"Según los psicólogos, la gente calma su ansiedad
ante situaciones que no puede predecir intentando controlar algunas situaciones
que cree que sí puede controlar, como la compra compulsiva de lo que cree que
le va a hacer falta. El papel higiénico representa el control, porque se
usa para limpiar y ordenar", según explica Niki Edwards, investigador de
la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia).
"Con la crisis del coronavirus la gente teme
perder ese control, pero al comprar este producto se siente que se sigue
teniendo el control sobre la higiene y la limpieza", señala Lechuga.
Comprar "lo que el vecino"
Cuando la gente piensa que tienen que estar metida
mucho tiempo en casa "hace acopio sobre todo de los productos de higiene,
limpieza... entre los que está el papel higiénico, servilletas de papel,
celulosas..., precisamente porque son productos que no compras a diario",
explican fuentes del sector.
Hay otro elemento que puede explicar este fenómeno y
es que el papel higiénico es un producto voluminoso, que ocupa mucho más
espacio en la estantería del súper que otros productos como latas de mayonesa o
paquetes de arroz. Por eso se acaba más rápido. "Lo que tienes en las
estanterías, por unidades, es menos que lo que ocupan las conservas, por
ejemplo, y como el espacio es más limitado se acaba antes. Lo que ocurre es que
ver la balda vacía al consumidor le agobia porque piensa que ese producto se va
a acabar, de ahí que compre más", explican estas fuentes.
Desde Nielsen señalan que, de hecho, en la última
semana de febrero el crecimiento de ventas de papel no fue tan grande porque la
idea de quedarse en casa aún no se contemplaba. Por eso las compras se han
centrado estos días.
Además, según Lechuga, "sociológicamente, los
seres humanos nos comportamos de forma gregaria, sin cuestionarnos las
probabilidades de que ocurra algo, sino más bien reaccionando como reacciona la
manada o el grupo de pertenencia. Por eso cuando ves que algo acontece a tu
alrededor, lo mismo te puede pasar a ti, así que debes estar preparado o tratar
de evitarlo".
RAQUEL VILLAÉCIJA
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