jueves, 31 de marzo de 2016

La casa de cristal en un árbol a la que querrás mudarte ya

Puede que llegue un día en el que quieras dejarlo todo e irte a vivir a un árbol. Y éste, con una casa acristalada de cuatro pisos que rodea el tronco, es al que querrás mudarte. Su arquitecto, Aibek Almassov, aseguró a la edición estadounidense del HuffPost que es un lugar para que los humanos "vivan en armonía con la naturaleza".
Cuando finalice su construcción, la casa mantendrá un bello intercambio con el corazón del árbol: paneles solares transparentes recubrirán las paredes de cristal y el agua de lluvia se purificará para el uso humano. El oxígeno del árbol fluirá dentro de la vivienda, mientras reflectores solares brillarán en las ramas.
Almassov tiene previsto comenzar a construirla en 2017 y ha consultado con las autoridades locales en Kazajistán la posibilidad de convertir esta estructura en un espacio público que se pueda visitar, en lugar de ser una casa unifamiliar. En realidad no parece que haya espacio para un dormitorio sin luz, por lo que su función como espacio público quizá sea la mejor.
Eso no quiere decir que las casas en los árboles no puedan convertirse en una opción para vivir en un futuro cercano, a medida que los humanos vayan resolviendo los problemas de consumo de energía.
Dedicado  a mi amiga Sonia Montero, arquitecta de (C.R.), que siempre me prometió una casa en un árbol y nunca lo cumplió
En recuerdo de la arquitecta Zaha Hadid , ganadora del premio Pritzker, muerta ayer en Miami.

Adictos al sexo: la angustia de quien no puede quitárselo de la cabeza

La sexualidad como obsesión es un trastorno nada mediático. Algo que a los propios adictos les cuesta admitir por el estigma social que conlleva, en un mundo, paradójicamente, hipersexualizado.
Fotograma de 'Shame', donde Michael Fassbender interpreta a un adicto al sexo.  Foto: Cordon Press
Una de las cosas que más le sorprendió descubrir a Lars von Trier cuando rodaba su peculiar visión de la dependencia de los placeres carnales, Nymphomaniac (2013), fue el enorme sufrimiento que conlleva este tipo de adicción a los que la padecen. Steve McQueen, director de Shame (2011), esa triste cinta que narra el viacrucis de un adicto al sexo en la ciudad que nunca duerme, declaraba a la revista Salon en una entrevista, “Brando –el protagonista- vive en Manhattan, en esa metrópolis de excesos y libertad. Tiene un buen trabajo, es atractivo, tiene dinero, pero con todas esas posibilidades crea una prisión a través de sus actividades entorno al sexo (…). La película no está exenta de una cierta denuncia porque es urgente, hay que hablar sobre la pornografía en Internet y cómo nos afecta, cómo navegamos en esa masa de contenido sexual”.
La historia del cine ha demostrado un tímido interés en esta tipología humana, personajes que ven como sus existencias se derrumban por lo que otros pagarían por tener en pequeñas dosis: deseo. Y eso que el argumento da para mucho, pero la lista de películas es escasa: Belle de Jour (1967), Entre las piernas (1999), Diario de una ninfómana (2008) o Filth (2013), son algunos de los intentos, por parte de la gran pantalla, de describir la poco mediatizada obsesión por el sexo. Adictos a las sombras es otra aproximación al problema, solo que esta vez es en forma de libro, firmado por José Manuel de la Torre y editado por Laertes (2015). Como se explica en la solapa de la obra, “cuando los expertos quieren conocer las cifras referentes a la adicción al sexo se encuentran con un problema. O no existen o son vagamente estimativas. Esta no es una adicción cualquiera, su incidencia no puede medirse en miligramos en sangre. Además, el número de individuos que reconocen su problema es mucho más reducido que en otras adicciones, y los que buscan ayuda para poder salir de él es un grupo todavía más pequeño”.
Entrevistar a siete adictos al sexo, todos hombres, y a la ex mujer de otro, no fue tarea fácil para José Manuel, en parte por el argumento, tan contundente, que uno de ellos da en el libro, “vivimos en una sociedad hipócrita. Me indigna que la enfermedad mental sea menos respetada y asumida que la física. Se tiene compasión por algunas enfermedades físicas, pero a un adicto al sexo se le considera un vicioso. Es un mundo hipócrita, que condena y potencia la adicción al mismo tiempo”.
Fotograma de ‘Nymphomaniac’.Foto: Cordon Press
De la Torre, además de dar voz a los que padecen este trastorno, pretende también, según sus propias palabras, “hacer un análisis sociológico del por qué sucede esto”. Una adicción alimentada por la sociedad y el capitalismo sexual, que nos presenta la sexo como un bien que hay que consumir, cuanto más mejor; e Internet, la alcahueta virtual, que proporciona contactos y vídeos para todos los gustos, sin importarle los límites morales o legales. De hecho, uno de los entrevistados que más conmovió al autor de este libro fue un adicto a la pornografía infantil. “Era un chaval muy joven, de 27 años, que no podía parar de descargarse vídeos, lo que le producía un gran sufrimiento y culpa. No era pederasta sino pedófilo, como la gran mayoría”, comenta de la Torre.
“La adicción al sexo es una de las más invasivas, más que las drogas o el alcohol, porque el que la padece está 24 horas pensando en ello”, apunta este autor, que decidió escribir su primer libro, tras ver la película Shame y porque un amigo suyo, guitarrista, padecía esta obsesión. “El drogadicto experimenta un alivio o momento de calma cuando se toma la dosis, pero el adicto al sexo no, su cabeza no puede parar de dar vueltas a lo mismo”.
Xavier Pujols es codirector del Institut de Sexología de Barcelona, además de psicólogo clínico y sexólogo con una gran experiencia a la hora de tratar pacientes con esta dependencia. Según él, la línea que separa a un entusiasta del sexo de otro que padece adicción es gruesa, visible y fácilmente identificable. “La gran diferencia está en que el adicto no llega a disfrutar del sexo, pierde ya la parte lúdica y hedonista. La sexualidad se ha convertido ya en un impulso que no pueden frenar y tras el sexo no se sienten reconfortados, sino que experimentan culpa y arrepentimiento. Generalmente, las consecuencias de esta obsesión llegan a afectar a la vida laboral y familiar de los que la padecen”.
Una adicción difícil de justificar
El hecho de exista una sustancia u objeto externo, como pueden ser las drogas, el alcohol o, incluso el juego, que atrape y propicie la adicción, es siempre un elemento redentor que, aunque incorrectamente, asume parte de la culpa en la bajada a los infiernos. Algo con lo que los adictos al sexo no cuentan, en su intento de buscar una cierta amnistía social, en un mundo hipócrita que guarda divertidos y elogiosos adjetivos para los seductores, pichas bravas, mujeriegos, galanes, conquistadores o castigadores, pero que trata de pervertidos a los que se pasan de la raya. Las mujeres no gozan, siquiera, de ese estado intermedio, ya que el calificativo de ninfómana se aplica con menos rigor y más alegría.
La ninfomanía era prima hermana de la enfermedad mental hasta no hace mucho en la historia de la humanidad, de ahí que sea tan difícil encontrar a una mujer que acepte su obsesión por el sexo. La no inclusión del testimonio de una adicta, en el libro de José Manuel de la Torre, no es casual y Pujols reconoce que nunca ha tratado a una mujer con este tipo de patología. “Hay dos factores que explican la poca presencia femenina en este grupo de pacientes”, explica este sexólogo y psicólogo, “primero, que la penalización social es más fuerte para la mujer, ya que todavía se sigue aceptando más la promiscuidad masculina, puesto que aún se cree que es el hombre el que debe conquistar y tomar un papel más activo en el sexo. La segunda razón es meramente química y biológica, el varón tiene más testosterona que la mujer, y esta hormona juega un importante papel y facilita, en parte, la adicción al sexo”.
La imagen de un adicto al sexo dista mucho de la que cualquiera ajeno a esta problemática pueda imaginarse. Personas con apretadas agendas, en las que hacer coincidir varios encuentros sexuales al día con diferentes personas. “Hacer esto posible es muy complicado”, reconoce Pujols. “Si tus relaciones sexuales implican a otra persona, no siempre es fácil tener muchas al día. Se puede recurrir a la prostitución, pero a la larga es muy costoso. Lo más común es que el individuo derive su adicción a la masturbación y a la pornografía. No se trata de cuántas veces al día puede llegar a hacerlo un adicto al sexo, sino de que su mente no puede pensar en otra cosa. La diferencia con otras adicciones es que ésta afecta a un área de la persona que es un derecho y que, además, es deseable, saludable y hace crecer al individuo, como es la sexualidad. Algo que la relaciona un poco con los trastornos alimentarios, anorexia y bulimia. Pero, de nuevo, ahí existe una sustancia exterior, la comida, que además no siempre es buena, ni sana, y que nos tienta constantemente”.
Fotograma de ‘Diario de una ninfómana’.Foto: Cordon Press
Pero si se rebusca y profundiza, en el fondo de toda adicción hay otros factores como una familia tóxica o ausente, como cuenta en el libro Santi, de 51 años. Su historia nace en un hogar sin afecto, brota con una homosexualidad rechazada por sus padres, crece con una adicción al amor y se hace fuerte con otra al sexo. A veces hay un pasado de malos tratos o acoso escolar, como le ocurre a Dani, 27 años, adicto a la pornografía infantil. Para un estudiante con una autoestima hecha pedazos es difícil acercarse a las chicas de su edad, pero ligar en Internet es mucho más fácil. “Mi sexualidad era cada vez mayor y los chats me daban una salida. Además, empecé a notar que para mí era más sencillo hablar con chicas más jóvenes. (…). Aunque en persona era muy vergonzoso, en el plano virtual era mucho más lanzado”, apunta Dani en Adictos a las sombras. Otras veces, el sexo compulsivo es la única forma que uno encuentra para eliminar el estrés y lo único que le hace poder soportar las reuniones y la presión del trabajo. Es el caso de otro de los testimonios del libro, Carlos, 38 años, ex político, cuya madre mantenía una relación de dependencia con el sexo y la comida, al mismo tiempo que acumulaba amantes con el beneplácito de su marido.
Según Xavier Pujols, “esta adicción es muy democrática y no hace distinciones de edad o clase social. Quizás lo único que se podría apuntar es que hay ciertas profesiones que tienen más riesgo, como comerciales, gente del mundo de la restauración, dueños de bares o transportistas, por el simple hecho de la disponibilidad horaria y porque su trabajo los lleva a relacionarse y conocer a muchas personas”.
El tratamiento de esta adicción, en palabras de Pujols, “es, básicamente, una terapia psicológica, aunque a veces pueden recetarse ansiolíticos, si se cree necesario. El método más conocido es el de los 12 pasos que imita al que se utiliza en alcohólicos anónimos: reconocer la adicción, buscar ayuda, intentar reparar el daño causado, apoyar a otros en la misma situación…”. Las asociaciones de adictos al sexo son muy numerosas en EEUU. “Allí exigen la abstinencia sexual durante el tratamiento, que puede durar alrededor de dos años. Yo permito el sexo a mis pacientes con la pareja o en solitario, si la masturbación no es parte de la patología”, matiza Pujols.
En España la SLAA, las siglas en inglés para Adictos al Sexo y al Amor Anónimos, ofrece la terapia de los doce pasos. La inclusión del término amor en su nombre no es banal. Muchos de los que caen en la obsesión carnal, sufren primero la necesidad urgente de ser queridos y, si el sexo es la moneda de cambio, hay que disponer de liquidez. Pero también existen clínicas para los casos en los que la dependencia sea tan grande que se necesite de la supervisión constante, es decir del internamiento. La clínica Capistrano, en Mallorca, solo apta para economías saneadas, es especialista en adicciones, también sexuales.
RITA ABUNDANCIA

miércoles, 30 de marzo de 2016

Obligaban a mujeres a dar masajes con «final feliz» en peluquerías y pisos

Una de sus víctimas, además de tener que ejercer la prostitución, era obligada a mantener relaciones sexuales con el hombre que había pagado su viaje a España y con otras personas de su entorno, en ocasiones de manera simultánea
La Policía Nacional ha detenido en Madrid a dos personas por obligar a mujeres, algunas captadas en Colombia, a ejercer la prostitución en pisos y peluquerías y a dar masajes eróticos con «final feliz», incluso con el hombre que había pagado su viaje a España y con otros, en ocasiones de forma simultánea. Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía, una de las víctimas era una mujer colombiana que pudo escapar de esa situación gracias a la ayuda de una amiga que, además, denunció los hechos a las autoridades consulares de su país.
Fueron éstas quienes, a su vez, pusieron el asunto en conocimiento de agentes especializados de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía española.
Enseguida se puso en marcha una investigación que concluyó con la detención de dos personas, un hombre de nacionalidad española y una mujer colombiana, acusados de delitos de trata de seres humanos, relativos a la prostitución, favorecimiento de la inmigración ilegal y agresión sexual.
La denunciante había residido en España con anterioridad y regresado a Colombia hace unos meses tras quedarse sin trabajo. Como necesitaba volver a España para concluir los trámites de su nacionalización y, ante la falta de recursos económicos, decidió pedir ayuda a un conocido suyo, un español que le compró un billete de avión para que pudiera viajar
Al llegar a Madrid fue recogida en el aeropuerto por los detenidos, quienes nada más aterrizar la informaron de que para satisfacer la deuda que había adquirido con ellos por el viaje tendría que trabajar en una peluquería ejerciendo la prostitución y realizando masajes eróticos. Después, la llevaron a un piso para que se alojase y sumaron el alquiler a la deuda contraída del viaje. En esa vivienda permaneció aproximadamente un mes hasta que fue rescatada por una amiga, que denunció los hechos.
Mientras, la víctima regresó nuevamente a Colombia donde, gracias a la colaboración de la Consejería Española de Interior y a las autoridades judiciales y policiales de ese país, fue localizada y oída en declaración por parte del Ministerio Fiscal, que hizo llegar su testimonio a la Policía española.
La operación se enmarca dentro de la segunda fase del Plan contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, puesto en marcha por la Policía Nacional en 2013. Solo el pasado año se llevaron a cabo más de 200 operaciones contra organizaciones dedicadas a la explotación sexual de mujeres, que se saldaron con casi 700 detenidos y 520 víctimas liberadas.
Con la puesta en marcha de este plan, la Policía Nacional ha puesto en marcha la mayor campaña de concienciación en redes sociales y medios de comunicación contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Dentro de la campaña, se activó el claim «Con la trata, no hay trato. Denúncialo», con el que la Dirección General de la Policía está promoviendo la inclusión de vídeos y carteles en prensa escrita, radio y televisión para concienciar e implicar a los ciudadanos, sobre todo a los clientes potenciales de esos servicios, contra este tipo de delitos.
Asimismo, la Policía tiene activada la línea telefónica 900105090 y el correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial.
S.L. - @abc_madridMadrid

martes, 29 de marzo de 2016

Un negocio con futuro: te pagan (y muy bien) por ir a llorar a funerales de desconocidos

Perdonen el comentario morboso, pero todos hemos fantaseado en algún momento de nuestras vidas con nuestro funeral. Hemos pensado en cómo nos gustaría que se nos despidiese, quizá hemos imaginado a pareja, amigos o familiares llorando desconsoladamente por nuestra pérdida, puede ser que hayamos seleccionado alguna canción para que suene mientras el ataúd desciende a lo más profundo… pero, sobre todo, habremos visualizado a decenas y decenas de personas unidas por el duelo.
En realidad, es probable que cuando llegue el momento los bancos de la iglesia estén mucho más vacíos de lo que pensamos. Para eso han abierto sus puertas empresas como Rent a Mourner en Inglaterra, que ofrece figurantes y actores para hacer bulto en funerales. Como señala la página web de la compañía,se nos suele invitar para ayudar a incrementar el número de asistentes a los funerales donde puede haber una afluencia menor a la esperada. Puede tratarse de un problema de popularidad o de ser nuevo en un área o país determinado. Tenemos un número importantes de plañideros para llamar cuando surja la necesidad”.

© Externa. Siempre viene bien llorar sobre un hombro amigo, aunque sea el de un actor.
Es una tradición más o menos común en los países asiáticos, donde estos servicios están mucho más extendidos. Sin embargo, es algo que existe en Europa desde hace siglos. Por ejemplo, en la novela de Honoré de Balzac 'Papá Goriot', el protagonista es llorado por dos trabajadores de la funeraria que asisten al funeral junto a sus hijas. Inglaterra es el país donde más ha calado este nuevo negocio: como explicaba un reportaje publicado en 'The Telegraph', por unas 45 libras a la hora (unos 57 euros) uno puede disponer de un compungido plañidero que, además, se habrá informado debidamente de la vida del finado por si a alguno de los asistentes le da por intercambiar anécdotas con él.
Mi vida como un llorón
Gracias a un reportaje publicado en 'Cracked', podemos saber un poco mejor cómo es la vida diaria de uno de estos plañideros. El autor del artículo es Owen Vaughan, que admite que la información publicada por 'The Telegraph' es cierta: antes de la ceremonia, estos actores (aunque a veces no sobrepasan la categoría de figurantes) se reúnen con la familia para conocer la vida del muerto y establecer unos límites.
© Proporcionado por El Confidencial. Estos profesionales tienen como objetivo disimular la escasa asistencia a una ceremonia de enterramiento.
“Mi historia de fondo necesita ser efectiva y convincente, e introducir razones de peso por las que no conocía a ninguno de los asistentes antes del funeral”, explica. En el caso más extremo, señala Vaughan, se vio obligado a aprender tiro con arco, puesto que debía hacerse pasar por uno de los antiguos alumnos de un arquero. En otros casos, es importante conocer al dedillo todos los entresijos de los rituales funerarios de cada una de las religiones (y a Vaughan le ha tocado un poco de todo, del funeral anglicano tradicional al budista pasando por el judío o el musulmán) para que no le pillen en un renuncio, como ocurrió cuando se le olvidó depositar una piedra en la lápida de un judío. Menos mal que el hijo del fallecido estuvo al quite y explicó a un desconfiado invitado que el actor no era más que un judío reformista.
El plañidero admite que una vez fue descubierto. Sin embargo, el hallazgo no causó gran controversia (no parece buen momento para ponerse a discutir sobre la idoneidad de este procedimiento), y simplemente fue recibido con la respuesta “es lo típico que haría la tía Eugenie”. Por lo general es sencillo pasar desapercibido, puesto que estos peculiares trabajadores cuentan con el mejor cicerone (la familia directa), aunque es conveniente trabajar a fondo el personaje para no dar lugar a situaciones violentas. Eso y estimular la lágrima fácil: Vaughan admite seguir el método Stanislavski y evocar algún momento triste de su pasado para forzar el puchero. Eso o “volver a ver 'La lista de Schindler”.
La familia, contenta, gracias
Aunque es probable que el plañidero que va a recibir unos cuantos euros por aparentar ser quien no es durante unas horas se sienta extraño, mucho más probable es que los que se sientan extraños sean los miembros de la familia del finado, que no sólo no están acostumbrados a estos sainetes, sino que además se les acaba de morir alguien muy cercano. De ahí que cada cual reaccione de una manera distinta. Unos, por ejemplo, “convirtiéndose en Stanley Kubrick”, es decir, dictando hasta el más mínimo detalle de la interpretación del actor.
“De lejos, mi peor funeral (en el que tuve que fingir ser un oficial de la marina, con uniforme y todo) fue el dirigido por un familiar que no dejaba de venir durante el maldito funeral para decirnos qué hacer”, recuerda. “Nos susurraba 'llora más fuerte' o 'gime más alto', que son cosas que nadie quiere oír en un funeral (ni en otro contexto, si te paras a pensarlo)”. Sin embargo, por lo general, las experiencias son satisfactorias, y a veces es suficiente con charlar un poco con los entristecidos familiares del muerto.
Una pequeña historia resume bien la importancia que pueden tener estos trabajadores. En uno de los funerales, Vaughan se quedó sentado junto a una niña que acababa de perder a su abuela, después de que el resto de invitados se levantase. Nada de “todo saldrá bien” ni las típicas frases de las películas: más bien, prefirió hablar de viejas anécdotas y de los buenos tiempos. Cuando se marchó, los padres de la niña le preguntaron qué había hecho, porque esta llevaba sin pronunciar palabra desde que su abuela murió.
“De acuerdo, es un trabajo muy extraño”, concluye el plañidero. “Sí, estás fingiendo ser otra persona para aumentar el tamaño del público de lo que debería ser un evento solemne y sagrado. Pero de vez en cuando uno se convierte en el misterioso extraño que puede ayudar a aliviar el dolor antes de desaparecer entre la gente”. 
Héctor G. Barnés

lunes, 28 de marzo de 2016

La Viuda Negra: el peligro de un último amor

A sus 80 años, Melissa Ann Shepard es UNA DE LAS MUJERES MÁS TEMIDAS de Canadá.
Los sobrevivientes a sus últimas relaciones pueden dar fe de que su grado de sociopatía aún sigue siendo un peligro, pese a su edad
Sus mejillas son rosadas y su cabello totalmente blanco. Su sonrisa parece cautivar a muchos quienes están dispuestos a darle una nueva oportunidad al amor en los que podrían ser los últimos años de vida.
Shepard debe permitir que la Policía la fotografíe si llega a cambiar su apariencia física en los próximos meses. | FOTO: AP
Melissa Ann Shepard no es tan inocente ni tan dulce como cualquiera –incluidas sus últimas parejas— podría pensar. Ella es mejor conocida como la “Viuda Negra de Internet”, una mujer que arrastra un historial delictivo que ahora preocupa a las autoridades canadienses.
A sus 80 años y luego de casi tres de permanecer tras las rejas por haber puesto droga en el café de Fred Weeks durante su luna de miel, la Viuda Negra quedó en libertad el 18 de marzo, y nadie sabe a ciencia cierta si irá en busca de una nueva víctima o si sus días terminarán sumidos en una completa calma.
“La Policía canadiense está alertando a los solteros pensionados sobre que no están del todo convencidos de que sus días salvajes (los de Melissa Ann) hayan quedado atrás y que deberían estar vigilantes de Shepard”, destacó esta semana el International Business Times.
Quizá una advertencia de este tipo le habría ahorrado un periodo de hospitalización a Weeks, además del tiempo invertido junto a una mujer en la que no podía confiar.
Cuando empezó su relación, Weeks jamás habría podido anticipar que estaba frente a quien la Policía de Halifax, Nueva Escocia, recién describió como “una delincuente con un alto riesgo de volver a cometer delitos”.
El expediente delictivo de Shepard se abrió en 1977, cuando comenzó a cumplir sentencias por más de 30 condenas distintas por fraude. La Viuda Negra de Internet estuvo en líos con la justicia hasta 1991 por dichos delitos.
Un año más tarde, Shepard fue condenada a seis años de cárcel por homicidio involuntario tras haber drogado a su segundo esposo, Gordon Stewart, y haberle pasado por encima dos veces con un carro. En aquel momento, la defensa alegó que su marido había intentado violarla y que ella actuó en defensa propia.
Shepard estuvo en prisión hasta 1994, cuando salió bajo libertad condicional. En ese mismo año, formó parte del documental Cuando las mujeres matan, producido por el Consejo Nacional de Cine de Canadá y que trataba sobre las víctimas de abuso doméstico que terminaron por atacar a sus parejas.
Años mas tarde, La Viuda Negra, vio en el mundo de las citas por Internet una oportunidad, y así conoció a quien días más tarde sería su tercer esposo, Robert Friedrich, de 83 años.
El hombre falleció en el 2001 por un paro cardíaco un año después de que se conocieron. Shepard no enfrentó cargos en esa ocasión, pese a que los hijos de Friedrich intentaron probar que la mujer le había suministrado una sobredosis de medicamentos que lo llevó a la muerte.
Según International Business Times, Shepard recibió decenas de miles de dólares como herencia, y así continuó con su vida.
La Viuda Negra usó el nombre Melissa Ann Friedrich en el sitio americancouples.com varios años atrás. Entonces, decía tener 66 años. Foto: Captura de pantalla
En el 2005, fue sentenciada a cinco años en prisión en Florida, luego de que se declarara culpable de siete cargos por falsificación y robo a Alex Strategos, a quien conoció por Internet.
Luego de concretar una cita, Shepard manejó desde Canadá hasta Florida y pronto se mudó a vivir con su nueva víctima. “Lo primero que pensé fue que parecía muy agradable”, relató a la BBC Strategos, hoy de 84 años.
El hombre asegura que Shepard le puso una sustancia en su helado y que le robó unos $20.000 durante las semanas en las que permanecieron juntos. “Me internaron en el hospital”, dijo Strategos. “Ella me envió allí”.
Shepard debió cumplir cinco años más de prisión y al salir, se mudó a una casa para jubilados en Canadá.
Una noche, la Viuda Negra tocó a la puerta de su vecino, Weeks, y le dijo que se sentía sola; él contestó que también se sentía solo y fue así como comenzó el último romance de Melissa Ann.
Se casaron por lo civil en la sala de Weeks y se marcharon de luna de miel a Terranova. Durante el viaje, la anciana le dio a su cuarto esposo una mezcla de los sedantes Lorazepam y Temazepam, lo que lo dejó incapacitado para conducir el auto e incluso hasta para amarrarse los zapatos.
Al llegar al hospital, el personal médico detectó drogas en su organismo y Shepard fue enviada de nuevo a prisión. Se suponía que estaría tras las rejas durante nueve meses más, pero un juez le concedió la libertad condicional.
Lo cierto es que Ann ya no podrá tener la vida normal de bajo perfil que solía llevar. Debe reportar cualquier nueva relación amorosa para que la Policía pueda informarle sobre su historial.
Además, la Viuda Negra ya no podrá tener actividad en redes sociales y ni siquiera puede poseer un dispositivo con acceso a Internet.

domingo, 27 de marzo de 2016

'Sexting' a los siete años

Un sondeo entre los profesores británicos ha revelado que el sexting ha alcanzado proporciones epidémicas incluso en las escuelas primarias, con niños de hasta siete años intercambiando imágenes sexualmente explícitas a través del teléfono móvil, una práctica ya muy habitual entre los estudiantes de 13 a 16 años.
La mitad de los 1.300 profesores sondeados -en el estudio realizado por el sindicato NASWUT, han reconocido estar al tanto o haber intervenido en casos de sexting, que expone a los menores al acoso entre sus propios compañeros de clase y los convierte en objetivos de abusos sexuales.

Niños usando teléfonos móviles. Foto Roberto Pérez
Los casos de niños haciéndose selfies sexuales o tomando fotos a traición de sus compañeros en los lavabos son relativamente frecuentes, al igual que la difusión por las redes sociales de sus primeras experiencias sexuales. El cyberbullying o acoso digital se ve muchas veces amplificado por la distribución de imágenes obtenidas a través del sexting, acompañadas de comentarios insultantes o humillantes.
Una niña de 14 años, por ejemplo, accedió a salir con un compañero de clase con el objetivo de hacerle una foto de los genitales y compartirla con amigos comunes. En otro caso, una niña accedió a mandar una imagen por Snapchat, creyendo que "desaparecería" automáticamente a los pocos segundos: un compañero hizo una foto de la imagen y la distribuyó por todo el colegio.
Un 13% de los episodios de sexting son ya entre niños entre los siete y los diez años. La tendencia se está propagando por los colegios de primaria, ante la impotencia de los profesores, que no pueden competir con la distracción perpetua causada por las ubicuas pantallas de los móviles.
"El abuso online está causando un gran impacto entre los profesores y los alumnos, y el Gobierno no ha tomado aún una acción seria para asegurarse de que las escuelas responden apropiadamente", advierte Chris Keates, secretaria general del sindicato NASWUT.
La Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad en los Niños (NSPCC), que publicó un reciente sobre la "infelicidad" infantil y la tecnología, ha tomado cartas en el asunto y ha incitado a los niños a denunciar los casos de acosos y abusos ligados al "sexting" a su línea de ayuda telefónica ChilLine.
"Muchos niños ven esta actividad como parte de su vida diaria, a pesar de los grandes riesgos que supone", advierte la NSPCC en un comunicado. "Aparte de exponerse al acoso, les puede convertir en objetivos de los depredadores sexuales".
Otro estudio, a partir de otra encuesta entre 2.000 padres, ha sacado a la luz otro dato tan preocupante como revelador sobre la "infancia infeliz": el 74% de los niños británicos pasan menos de una hora jugando o haciendo alguna actividad al aire libre todos los días (el mínimo recomendado para los presos en las directrices de la ONU).
"La triste verdad es que estamos enjaulando a nuestros hijos", advierte Mark Sears, de The Wild Network, que aboga por el juego al aire libre de los niños. "Estamos poniendo en riesgo su habilidad para ser libres e incrementando su propensión a desarrollar enfermedades mentales o a ser obesos por la falta de actividad física".
CARLOS FRESNEDA Corresponsal Londres @cfresneda1

sábado, 26 de marzo de 2016

Todo lo que necesitas saber sobre el sexo tántrico

La sexualidad alcanza todo su potencial con el Tantra. O al menos eso sostienen los que dominan estas esotéricas técnicas orientales. De origen hindú, el Tantra es un culto a la feminidad. "Es la capacidad de desarrollar la parte masculina de las mujeres y la femenina de los hombres para lograr el entendimiento mutuo. Aunque las mujeres juegan con ventaja, porque son tántricas por naturaleza", explica el gerente de la Escuela Tántrica El placer de sentir, Diego Jiménez. 
Foto: Shutterstock
Pero comenzar una experiencia tántrica va mucho más allá de las técnicas sexuales. Su origen está en las espirituales, mucho más difíciles de dominar. Sobre esto, Jiménez explica que el gran problema por el que muchas parejas acuden a su escuela es la falta de empatía, producida muchas veces por no escuchar a la otra persona, teniendo como consecuencia relaciones sexuales insatisfechas. "Aunque en los medios hayan desaparecido muchos tabúes que giraban en torno a la sexualidad, lo cierto es que en la intimidad siguen existiendo multitud de prejuicios y falsas expectativas sobre lo que es, y no es, un acto sexual. Por eso muchas personas no alcanzan una satisfacción plena en sus relaciones", asegura el experto.
"El hombre debe aceptar que ya no tiene el monopolio del rol dominante. Cuando las mujeres descubren que sexualmente son mucho más poderosas que los hombres, empiezan a tomar las riendas de sus relaciones y eso puede asustar a su pareja", explica Jiménez. En estos casos, lo importante es generar un equilibrio en el que, a través del interés por los deseos y necesidades del otro, se consigan satisfacer ambas partes sin que ninguno se sienta presionado. "A veces solo es un problema de educación, ya que tradicionalmente se ha pensado que el hombre es el encargado de proporcionar placer a la mujer, cuando en realidad es algo mutuo", aclara el experto.
De la misma manera, el Tantra es una actitud individual. Y aunque pueda ser una pareja la que acude a los talleres, el aprendizaje se produce en cada persona por separado. "Lo primero que advierto cuando viene una pareja a dominar el Tantra es que la experiencia es totalmente individual, aunque lo que aprenden lo lleven consigo y lo transmitan después a su pareja", expresa Jiménez. Los talleres de El placer de sentir pueden ser individuales o colectivos. Mientras que en los primeros la pareja trata de averiguar cuál es el factor que bloquea su sexualidad, en los talleres en grupo cada miembro de la pareja intenta conocerse a sí mismo a través de experiencias vivenciales que, sin que exista actividad sexual explícita, movilizan esta energía y llaman al erotismo. "Lo que tratamos de enseñar en estos talleres es que con muy poco se puede llegar a sentir mucho. Si reducimos la sexualidad a lo genital estamos perdiendo gran parte de ella, y no seremos capaces de disfrutarla plenamente", asegura Jiménez.
Las cuatro llaves imprescindibles para vivir una experiencia tántrica
Disfrutar del sexo con los cinco sentidos.
"La primera, y más importante, es estar concentrado únicamente en ese momento", afirma Jiménez. Vivir el presente es esencial para poder satisfacer al otro, y a uno mismo.
Compartir los deseos.
Es decir, expresar física o verbalmente lo que nos gustaría hacer o lo que nos está gustando. "El resultado siempre va a ser positivo, ya que el deseo y placer, cuando se expresan, se retroalimentan y crecen", dice Jiménez. Y a la vez, añade, dar a conocer a la otra persona tu sentimiento de placer produce un efecto afrodisíaco.
Quererse a uno mismo.
Para disfrutar de los demás hay que hacerlo, primero, de uno mismo. Por eso, Jiménez advierte que el autoestima es básico para poder vivir una sexualidad sana.
Movimiento armónico y fluido.
Más que utilizar unas técnicas concretas, lo esencial del Tantra es mantener durante el acto sexual una actitud receptiva y de escucha. "Hay que conseguir guardar el equilibrio entre lo que das y lo que recibes. Por ejemplo, si las dos personas quieren una aventura apasionada en la cocina, es Tantra. Pero si uno de los dos estaba buscando un momento más relajado, o no se siente cómodo en ese lugar, la comunicación no ha funcionado, y eso no es Tantra", explica.

viernes, 25 de marzo de 2016

¿Perjudica el porno a las relaciones de pareja? Sus actrices responden

Los expertos recomiendan un visionado crítico para estimular la pasión y fomentar la comunicación en entre ambos amantes
Muchos la consumen y pocos lo reconocen públicamente. La pornografía existe desde hace más de 25.000 años -las primeras representaciones del cuerpo femenino desnudo datan de aquella época-, casi desde tiempos inmemoriales. Desde entonces, el ser humano ha disfrutado de estas imágenes de forma hedonista. Sin embargo, durante largos periodos de tiempo el erotismo para adultos ha estado socialmente censurado o, directamente, perseguido. Criticado de igual modo por católicos, musulmanes y comunistas, el consumo de porno es tildado como una práctica de nociva por un gran número de voces, y como beneficioso por parte de otras tantas.
La actriz Anikka Albrite opinando sobre porno y relaciones de pareja. WOODEN ROCKET
Este debate sobre si el consumo de cine erótico resulta pernicioso para las parejas lleva asentado en la sociedad varias décadas, desde finales de los años 70. Una discusión en la que los argumentos científicos en ocasiones se enmarañan con los prejuicios y la moral y en la que existen opiniones para sustentar todas las posturas y todos los gustos.
El interés en esta disciplina, tanto por parte de consumidores como de expertos y académicos, no para de crecer. Una sencilla búsqueda sobre este tema en Google Scholar, la división especializada en textos académicos, arroja más de 25.000 resultados de investigaciones. Paralelamente, a oferta de pornografía es mayor que nunca. Según la Web especializada en el tratamiento de adicciones, Project Know, en Internet existen más de 420.000 millones de páginas pornográficas.
Sin embargo, "la inmensa mayoría del porno se encuentra destinado a un público masculino tradicional. Fomenta el patriarcado, no hay empatía o comunicación y es bastante sexista. Todo pasa de forma automática", explica a FCINCO la sexóloga, Ana Sierra. No obstante, desde hace unos años, han surgido directoras como Erika Lust, "que presentan modelos más naturales para que nos identifiquemos en ellos tanto hombres como mujeres", añade.
Tras una oferta mayor que nunca y con un crisol de opiniones de investigadores, psicólogos y curas, ahora llega el turno de opinar de sus protagonistas: los actores y actrices que dan vida a este género cinematográfico.
En un vídeo elaborado por la productora de humor y cine para adultos Wood Rocket, una decena de intérpretes comentan los pros y contras de la incidencia de su industria en la vida sexual en pareja.
Hablan los actores
"No creo que el porno sea dañino para las parejas, pero depende de cada caso. Si tu relación está estructurada de una manera restrictiva y represiva puede ser malo. Sin embargo, es en la propia estructura de la relación donde empieza el problema", señala la actriz, licenciada en Psicología y Criminología Ela Darling, que ha participado en 43 películas.
Una visión en línea con la de su compañero, el actor Mickey Mod, con 24 filmes a sus espaldas. "El porno puede ser dañino para una relación si los miembros de esa pareja no tienen una visión común. Si a uno le gusta y a otro no puede provocar fricciones".
Por su parte, el actor Mick Blue, con 1.294 películas en su haber, incide en que la clave está en la forma en que el porno y la pareja interactúen. "Todo depende de cómo las parejas traten al porno", indica. Una opinión que apostilla la actriz Claire Robbins, que ha participado en 97 escenas: "Si utilizas el porno como una razón para evitar a tu compañero o para tener algo aparte puede ser dañino", indica.
Entender la fantasía
Una visión sobre el cine para adultos que Sierra confirma con algunos matices importantes. "Si hablamos de parejas heterosexuales, el porno puede ser perjudicial para su relación debido a los estereotipos de géneros que se muestra. Por ejemplo, los relativos al tamaño del pene", indica. "Debe entenderse que en el porno nos venden una fantasía, que puede estar muy bien para potenciar el deseo en una persona que se encuentra falta del mismo", explica.
Y es que la pornografía también cuenta con su lado bueno para las parejas. Además de la evidente finalidad erotizante, los sexólogos como Sierra también lo emplean con fines terapéuticos y como fuente de inspiración.
Unas vertientes beneficiosas para la sexualidad en pareja sobre la que los interpretes hacen un especial hincapié. "Creo que puede ayudar a que las parejas se descubran entre sí. Puede resultar útil para la gente que realmente no sabe mucho sobre posiciones, orgasmos o diferentes formas de hacer los preliminares", indica Vyxen Steel, con 16 filmes en su haber.
La actriz Allie Haze, que ha protagonizado 199 películas, también destaca su potencial inspirador para las parejas: "Cuando estás en el dormitorio, si el chico o la chica resulta ser un poco tímido, siempre es una gran idea ver a alguien en la pantalla con quien te puedes identificar o sentir reflejado para hacer la situación algo más cómoda".
Una línea que también defiende su compañera, la debutante Daisy Lane: "[En las películas] siempre tiene que haber algo que nunca has hecho y quién mejor que la persona a la que amas para probarlo con ella", defiende.
"Es muy bonito cuando ves a una pareja en una feria erótica o cuando te mandan un email juntos diciendo que disfrutan mucho viendo tus vídeos. Creo que el porno resulta muy bueno para las parejas", defiende Anikka Albrite, con 207 filmes en su haber.
Un visionado crítico
Para lograr que estas películas ayuden realmente a potenciar la creatividad y fomenten el erotismo sin provocar frustración, Sierra explica la importancia de hacer un visionado crítico: "[A las parejas] no les receto cualquier tipo de porno. Yo les digo que investiguen que tipo de escenas les gustan y les pido que lo miren con ojos críticos para que se den cuenta de lo que les excita para que después lo hablen. Tras hacer este ejercicio, pueden emplearlo en su imaginario personal o para poner en práctica cosas que han visto en la película", indica. "Pero sobre todo, el porno sirve para motivar la comunicación sexual en la pareja. Para que hablen y para que se comuniquen", explica.
Además, la sexóloga indica la importancia de seleccionar el tipo de filmes se recomienda a las parejas. "Es importante haber hecho terapia previa para saber si la persona tiene algún tipo de complejo", comenta. "Sin embargo, siempre trato de recomendar películas que no sean especialmente llamativas en cuestiones de tamaño", incide.
Un problema habitual en este aspecto entre los consumidores de porno suele ser la falta de una capacidad de abstracción a la hora de distinguir entre las performance que se muestran a cámara y la vida real. Cuando no se es capaz de hacer este ejercicio, surgen las frustraciones provocadas por unas expectativas no cumplidas.
Profesionales entrenados
"Somos especialistas de cine. Hacemos cosas totalmente irreales que nadie hace en casa. Es como ver a los atletas olímpicos, que pueden hacer un salto de ski, dar cinco vueltas en el aire y no torcerse un tobillo al caer. Lo mismo sucede con las películas eróticas: cuando ves porno estás viendo a los mejores del mundo haciendo su performance. Si en casa intentas hacer exactamente lo mismo, posiblemente acabes lesionado", cuenta la actriz Rain DeGrey, con 24 películas a sus espaldas.
Asimismo, la actriz también incide en la importancia de saber distinguir entre la realidad y la ficción de las escenas. "El porno dispara la inseguridad porque estás viendo gente increíblemente atractiva haciendo cosas increíblemente difíciles. Si tras ver porno te miras a ti mismo en el espejo o si intentas imitar una posición no sabes ni por dónde empezar. La gente intenta hacer una garganta profunda y cuando ve que no puede piensa que es una inútil. Por eso [el cine de contenido adulto] puede ser malo cuando la gente no se da cuenta de que está ante una fantasía", sostiene.
Falsos mitos
Mirarse en el porno como referente sexual es como mirarse en un espejo distorsionado. Sierra está acostumbrada a tratar con personas insatisfechas y acomplejadas por mirar la realidad con el prisma del cine erótico. "El cine porno está plagado de mitos y ficciones, como el orgasmo simultáneo, que la gente debería ser capaz de identificar como tal", explica.
Sin embargo, no resulta extraño que la gente piense que todo lo que ve en este tipo de películas es 100% real, aunque en realidad, como en toda película, se empleen numerosos trucos y artificios ante la cámara. Como sucede "en un número de David Coperfield", bromea Sierra.
Entre las mujeres, el mito erróneo más extendido es "pensar que es necesario gemir para tener un buen orgasmo cuando, en realidad, no es necesario y muchas mujeres no lo hacen", afirma. Por otro lado, lo más frecuente entre los hombres son los problemas de autoestima provocados por el tamaño de su pene. "Creen que la tienen muy pequeña pero luego resulta que tiene un tamaño completamente normal o, incluso, por encima de la media española", señala.
Nadie confunde una película de Rambo con la realidad. En cambio, como ocurrían en los albores del cine comercial, mucha gente piensa que todo lo que se muestra en este tipo de películas es 100% real. Ante esta tesitura, la recomendación de Serra es sencilla: "que las parejas lo utilicen para excitarse pero que sean críticos y sepan que es fantasía".
DANIEL J. OLLERO @danieljollero

jueves, 24 de marzo de 2016

Jesús, vetado por enseñar el hombro

Polémica por la prohibición de procesionar que una hermandad a impuesto a uno de sus miembros, sancionado antes por la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera con una multa por haber desfilado el pasado año con el hombro desnudo.
Los hechos se remontan a 2015 cuando la Comisión de Recompensas y Disciplina de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera de Valencia decide sancionar a Ramón Fossati, que así se llama el miembro de la hermandad del Santísimo Cristo del Salvador. Fossati desfiló, como viene haciendo en los últimos años, interpretando el personaje de Jesucristo. Inicialmente se le multa con 300 euros, pero luego se le rebaja a 60.
Sin embargo Ramón Fossati decide recurrir al no quedar claras las causas de dicha sanción. No solo no recibe respuesta, sino que su propia Hermandad decide prohibirle su participación en el desfile de este y los 2 próximos años al parecer por no haber informado de los recursos presentados. Fossati pide explicaciones.
Asegura que le comunicaron la prohibición de desfilar a escasos días del domingo de Ramos, algo que le ha causado daño.
Un hombro desnudo y falsas bendiciones
Ramón Fosseti señala directamente al párroco de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles como responsable del veto y niega que hiciese bendiciones el año pasado a los espectadores del desfile, como le han llegado a acusar. Asegura que solo levantó los brazos.

 © Proporcionado por Cadena SER
Y respecto al hombro desnudo recuerda que la iconografía nos muestra a Jesús Resucitado con el costado desnudo. En principio, reconoce, ese era su plan, pero decidió cambiarlo al darse cuenta que era exagerado y decidió entonces enseñar solo el hombro.
Apunta Ramón Fossati, que lleva 30 años participando en la Semana Santa Marinera, que en el fondo es todo un tema de celos.
Respuesta de la Hermandad
En la Hermandad del Santísimo Cristo del Salvador, que es quien prohíbe al cofrade procesionar, declinan hacer valoraciones. Radio Valencia se ha puesto en contacto con el Hermano Mayor que se ha limitado a decir que están muy afectados por este asunto.
Mientras, en la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera, que se ha limitado tan solo a imponerle una sanción, explican que a pesar de ser un acto festivo, el desfile de Resurrección tiene naturaleza de procesión y se han de mantener las formas. Sin embargo, afirman, Fossati, lleva varios años haciendo ostentación y parodia, algo que le han afeado en numerosas ocasiones. A pesar de ser apercibido aseguran que el pasado año, en contra de lo dicho por el cofrade, llegó a bendecir la tribuna de invitados, donde estaban varios representantes del arzobispado con el cardenal Cañizares a la cabeza.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Tracey Emin «se casa» con una piedra

La artista británica, que acaba de inaugurar una exposición en Hong Kong, confiesa en una entrevista que la peculiar ceremonia tuvo lugar el verano pasado, bajo un olivo, en el jardín de su casa en Francia

Tracey Emin posa delante de su obra «Es como es», durante la inauguración de Art Basel Hong Kong
El verano pasado, la artista Tracey Emin (Croydon, Reino Unido, 1963) contrajo «matrimonio» en el jardín de su casa del sur de Francia, apenas a media hora de Saint-Tropez. Tratándose de la británica, la ceremonia no podía ser muy tradicional y lo cierto es que no defraudó, en absoluto. Y es que, según revela ella misma en una entrevista en «The Art Newspaper» con motivo de la inauguración de su primera exposición en solitario en China se casó... ¡con una piedra!
Emin, que dio el «sí quiero» a la centenaria roca bajo un olivo, llevaba puesta la mortaja blanca con la que fue enterrado su padre. Y, para dejar constancia de tan especial ocasión, la artista inmortalizó el momento en una serie de pinturas que, de hecho, forman parte de la mencionada muestra, titulada «I Cried Because I Love You» y que podrá verse en Hong Kong hasta el 21 de mayo.
Lo cierto es que, pese a lo que pueda parecer, el amor ha sido siempre una fuente de inspiración para Tracey Emin, honrosa representante de los Young British Artists (YBAs) que Charles Saatchi descubrió, para gozo y disfrute de los más atrevidos seguidores del arte contemporáneo.
De hecho, en la charla que mantuvo con «The Art Newspaper» la artista reconoce que, con el paso del tiempo, su percepción del amor se ha vuelto «más espiritual». Concluir que por eso decidió casarse con una piedra es aventurarse demasiado en la conciencia vital de Emin, que ha convertido en arte su propia vida.
A la pregunta concreta de qué significó para ella tan «sólida» unión, la artista asegura que «simplemente significa que, por el momento, no estoy sola; en algún lugar, en lo alto de una colina, frente al mar, hay una hermosa piedra y no va a irse a ningún sitio. Estará allí, esperándome». Y, para rematar el tema amoroso, Emin reconoce que, pese a todo, espera, «realmente», «sentir amor algún día». Qué hará con su «roca-marido» cuando ese día llegue es otra historia.
- EFEABC.es - abc_cultura -

martes, 22 de marzo de 2016

La foto de una madre que Facebook no quiere que veas

Francie es una de las poco más 800 personas de Nueva York y alrededores que integran un grupo privado en Facebook sobre embarazos, partos y lactancia. Con motivo del primer cumpleaños de su hija, quiso homenajearla subiendo una fotografía del parto. Sin embargo, la imagen tenía un problema: no era del gusto de la red social. 
Facebook considera que la foto, que muestra a la mujer totalmente desnuda nada más dar a luz a su pequeña, vulnera sus normas al mostrar el pecho descubierto y parte del pubis. No es una imagen sexual, pero el pezón está más que prohibido y la decisión es tajante, y más aún cuando la denuncia vino de uno de los propios integrantes del grupo, según publicaba este fin de semana el New Yor Magazine. ¿Cómo pudo ofender la imagen a alguien interesado en ese tipo de historias? Esa es la pregunta que se hace Francie y el resto de la comunidad.
 |  Por David Ramos

lunes, 21 de marzo de 2016

¿Está la sociedad preparada para la nueva generación de ‘cincuentañeras’?

Las mujeres de 50, han desterrado el calificativo de cincuentonas, para convertirse en una generación que ha ganado juventud, vida sexual y aspiraciones laborales pero, ¿está la sociedad preparada para recibirlas?
Nicola Griffin posando, a los 56 años, para Sports Illustrated.
Decía Víctor Hugo que “los 40 son la edad madura de la juventud y los 50 la juventud de la edad madura”. En este proceso de rejuvenecimiento de las décadas, en las que los 30 son los nuevos 20 y así sucesivamente, las mujeres son las grandes beneficiadas. Solo hace falta retroceder una generación para rememorar a la cincuentona de entonces, embutida en una faja Playtex, adicta a las cremas antiarrugas, resignada a enterrar su cada vez más esporádica vida sexual y con la baza de la anestesia en forma de reuniones de amigas, que se habían despedido para siempre de la operación bikini, y se divertían merendando y contando anécdotas graciosas de sus maridos.
Hoy una mujer en sus 50 puede hacerse su primer tatuaje, descubrir el verdadero significado de la palabra sexo o una nueva orientación sexual, puede haber sido despedida de su trabajo, al que dedicó gran parte de su vida, y proyectar lanzarse a la piscina de su verdadera vocación; o puede salir en la portada de Sports Ilustrated con un bikini dorado y una melena canosa, como ha hecho recientemente la modelo Nicole Griffin, de 56 y, además, no precisamente para anunciar dentaduras postizas.
Para la mujer, los 50 es una edad bisagra en la que ya no es joven pero tampoco mayor; en la que, a poco que una se haya cuidado algo, aparentará menos edad que la que machaconamente le recuerda su carnet de identidad. Una década en la que se espera una cierta solidez y trayectoria laboral, que conlleva un poder adquisitivo, aunque desde la crisis económica, esto último ya no deberían presuponerse. Unas características que las igualarían a los hombres de su misma edad, sino fuera porque las féminas deben atravesar ese seísmo llamado menopausia, de mayor o menor intensidad, que hace que muchas se replanteen su existencia. Hasta hace poco, el fin de la edad fértil se traducía en el adiós a la mejor parte de la vida de una mujer, pero muchas empiezan a verlo de otra manera. Como el principio de otra etapa, más centrada en si mismas y menos en lo que la sociedad, el marido o los hijos esperan de ellas. Según Marisol Delgado, especialista en psicoterapia por la European Federation of Psychologists Associations (EFPA) y con consulta en Avilés, “hay muchos mitos entorno a la menopausia, y muchas veces la presión social es peor que los propios cambios físicos o vitales de la persona pero, eminentemente, es una etapa importante, y cada vez más mujeres la viven como un periodo de oportunidades, un buen momento para enderezar sus vidas y hacer aquello que siempre han pospuesto. Como cualquier crisis vital, encierra la posibilidad de, si se juegan bien las cartas, salir de ella renovado”.
La teoría de que la felicidad durante el ciclo de la vida tiene forma de U, que defiende el profesor de economía de la Universidad de Warwick (Reino Unido), Andrew Oswald en su investigación Is Well-Being U-Shaped over the Life Cycle?, predispone, también, a los cincuenteañeros a una existencia menos agria. Esta tesis indica que la gran mayoría de las personas alcanzamos nuestros mayores niveles de bienestar vital alrededor de los 20 años, y a partir de ahí éstos decaen hasta llegar a su estado más bajo, los 40, para luego volver a subir. La razón de que esta década sea la más negra se debe, según este autor, a las responsabilidades laborales, el cuidado de los hijos y de las personas mayores; aunque de nuevo, la economía ha convertido a los chicos en dependientes durante más tiempo y a los mayores en proveedores de muchas familias. Pero Delgado hace hincapié en esta idea, “hay muchos estudios de psicología que sostienen que los 40 es una edad muy vulnerable a la depresión o a la ansiedad. Las mujeres trabajan, tienen hijos y deben ocuparse también de la casa. Si lo hacen, el estrés está garantizado; si no pueden con ello, entonces vendrá la culpa. Los 50 se dibujan como una época más tranquila, los hijos ya son más independientes y hay más tiempo para una misma, aunque el reto está ahora en manejar el proceso de la pérdida de la juventud”.    
Pero para eso, la evolución de la humanidad y de las especies ha hecho ya su trabajo. Según el doctor Miguel Martínez, director del departamento de Medicina Preventiva y Regenerativa, de la Clínica Planas, en Madrid, “vivimos más que nunca, y la esperanza de vida de la mujer es ligeramente superior a la del hombre. Ella se cuida más, se alimenta mejor y tiene menos hábitos tóxicos, fuma y bebe menos. La gran revolución del siglo XX en cuidados antiaging es la combinación de terapias hormonales y de nutrientes a dosis adecuadas y por largo tiempo, que retrasan el envejecimiento. Otros factores, como la nutrición celular, el ejercicio o una alimentación adecuada ayudan enormemente a ganarle juventud a los años”.
Claro que este anhelo de parecer más joven, que cuenta con el gran aliado de la cirugía plástica, no hace sino reforzar el estereotipo machista de que la principal misión de la mujer es ser atractiva y deseable a cualquier edad. La novedad es que ese ideal de belleza empieza a incorporar, poco a poco, estéticas para todos los gustos. Algunas más cerca de la tercera edad que de la juventud, y que dan la bienvenida a las canas, las arrugas o las estrías. Modelos que ya han pasado los 50 aparecen en campañas para marcas trasgresoras y destinadas a un público joven, como es el caso de Jacky O’ Shaughnessy, 64, para America Apparel; Linda Rodin, 67, para The Row o; más recientemente, Alicia Borrás, que este año cumple 71, para Desigual.
Alicia Borrás en la última campaña de Desigual.
Consumidoras que saben lo que quieren y sexualmente activas
Pero, me temo que esta estrategia no es tan inocente ni altruista como parece, sino que va destinada a conquistar a esa sustanciosa porción del mercado que son las mujeres de 50, en el inicio de la segunda parte de sus vidas y con una tarjeta de crédito. Una de las creencias inamovibles que el mundo del marketing tenía hasta hace muy poco era la de pensar que las mujeres de más de 45 años iban a permanecer, el resto de sus consumistas vidas, fieles a las marcas de su agrado. Pero según un estudio llevado a cabo por la compañía internacional de marketing IMC, la forma en que ellas compran tiene tres puntos de inflexión: a los 20 años, cuando se toman las primeras decisiones; en la década de los 30, en la que aparecen nuevas necesidades -hijos, maridos-; y entorno a los 50, cuando la prioridad empieza a ser una misma y hay nuevas demandas que satisfacer. “Las marcas que no quieran trabajar para hacerse con la lealtad de este grupo de mujeres se verán en la misma situación que el marido que no quiere ver el divorcio que se acerca, después de 20 años de ignorar a su esposa”, comentaba un artículo de IMC al respecto. Pero además, en España, las chicas de 50 son un colectivo numeroso que crecerá en los próximos años, porque ya han llegado o están llegando a esa edad las hijas del baby boom, que nacieron entre 1957 y 1977.
Sexualmente hablando, las cincuentonas, no solo se han sacudido el polvo, sino que han dado el salto y se han posicionado como las deseables y sexualmente activas MILFs (Mother I Like to Fuck), que proliferan también en los portales porno. Un estudio de este año, conducido por Victoria Milán, un portal de citas para casados/as en busca de aventuras, ha preguntado a 3.589 mujeres cómo es su vida sexual tras la menopausia. Según parece, 7 de cada 10 afirman que tienen el mismo o incluso más deseo sexual que antes, y al no existir ya el riesgo de embarazo, un 72% confiesa que disfruta de su sexualidad más libremente. Casi la mitad de la muestra confirma que el sexo de sus parejas deja mucho que desear, y que su nueva actitud ante la sexualidad las lleva a considerar tener un amante. Este panorama no le es ajeno a Delfina Mieville, socióloga, sexóloga y experta en género y derechos humanos, con consulta en Madrid. “Muchas parejas de 50 se encuentran con que la mujer empieza a demandar más sexo o quiere experimentar cosas nuevas, y el hombre no siempre puede seguirla o le desconcierta esta nueva actitud de su compañera. El género femenino ha vivido una revolución sexual pero el masculino no. Muchos siguen con los antiguos roles y, a veces, esto es causa de problemas en la pareja. El hombre se ve desbordado y, para colmo, esta época de retomar el interés por el sexo, por parte de ella; coincide, no pocas veces, con un momento de menor deseo por parte de él”, comenta Mieville.
Uno de los grandes problemas para la mujer de 50 es que ella ha cambiado más deprisa que la sociedad, que no siempre le brinda el escenario propicio para que campe a sus anchas. El mercado laboral es un claro ejemplo, y la dificultad de volver a encontrar trabajo, cuando ya se ha cumplido el medio siglo, es el signo más patente de cómo muchas empresas desperdician a estos diamantes en bruto. Como apunta Olga Cubillas, coach certificado, practitioner en PNL y especialista en coach personal y laboral, con consulta en Madrid, “las mujeres de 50 engloban muchas de las características que son necesarias en un líder. Cuentan con mucha experiencia, han ganado en autoestima, los años le han enseñado a separar lo accesorio de lo esencial, tienen más claro lo que quieren y son más prácticas, porque saben que disponen de menos tiempo y necesitan aprovecharlo al máximo. Además, la experiencia de muchas de ellas de dirigir una familia –que se asemeja a una pequeña empresa – les ha proporcionado la capacidad de influir en los demás, herramientas para la comunicación y el consenso, inteligencia emocional, capacidad de trabajo en equipo y de adecuarse a las necesidades y demandas de cada uno de sus miembros”.
Sin embargo, se empieza a hablar de una pobreza de género, que combina mayores índices de paro para ellas con la vergonzosa brecha salarial. En la Comunidad de Madrid, como apuntaba recientemente El País,  “las mujeres constituyen el 54% de los alrededor de 460.000 desempleados de la región. Solo el 38% del empleo creado el año pasado en la Comunidad fue femenino. Según una nota del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, “se necesitarían más de 100.000 empleos femeninos para igualar el nivel del empleo masculino”. Y dentro de estas, como apunta el mismo periódico en otro artículo, “120 mujeres de entre 55 y 59 años llevaban más de dos años en el paro al final de 2015. El número de paradas para su grupo de edad no ha dejado de aumentar desde 2005, cuando eran 11.100”.
Según la socióloga Delfina Mieville, “teóricamente vivimos en una sociedad en la que hay muchas expectativas de felicidad, en la que, aparentemente, todo es posible. Como dijo el sociólogo Anthony Giddens, “en la post modernidad el ser humano es un arquitecto de si mismo”, y ese infinito abanico de posibilidades de reinventarnos puede generar también cierta angustia. La consigna ahora no es ser necesariamente joven, pero si destilar la esencia de la juventud, parecer que se tiene 20 años menos, rebosar salud, tener un discurso nuevo, ser moderno, rebelde o un enfant terrible, pero ¿qué pasa si una mujer de más de cincuenta no quiere practicar el 69, ni vestirse como una de 30, y su mayor tentación es quedarse en casa haciendo crochet?”.
RITA ABUNDANCIA