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Como todo lo que rodea al
país más hermético del mundo, poco se sabe de las Gippeumjo y lo que ha
trascendido ha sido gracias a los escasos disidentes. Las chicas que forman
parte de este grupo son seleccionadas cuando apenas son unas niñas bajo los criterios del
gobierno y atraviesan un duro proceso de selección y formación
en el que incluso llegan a ser enviadas al extranjero para perfeccionar su
aprendizaje. Por supuesto, uno de los requisitos indispensables que deben
cumplir las niñas es ser vírgenes.
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. La vida laboral de las Gippeumjo es bastante corto,
aunque durante ese tiempo tienen prohibido cualquier tipo de contacto con sus
familias. Cuando alcanzan entre los 22 y los 25 años se 'jubilan', ya
que el Partido tiene reservado para ellas un plan mejor: se les ofrece casarse con miembros de la
élite del país y del ejército. Si aceptan, su pasado como
'soldados sexuales' se entierra y es mantenido en secreto.
El placer en Corea del Norte
está perfectamente jerarquizado, lo que demuestra el carácter oficial y casi
institucional de las Gippeumjo. De este modo, existen tres
grupos de placer. En primer lugar se encuentran las Gamujo, un
equipo de danza y canto que, por supuesto, realizan espectáculos de
strip-tease. En segundo lugar, las Haengbokjo, el 'equipo de la
felicidad', que se encarga de proporcionar masajes. Por último, las Manjokjo
son el 'equipo de satisfacción', las responsables del plato fuerte: los
servicios sexuales.
Kim Jong-un, en busca de su
propio Gippeumjo
Las Gippeumjo nacieron en 1978 bajo
el mandato de Kim Il-sung, fundador del Partido norcoreano y abuelo del
actual dirigente, Kim Jong-un, que creía que mantener relaciones sexuales con
chicas jóvenes aumentaría su fuerza vital y sexual. Tal era la importancia que
les otorgaba que el encargado de reclutarlas fue Lee Dong Ho, el Primer
Vicedirector de un Departamento del Frente Unido del Partido. Este cuerpo de élite del placer
sexual se mantuvo hasta 2011 cuando, tras la muerte de Kim Jong-il
en diciembre, se cree que fue desarticulado.
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Al parecer, en aquel momento
las 2.000 chicas fueron forzadas a firmar un acuerdo de confidencialidad a cabo
de dinero y regalos, y recibieron una cantidad de alrededor de 2.000 euros para regresar
a sus lugares de origen, donde fueron realojadas en viviendas.
Algunas fuentes apuntan a que muchas se quedaron viviendo en el Koryo Hotel de
Pyongyang, donde estarían recibiendo entrenamiento para pasar a formar parte de las
fuerzas de seguridad del país.
Sin embargo, cuatro años
después se empiezan a escuchar los anhelos de Kim Jong-un de tener su propio escuadrón de placer.
Según informó en 2015 el diario surcoreano The Chosunilbo, el dirigente habría
comenzado a buscar a nuevas chicas "altas y guapas" tras finalizar los tres años de
luto por la muerte de su padre. Uno de los motivos para renovar
por completo los equipos de tanto las Gippeumjo como de las encargadas de
mantener y limpiar las villas de verano es que Kim Jong-un temería que
supiesen demasiados
secretos, según Toshimitsu Shigemura, profesor de la Universidad de Waseda
en Tokyo.
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Una desertora, sobre Kim
Jong-il: "La fantástica imagen que tenía del gran líder se desvaneció en
cuanto lo conocí"
En el año 2010 salió a la luz
el testimonio de Mi Hyang, anterior miembro de las Gippeumjo que desveló muchos
secretos del antiguo líder Kim Jong-il, al que describió como un hombre irascible que
tornaba en sentimental e incluso lloraba cuando había bebido.
Hyang desveló además que a Kim Jong-il le gustaba escuchar música japonesa y
rusa y que poseía mansiones por todo el país, alguna incluso con piscinas
olímpicas.
La joven había tenido que
huir a Seúl tras ser acusada de traición. "Cuando conocí por primera vez a
Kim Jong-il me pareció un hombre muy normal, como el vecino de al lado. Tenía
muchos lunares en la cara y sus dientes eran amarillentos. La fantástica imagen que
tenía del gran líder se desvaneció en ese mismo momento",
con estas palabras describía a Kim Jong-il, aunque reconocía que "siempre
tuvo mucha consideración conmigo".
David Carro
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