Mientras la Barcelona de Ada Colau dio este lunes el
portazo definitivo a la construcción de una sede del museo Hermitage San
Petersburgo, el Madrid de José Luis Martínez-Almeida abrió ayer una ventana
para que esta sede de una de las mayores pinacotecas del mundo no se escape de
España. Después de tres años de tiras y aflojas, de varios cambios en el
proyecto para amoldarlo a las exigencias del Consistorio barcelonés, el
gobierno de BComú-PSC se escudó en cuatro informes de movilidad, urbanismo,
cultura y viabilidad económica para justificar su rechazo a un proyecto que
supondría una inversión privada de 50 millones de euros y que llevaba la firma
del prestigioso arquitecto japonés y ganador del Pritzker en 2013 Toyo Ito.
El Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, en
Madrid - JOSÉ RAMÓN LADRA
Tras su primera incursión en Europa al inaugurar una
sede en Ámsterdam, los responsables del Hermitage pretendían recalar en la
Nueva Bocana del Puerto. Los promotores de la filial calculaban que sólo el
primer año podrían atraer a unos 850.000 visitantes. Sin embargo, desde el
Consistorio de la Ciudad Condal rebajaron estas expectativas y basaron su
principal argumento en que esta zona fue azotada por el temporal Gloria.
El «hub» cultural de Europa
Sin ánimo de hacer competencia desleal a su ciudad
natal, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte de la capital, Andrea Levy,
recogió apenas unas horas después la oportunidad y lideró ayer por la mañana
los primeros contactos con los promotores del proyecto y con la Embajada rusa
en España.
A pesar de que las negociaciones apenas se encuentran
en un estado incipiente, según pudo saber ABC, el gobierno municipal ya tiene
en mente dos emplazamientos que podrían resultar interesantes para desarrollar
este nuevo centro cultural. El antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi
–en fase de rehabilitación y todavía sin uso– estaría en el punto de mira por
su situación muy próxima al Matadero, que es otro importante epicentro
artístico situado al sur de la ciudad, junto al parque de Madrid Río.
Museo del Hrmitage
En el caso de que optasen por desarrollar una nueva
infraestructura, el Consistorio capitalino considera que la mejor opción sería
situarlo en los futuros desarrollos de Madrid Nuevo Norte. No obstante, estos
extremos se abordarán en una próxima reunión que ya se ha concertado con la
delegación cultural rusa, quienes ayer se mostraron «abiertos a cualquier tipo
de colaboración con el Ayuntamiento» después de siete infructuosos años de
negociación con Barcelona. En el mismo sentido se manifestaron ayer desde la
dirección del museo ruso, que subrayaron que «el Hermitage abre centros y
filiales allí en donde le esperan».
«La institución no tiene ansias de expansión, pero sí
de satisfacer el deseo de aquellas ciudades del mundo que quieran acoger sus
obras. Si no hay interés, pues no hay de qué hablar. Si lo hay, por parte del
museo se hará todo lo posible para que este tipo de proyectos se materialicen»,
añadieron fuentes del museo ruso, informa Rafael Mañueco, corresponsal de ABC
en Moscú.
Tanto el alcalde de la capital como la presidenta de
la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, destacaron la importancia de retener este
proyecto en Madrid, puesto que «reforzaría la oferta museística de la ciudad
para convertirla en el "hub" cultural de Europa». «Vamos a dar
nuevamente un ejemplo de que en estos tiempos no se progresa mediante el
empequeñecimiento ni mediante el rechazo de proyectos», indicó el regidor José
Luis Martínez-Almeida. «Creo que esto invita a una reflexión sobre por qué la
decadencia cultural, social y económica de Barcelona y Cataluña, y por qué la
pujanza de la ciudad y la Comunidad de Madrid», apostilló.
Museo del Hermitage
Oportunidad «perdida»
En Barcelona, la indignación creció ayer entre los grupos
de la oposición, que además de ver peligrar aún más el futuro museo por la
entrada de Madrid en el juego, acusaron en declaraciones a ABC al gobierno de
Colau por sus formas a la hora de gestionar la cuestión, sin apenas consenso
con la decisión y con informes que parecen hechos a dedo para sostener los
argumentos del equipo municipal. «Cualquier ciudad, no sólo de España, sino de
cualquier lugar del mundo estaría encantada de albergar una de las mayores
pinacotecas del mundo», insistía ayer Luz Guilarte, líder municipal de Cs,
antes de lamentar esta «nueva pérdida de oportunidades» por culpa del
«sectarismo» de BComú y PSC.
Desde BCN Canvi, la número dos de Manuel Valls, Eva
Parera, vio lógico que «si aquí lo desdeñamos ellos intenten aprovechar» y se
preguntó «dónde queda el discurso de cocapitalidad cultural que defiende el
PSC». Su formación, avanzó, llevará una moción al pleno del viernes en favor
del proyecto. Por su parte, Óscar Ramírez, del PP, ve «normal» el interés de
Madrid porque «es una buena oportunidad para nuestro país» y descartó la
«guerra Madrid-Barcelona», informa Anna Cabeza.
La práctica unanimidad de la oposición contrasta con
la división de opiniones que el Hermitage genera entre vecinos y plataformas
ciudadanas. Para la Plataforma per un Port Ciutadà, contraria al museo, «los
informes presentados demuestran la inviabilidad del Hermitage en la
Barceloneta» mientras que, en el extremo opuesto, la Asociación de Vecinos de
La Barceloneta lamenta el veto y considera que el Consistorio se escuda en
excusas peregrinas para ahuyentar a los promotores.
En el mismo sentido, la plataforma Més Cultura per a
Barcelona, que la semana pasada colocó en diferentes puntos de la ciudad
reproducciones de obras maestras del Hermitage en señal de apoyo a la
franquicia, deploró ayer a través de un comunicado los «prejuicios ideológicos»
que han llevado al Ayuntamiento a rechazar el proyecto y reclamó al Puerto y a
las fuerzas políticas que «no dejen escapar» esta iniciativa.
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