domingo, 8 de marzo de 2020

El 61% de los jóvenes comparte sus fotos y vídeos privados en redes sociales

La información publicada genera una identidad digital que se escapa de las manos de quien la comparte
Un story, un gif o una inocente foto con la ubicación exacta pueden acarrear más peligros de los que imaginamos. No se trata solo de una simple publicación en redes sociales, sino que va mucho más allá. 
Ofrece información detallada de nuestro día a día, nuestros hábitos o de nuestro círculo más cercano. Unos datos que quedan al descubierto y que permanecen a disposición de todo el mundo, para bien y para mal.
Aunque el autor retire la foto del ciberespacio, esta se vuelve casi inmortal
Los jóvenes son los más vulnerables ante un fenómeno denominado como oversharing, o lo que es lo mismo, compartir un exceso de contenidos en redes sociales. De hecho, según un informe de Kaspersky Lab, el 61% de los jóvenes reconoce compartir sus fotos y vídeos privados en los distintos perfiles sociales. Unas imágenes que nos convierten en objetivos vulnerables ante el rastreo y el ataque de cualquier hacker.
Inmortal en la nube
Basta un solo click para compartir una imagen en redes sociales y que ésta quede suspendida en la nube. Un paso demasiado sencillo que, aunque parezca mentira, no es fácil de revertir. Una vez que la imagen ha sido compartida, decenas, cientos o miles de personas pueden llegar a verla e incluso compartirla en tan solo unos segundos. Aunque el autor decida retirarla del ciberespacio, la imagen se vuelve prácticamente inmortal.
Por eso, es fundamental ser conscientes de las consecuencias que tiene compartir imágenes o datos en perfiles sociales. 
Las redes pueden ser unas grandes aliadas pero, a la vez, entrañan peligros como estos. Es necesario, por tanto, hacer un uso responsable de las mismas. En ese sentido, Orange ha lanzado una nueva campaña dentro de la iniciativa Por un uso Love de la tecnología, donde busca concienciar a la población sobre el uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías. A través de este proyecto, en los últimos años ha trabajado para evitar comportamientos inadecuados en el uso de los medios digitales, como el sexting, el acoso a través de redes sociales o los trastornos alimentarios, entre otros. 
En esta ocasión, la compañía cuenta con la colaboración del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), entidad de ciberseguridad que promueve el uso seguro y responsable de Internet y las nuevas tecnologías entre los niños y adolescentes; y de Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), autoridad pública independiente encargada de velar por la privacidad y la protección de datos de los ciudadanos. Una serie de organismos que, en este caso, intentan concienciar sobre esta tendencia conocida como oversharing. 
Porque todavía son muchos quienes piensan que las imágenes que comparten quedan limitadas a su círculo más íntimo, pero no son conscientes de que se comparten en otros entornos mucho más amplios y alejados de su control. Y precisamente esa falta de control puede llevar a otra serie de peligros asociados a las redes como situaciones de acoso o extorsión. Si esas fotografías caen en manos inapropiadas pueden servir de arma de ataque, por ejemplo, contra los más jóvenes.
Por tanto, es fundamental pensar bien qué se comparte y con quién antes de subir cualquier tipo de información a las redes sociales.
Contenido desarrollado por UE Studio para Orange

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