La denominación 'sexo kink' proviene del inglés y hace
referencia a las prácticas sexuales fuera de lo convencional. Es decir, el sexo
kink engloba aquellas prácticas sexuales que añaden un toque de novedad y
picaresca a las relaciones sexuales convencionales. Es un sexo atrevido,
espontáneo, explosivo y algo pervertido que, a menudo, se lleva a cabo con complementos
y juguetes sexuales.
Las personas que practican el sexo kink se
caracterizan por tener una mente abierta y tolerante, con tendencia a la
innovación y sin miedos a los prejuicios y los tabúes. Son personas a las que
les gusta experimentar y descubrir. Pero, cuidado, no se trata de gente amante
del sadomasoquismo ni de prácticas sexuales que puedan conllevar dolor. Es
importante tener claro que en cualquier momento se puede decir que no.
Algunos psicólogos han analizado el sexo kink y las
personas a las que les gusta practicarlo. Es el caso de Richard Sprott,
psicólogo de la Universidad Estatal de California en East Bay (Estados Unidos)
y DJ Williams, sociólogo de la Universidad de Idaho (Estados Unidos).
Ambos investigadores han llegado a la conclusión, tras analizar a personas
amantes de este tipo de sexo alternativo, que practicar el sexo kink requiere
tiempo, cierto nivel de habilidad y experiencia.
Destacan que las personas que han practicado este tipo
de sexo poco convencional se sienten "abrumadas". Lo explican en
declaraciones a los medios de comunicación: "Más del 90% muestra emociones
positivas, libertad, placer, sensación de aventura, alivio del estrés y
relajación y una forma motivadora de expresión".
¿Cuáles son las 3 claves del sexo kink?
El principio básico del sexo kink es la espontaneidad
y los amantes de este tipo de prácticas sexuales adoran el "aquí te pillo,
aquí te mato". Para ellos, cualquier momento es bueno para dejarse llevar
por la pasión y el disfrute sexual en todo tipo de escenarios y situaciones,
que pueden conllevar riesgo o posibilidad de ser pillados por otra persona.
Las tres claves del sexo
kink son:
Fantasear: la fantasía es fundamental a la hora de
disfrutar de esta modalidad y es importante que ambos miembros de la pareja
sean capaces de crear escenarios excitantes en su mente. El poder de la
imaginación resulta básico para el sexo kink.
Comunicar: para que ambos miembros de la pareja
disfruten al máximo, la comunicación entre ellos es básica para practicar esta
modalidad de sexo. Ambos tienen que saber qué gusta y qué no al otro, cuáles
son sus fantasías, etc.
Jugar: en el sexo kink hay que disfrutar jugando,
probando y experimentado cosas nuevas. Además, se pueden utilizar diferentes
juguetes eróticos y complementos para hacer realidad las fantasías, como un 'Satisfyer' o un látigo y unas esposas, por ejemplo.
¿Cómo convertirse en un
amante 'kinky'?
Existen algunas reglas para que, si lo deseas, puedas
iniciarte en el sexo kink y convertirte en todo un amante 'kinky'. ¡Toma nota!
·
Debes saber fantasear, crear imágenes mentales y
dejarte llevar por ellas.
·
Debes tener muy claro qué te motiva sexualmente y qué
elementos te gustaría que formaran parte de la relación sexual con tu pareja.
·
Debes estar abierto a dejarte llevar por el juego sin
prejuicios.
·
Debes estar dispuesto a innovar y probar cosas nuevas
en el ámbito sexual.
·
Debes tener la confianza suficiente con tu pareja para
expresarle tu deseo de experimentar.
·
Debes consensuar con tu pareja las reglas del juego a
seguir.
·
Es importante que no tengas demasiadas expectativas.
Es mejor ir creando pequeños retos con los que las dos partes se sientan
cómodas.
·
Debes expresar a tu pareja qué te gusta y qué no,
independientemente de lo que la pareja espera y de manera respetuosa y abierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario