Jero y Adriana, durante su cita en First Dates Crucero. CUATRO
La Academia de Cine de Hollywood tiene que anular las
candidaturas presentadas este lunes para la próxima edición de los Oscar:
España tiene a dos grandes y hasta ahora desconocidos actores, que se merecen
no sólo la candidatura a mejor actriz y actor, sino directamente la deseada
estatuilla dorada. Se tratan de Jero y Adriana, una de las parejas que
inauguraron este lunes el programa First Dates Crucero y que se han convertido
en la inaudita estafa de First Dates.
Tanto, que si el martes la cita de Jero y Adriana en
el crucero del amor, era la cita más comentada por sus desnudos y el amor que
desprendieron por todos los poros de su piel, hoy ya no queda registro de ésta
más que en Twitter. Mediaset ha eliminado todos los vídeos de la pareja,
después de que Jero y Adriana les estafaran como nadie lo ha hecho nunca, y
todo por conseguir viajar de gratis en un crucero.
Jero,
de 67 años, se presentaba en el programa con la esperanza de
que First Dates Crucero encontrara a la mujer por la que hacía
varios años bebía los vientos. Según contó él mismo, durante un viaje a la
localidad de Tazacorte, en la isla de La Palma, visitó una
playa nudista y se cruzó con la mujer que se convirtió en su obsesión. Tanto
que volvió a viajar varias veces a La Palma para poder cruzarse con
ella y tener un encuentro fortuito que le permitiera encontrar el
amor. Nunca se llegó a producir, pese a que en uno de los viajes que realizó en
su búsqueda se la llegó a encontrar en la calle e incluso la llegó a saludar,
pero de ahí no pasó a más, nunca se atrevió.
Él,
sentado en la cubierta del barco de MS Cruceros junto a otros pretendientes,
explicaba que aquella mujer le había devuelto la esperanza en el amor,
que aquella mujer lo tenía todo, que estaba enamorado hasta las trancas
sin siquiera haber cruzado más de dos palabras con ella, que estaba emocionado,
ilusionado y que tenía puestas todas las esperanzas en que First Dates
le trajera a esa mujer. Ese hombre que escuchabas hablar y pensabas, ¡qué
locura!, ese hombre (y esa mujer) nos han estafado a todos.
La
oportunidad que le ofrecía el programa era única.. Después de más de cuatro
años pensando sólo en esa mujer, Jero tenía la oportunidad por fin de
conocerla. El programa no defraudó y buscó y rebuscó hasta localizar a
Adriana y llevar a cabo el encuentro que Jero tanto tiempo llevaba ansiando.
Una historia increíble y hasta inquietante dado que Jero pareció en un
principio estar obsesionado con ella, con una mujer que sólo había
visto una vez en una playa nudista. Para él, como reconoció, no había
otra mujer en su vida.
Adriana aceptó la cita
sin saber quién sería su pretendiente, pero First Dates volvió
a hacer su magia y ambos encajaron a la perfección. Tan a la perfección que la
cita en el crucero del amor acabó en edredoning, jacuzzi, besos,
caricias y mucho, muchísimo amor. Ver las miradas de Jero, la ilusión
que mostraba, la aceptación de Adriana y las chispas que entre ellos saltaron
tan rápidamente les convirtieron en totales protagonistas del estreno
de First Dates Crucero.
He de reconocer que cuando estaba viendo el programa y
vi a ese hombre loco de amor por una desconocida, ofreciéndole pasar la vida
entera justos, ella aceptando, los dos disfrutando desnudos en el jacuzzi... la
ilusión en el amor se apoderó de mí -me pasa casi siempre que veo First Dates,
eso, y las risas-. Es lo que tiene ser una romántica empedernida.
Cuando veo First Dates siempre me pasa lo mismo con
las parejas que acaban juntas. Me absorbe tanto la cita y la decisión final que
me ilusionó como una tonta. Con Jero y Adriana me pasó lo mismo, pero
multiplicado por 10. ¡Cómo no me iba a parecer increíble que en tan sólo una cita
Cúpido hubiera clavado con tanta fuerza sus flechas!
Sí, me resultó muy sorprendente lo abiertos y
liberales que se mostraron los dos desde el principio y todas las cosas que
tenían en común teniendo en cuenta las cámaras, que estás en un programa de televisión
y que al final sabes que se va a emitir y no sabes el qué. No habían pasado ni
24 horas y ya estaba deshaciendo las sábanas arrastrados por la pasión. De
hecho, las redes sociales ejercieron su labor de moralinas y criticaron
duramente al programa por mostrar el desnudo de Jero y Adriana. A veces, somos
más papistas que el Papa, pero es que realmente era sorprendente. La magia del
amor, pensaba yo inocente de mí.
De las tres parejas que protagonizaron el primer
programa de First Dates Crucero, sólo la de Jero y Adriana atracó en buen
puerto. "Quiero seguir, fuera del barco, contigo hasta el final de mi
vida", le entregaba Jero su corazón. "Esta aventura quiero hacerla
contigo", le respondía Adriana. "La pareja perfecta", aseguraba
el programa. Sí, sí la pareja perfecta, pero de trileros.
Como suelen hacer en algunas ocasiones con las parejas
que surgen del programa llegaron a mostrar incluso imágenes de ellos en la actualidad
confirmando que Jero había cumplido su promesa -y su sueño- y se había ido a
vivir con Adriana después de su encuentro en First Dates. ¡Qué viva el amor!
First Dates había conseguido de nuevo que triunfara.
El mayor fraude de First Dates
Y ahora viene lo bueno, ahora viene la mayor estafa (y
la única) que ha vivido el programa: Jero y Adriana se conocían, y muy bien,
antes de ir al programa. Tanto se conocían que resulta que están casados desde
hace nada más y nada menos que 10 años y que todo lo que vimos en el programa
de estreno era una mentira como una catedral, el mayor papelón de sus vidas, y
todo para conseguir viajar gratis en un crucero. Sí, por favor, reír a
carcajadas porque por muy indignante que pueda parecer es para partirse la caja
y no parar.
Lo suyo parecía tan, tan real que sólo puedo decir que
Jero y Adriana son unos artistas de los pies a la cabeza. El espectador no sabe
todo el trabajo que hay detrás de una cita de First Dates, producción,
realización, seguimiento... Y Jero y Adriana consiguieron engañar a todos, al
programa, al equipo que les acompaña antes de la cita, que les escucha, que les
aconseja y que estudia y analiza los perfiles de quien acude al programa hasta
la saciedad.
Para que se entienda todo el curro que lleva organizar
una cita el proceso es el siguiente: alguien se apunta al programa, el equipo
de First Dates estudia los perfiles y buscan a las personas que puedan encajar.
Antes del programa hablan con ellos, cuando llegan a la grabación les acompañan
en todo momento, les tranquilizan, les dan consejos de cómo comportarse para
disfrutar al máximo de la cita. Es decir, que está todo medido, analizado,
estudiado... Tal vez por eso, en 5.200 citas nunca se la han colado hasta
que... hasta que Jero y Adriana se cruzaron en su camino.
Según publicaba La Vanguardia este martes,
numerosos testimonios de personas que conocían a ambos se pusieron en contacto
para denunciar que la pareja lleva casada "desde hace años". Los
vecinos de Tazacorte desvelaron incluso que se casaron en la playa de El Volcán
y que fue la alcaldesa de la localidad, Carmen Acosta, la que ofició la boda
civil ante cientos de invitados. Hasta el encargado de preparar la paella que
sirvieron en el enlace ha confirmado el enlace y ha asegurado al diario que
desde que se emitió el programa Jero y Adriana están desaparecidos.
"¡Nos la han colado!"
Tras destaparse la supuesta estafa, la productora del
programa aseguraba que Jero y Adriana seguían manteniendo su ya confirmada
falsa historia de amor, y era este miércoles por la tarde cuando WarnerBros
ITVP España confirmaba a través de un tuit que se la habían "colado".
"Después de más de 5.200 citas... ¡una pareja nos la ha colado! Rezumaban
amor pero resulta que venía de lejos. Troleo en toda regla. Embusteros del
mundo, no nos estropeéis un programa tan bonito, que os vigilamos. Seguiremos
creyendo en los solteros de FD y... ¡en el amor!", confirmaban la estafa
intentando mostrar todo el humor posible.
Y sí, hay que tomárselo con humor, pero es cierto que
el engaño de esta pareja llegó a ser brutal. No sólo es que rezumaran amor por
todos los poros de su piel y que no tuvieran ningún reparo en dar rienda suelta
a sus pasiones como si se conocieran de toda la vida (ahí estaba la pista), es
que lo llevaron a tal extremo que el día después de la cita, Jero acudió al
encuentro de Lidia Torrent, copresentadora junto a Carlos Sobera del programa,
y llegó a llorar como si no hubiera un mañana emocionadísimo porque había
conquistado a la mujer que un día se cruzó en su vida.
"Si hay que llorar alguna vez, que sea como hace
Jero. Aquí estamos todos igual, por cierto", dijo el programa en Twitter
durante la emisión de éste. "Es de locos", le confesaba Jero. No, de
locos, no, de jetas.
"La
vida de Jero y Adriana cambió en este viaje, y ahora no pueden estar
separados, ni un sólo momento (...) Adriana y Jero dijeron que no se
separarían... Y ahí que siguen disfrutando del amor juntos en su isla",
escribía First Dates Crucero para mostrar como el amor había triunfado entre Jero
y Adriana. Es que si no llega a ser por los vecinos de Tazacorte, Jero
y Adriana hubieran pasado a la historia como uno de los triunfos de First
Dates.
Lo
tenían tan medido, tan planeado y tan preparado que no sólo es que cuando se ha
destapado todo sigan manteniendo la mentira, es que el programa llegó a mostrar
el mensaje de la pareja en el que confirmaban que seguían juntos como se
prometieron durante el crucero: "Estamos aquí los dos en nuestra isla
bonita (...) Estamos disfrutando el día a día y el minuto a minuto sin
separarnos. Siempre pegaditos. Gracias First Dates Crucero".
Yo,
que me creí hasta las trancas su historia de amor; yo, que me emocioné viendo a
Jero llorar por amor; yo, que aplaudí cuando consumaron su cita; yo, que me reí
y me sonroje, imaginando cómo se sentirían ambos durante su cita; yo, que volví
a soñar con el amo, caí como una tonta en la trampa, como cayó el programa,
como cayó Cuatro y como cayó la productora.
Jero y Adriana son dos artistazos
como la copa de un pino, y encima sí que cumplieron su sueño: viajar de
gratis. La picaresca española nunca dejara de sorprendernos. Mirad al
Lazarillo de Tormes. Y al final, ¡qué leches!, triunfo el amor, y eso es lo que
importa, ¿no?
ESTHER MUCIENTES
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