Irrumpió en el salón de plenos
al grito de «gilipollas», en alusión al portavoz
del Partido Popular, y su mujer, la alcaldesa de Cantoria, Purificación García,
se vio en la obligación de expulsarle. Antonio Cerrillo, que se vio en la
obligación de abandonar la lista de los socialista que encabezaba en las
pasadas municipales, tras ser pillado por la Guardia Civil en
febrero de 2015 en la puerta de un prostíbulo en posesión de cocaína, fue
desalojado del Consistorio el pasado jueves por la Policía Local y
ahora se enfrenta a la denuncia que contra él ha interpuesto el líder del PP,
José María Llamas.
Foto. Internet. Antonio Cerrillo
Éste asegura que «teme por su
integridad y la de su familia», a tenor de que Cerrillo, que también es asesor
de la regidora, lleva tiempo «insultándome y amenazándome en la calle». A su
juicio, es una persona «agresiva» y no descarta que, «en un arrebato, pueda
amenazarme o llegar a más con un arma de fuego», ya que es
conocida su afición por la caza.
El esposo de la alcaldesa se
personó en el salón de plenos cuando la sesión ya llevaba cerca de una hora de
desarrollo. Sin venir a cuento, comenzó a insultar al portavoz popular, que
instó en varias ocasiones a la regidora a que ordenara su expulsión. Ésta le
recriminó su actitud en dos ocasiones y como seguía igual ordenó a la Policía Local que lo
desalojara. Según el denunciante, Cerrillo «llegó al salón con síntomas de estar bajo
los efectos del alcohol o drogas, ya que se encontraba muy
alterado y fuera de sí». Como asegura Llamas, el marido de la alcaldesa se
«vuelve agresivo, sobre todo cuando consume sustancias psicotrópicas y alcohol».
R. P. Almería
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