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Aunque suelen
ser grupos abiertos a todas las personas, independientemente de su sexo, género
o condición, la realidad nos muestras que son las mujeres las que más leen y es
más habitual encontrarlas grupos de lectura. Parecen una invención de nuestro
siglo, por la cantidad de ellos que proliferan actualmente, pero nada más lejos
de la realidad.
Pioneras
Aunque sus orígenes generen dudas y se remonten
algunos hasta el siglo XV, las 'bluestocking', o medias azules, fueron las
precursoras más significativas de estos clubs. Estas mujeres inglesas, de
mediados del siglo XVIII, pertenecientes a un grupo de discusión literaria,
interesadas por la literatura y otras facetas reservadas, exclusivamente, a los
hombres de su época. La conocida como 'The Blue Stockings Society' fue fundada
por Elizabeth Montagu , Elizabeth Vesey, y que incluía este club de
privilegiadas y con menos hijos que lo habitual, supuso un movimiento
revolucionario por alejar a las mujeres de 'sus labores' tradicionales, no
intelectuales. En aquella época las mujeres tenían prohibido acudir a las
universidades, sin embargo, este movimiento facilitó que pudieran adquirir esos
conocimientos reservados a los hombres. Lo consiguió invitando a hombres y
mujeres relevantes de la época, e hizo hincapié en la educación y cooperación
mutua.
Aunque este acto de sonoridad o apoyo entre mujeres,
desapareció a finales del siglo XVIII, sigue presente en los clubes de
literatura de mujeres en la actualidad.
No negaré que bastante culpa de esto tienen algunos
'best-sellers', como el empujón de la saga de las 50 sombras, infumables, del
Sr. Grey, a quien hemos de agradecer que despertasen las ganas de leer sobre
sexualidad a un gran número personas, la mayoría mujeres.
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No agradezco tanto a su autora, lo siento E.L.James,
las ideas anticuadas que nos hizo llegar y aceptar como "normales" y
mostró como modernas en sus libros. Con gran habilidad despertó el deseo a
tantas mujeres, basándose en conceptos tradicionales e historias de príncipes
que rescatan princesas, en helicóptero, eso sí, y creen por esto, poder hacer
lo que deseen con ellas. Previo contrato de consentimiento, por supuesto, pero
bajo sus cláusulas, claro.
Pero fue un gran revulsivo para que se creasen estos
grupos donde se leía y debatía, se abrían emocionalmente y acompañaban unas
otras. Se leía y hablaba sobre sexualidad, lo cual es de agradecer. No creo que
las 'sombras' fueran las únicas culpables, pero supuso el descorche de algo muy
necesario. Sí, seguro que algún grupo ya existía entonces, no lo dudo, pero
llevó a muchas a unirse y leer.
Algunas películas que aparecen en la gran pantalla
también nos motivan. Como "Cuando ellas quieren" (Book club), de Bill
Holderman, actualmente en cartelera, trata cuadro mujeres maduras
pertenecientes a un club de lectura donde, la más lanzada, interpretada por la
eterna Jane Fonda, propone a sus amigas leer este conocido libro, lleno de
sombras. He de confesar que me reí y me gustó, salvando los múltiples mitos
sobre las personas mayores y la sexualidad.
Además sé que, visibilizar estos clubs, beneficia nuestra
sexualidad, puede activar el deseo y ayuda a desterrar mitos que nos generan
insatisfacciones. Pero no es necesario beber tanto vino como las protagonistas
para pertenecer a un club de lectura, os lo aseguro.
Experiencias literarias
Carmen G. De la Cueva es la coordinadora nacional de El club de lectura La Tribu desde su creación en 2016. Este club ha crecido tanto, que hay lista de
espera en la mayoría de sus grupos.
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Ana Andújar y María Martínez, dos de las coordinadoras
de La Tribu en Murcia, nos han contado cómo funcionan. Un libro y una reunión
mensual es la clave. La pertenencia es totalmente gratuita y "se ha
convertido en un escape total y un momento de sonoridad y unidad entre mujeres
muy diferentes. Hablamos libremente de lo que pensamos, sentimos y de nuestros
cuerpos", nos explica Ana.
"Funcionamos según las propuestas de las
participantes y las votaciones, elegimos los libros de ese año, que suelen ir
teñidas por las necesidades del grupo. Tratamos la maternidad, si hay mujeres
embarazadas en el grupo, por ejemplo, aunque a todas nos interese",
comenta. "No suelen elegirse muchos libros sobre sexualidad pero resulta
inevitables que se trate la temática. Además, que se lean libros como 'La
teoría King Kong' de Virginie Despentes, es fundamental para todas",
asegura la coordinadora.
"Nos reunimos una vez al mes en un café bar para
tomar algo, aunque otros clubes se reúnen en librerías, pero preferimos este
ambiente más relajado", afirma María.
"El objetivo del club es el de leer libros de
temática feminista y escritos por mujeres. De esta manera, damos voz,
analizamos y revivimos las experiencias que ellas nos narran. Es un momento de
análisis y reflexión sobre la problemática actual a través de estos
textos", matiza.
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Con respecto a la presencia masculina en el club, las
coordinadoras afirman que, en ningún momento, han sido exclusivistas con ese
tema. Quizá habría que habría que preguntarles a ellos por qué no se unen a un
club de lectura feminista. "Sinceramente creo que la mayoría de los
hombres se sienten intimidados con respecto a estas iniciativas y en muchas
ocasiones no saben 'si sobran'; algo con lo que convivimos las mujeres
diariamente", comenta María. "Precisamente, es en estos foros donde
la presencia tanto masculina y femenina es necesaria", afirman.
Para Isabel Guerrero, miembro del club, sexóloga y
feminista, "supone un compromiso que adquieres con el grupo y contigo
misma", y añade "Cuando formas parte de un club de lectura feminista
la vida es mejor. Descubres una cantidad increíble de libros escritos por
mujeres, que no conocías. Pues, estamos acostumbradas desde pequeñas a los
autores masculinos y las cuatro autoras muy conocidas."
Todas las personas deberíamos leer más y de todo. Ya
sea en un club o de manera individual: "Lees diferente cuando sabes que
vas a compartir tu impresión con las demás. Te relacionas, amplias tu visión
general de la vida y es muy divertido", expresa la sexóloga.
Sin duda, me ha entrado el gusanillo por los clubs de
lectura, tras descubrir el entusiasmo de estas ávidas lectoras. Voy a leer más
y mejor, y deseo que los sexos o géneros no eviten que tú también lo hagas. La
literatura es para todas las personas.
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