Un story, un gif o una inocente foto con la ubicación
exacta pueden acarrear más peligros de los que imaginamos. No se trata solo de
una simple publicación en redes sociales, sino que va mucho más allá.
Ofrece
información detallada de nuestro día a día, nuestros hábitos o de nuestro
círculo más cercano. Unos datos que quedan al descubierto y que permanecen a
disposición de todo el mundo, para bien y para mal.
Aunque el autor retire la foto del ciberespacio, esta
se vuelve casi inmortal
Los jóvenes son los más vulnerables ante un fenómeno
denominado como oversharing, o lo que es lo mismo, compartir un exceso de
contenidos en redes sociales. De hecho, según un informe de Kaspersky Lab, el
61% de los jóvenes reconoce compartir sus fotos y vídeos privados en los
distintos perfiles sociales. Unas imágenes que nos convierten en objetivos
vulnerables ante el rastreo y el ataque de cualquier hacker.
Inmortal en la nube
Basta un solo click para compartir una imagen en redes
sociales y que ésta quede suspendida en la nube. Un paso demasiado sencillo
que, aunque parezca mentira, no es fácil de revertir. Una vez que la imagen ha
sido compartida, decenas, cientos o miles de personas pueden llegar a verla e
incluso compartirla en tan solo unos segundos. Aunque el autor decida retirarla
del ciberespacio, la imagen se vuelve prácticamente inmortal.
Por eso, es fundamental ser conscientes de las
consecuencias que tiene compartir imágenes o datos en perfiles sociales.
Las
redes pueden ser unas grandes aliadas pero, a la vez, entrañan peligros como
estos. Es necesario, por tanto, hacer un uso responsable de las mismas. En ese
sentido, Orange ha lanzado una nueva campaña dentro de la iniciativa Por un uso Love de la tecnología, donde busca
concienciar a la población sobre el uso seguro y responsable de las nuevas
tecnologías. A través de este proyecto, en los últimos años ha trabajado para
evitar comportamientos inadecuados en el uso de los medios digitales, como el
sexting, el acoso a través de redes sociales o los trastornos alimentarios,
entre otros.
En esta ocasión, la compañía cuenta con la
colaboración del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), entidad de
ciberseguridad que promueve el uso seguro y responsable de Internet y las
nuevas tecnologías entre los niños y adolescentes; y de Agencia Española de
Protección de Datos (AEPD), autoridad pública independiente encargada de velar
por la privacidad y la protección de datos de los ciudadanos. Una serie de
organismos que, en este caso, intentan concienciar sobre esta tendencia
conocida como oversharing.
Porque todavía son muchos quienes piensan que las
imágenes que comparten quedan limitadas a su círculo más íntimo, pero no son
conscientes de que se comparten en otros entornos mucho más amplios y alejados
de su control. Y precisamente esa falta de control puede llevar a otra serie de
peligros asociados a las redes como situaciones de acoso o extorsión. Si esas
fotografías caen en manos inapropiadas pueden servir de arma de ataque, por
ejemplo, contra los más jóvenes.
Por tanto, es fundamental pensar bien qué se comparte
y con quién antes de subir cualquier tipo de información a las redes sociales.
Contenido desarrollado por UE Studio para Orange
No hay comentarios:
Publicar un comentario