viernes, 31 de agosto de 2018

El misterio de los «huevos» del acantilado de Chan Da Ya

En un acantilado del monte chino de Gandeng crecen piedras redondeadas que terminan cayendo al suelo
En la provincia china de Guizhou existe una ladera rocosa que quita el sueño a geólogos de todo el mundo que tras muchos años de estudios no dan con una explicación científica completa a la llamada Chan Da Ya, que traducido sería algo así como «acantilado que pone huevos». Lo cierto es que cada 30 años en este lugar del monte Gandeng, de unos tres metros de alto y veinte de largo, «crecen» piedras ovaladas que terminan cayendo al suelo cual huevos tras ser incubados.
El fenómeno de la «puesta de huevos» se considera único, por lo que los científicos llevan décadas estudiando el fenómeno «in situ». Las numerosas pruebas dieron como resultado una respuesta a la formación de piedras sobre la ladera pero no al por qué de sus formas redondeadas. El caso es que mientras la mayor parte del monte Gandeng es de sedimentos más duros, esta sección está hecha sobre todo de roca calcárea que se erosiona fácilmente. Los huevos están hechos de roca mucho más dura, por lo que la diferencia en el tiempo necesario para que los elementos pasen por los diferentes tipos de roca explica el fenómeno de puesta de huevos.
Sin embargo, nadie ha sido capaz de explicar cómo una sección calcárea que se formó hace 500 millones de años aún hoy sigue transformándose y mucho menos por qué las piedras son todas redondas u ovales.
Un lugar de culto
Para los habitantes de la aldea de Gulu, de unas 150 familias, Chan Da Ya es mucho más que un enclave turístico. Durante generaciones el acantilado era un lugar de culto hasta donde se desplazaban para tocar estas «formaciones de Dios» y atraer la buena suerte. Muchas familias conservaban en sus viviendas huevos de Chan Da Ya sin embargo, en los últimos años, el lugar se ha vuelto tan popular que la mayoría de las piedras se han ido vendiendo y las nuevas que están listas para caer son a menudo robados por los cazadores de tesoros.

jueves, 30 de agosto de 2018

Un cocodrilo mata a una mujer que paseaba a su perro junto a la laguna de un hotel en EE UU

El Departamento de Recursos Naturales del Estado de Carolina del Sur ha dado muerte al animal
Foto de archivo de un caimán en el Parque Nacional de Everglades de Florida, EE UU. EP
Estaba dando un paseo con su perro al lado de una laguna en un hotel de la isla de Hilton Head —un destino turístico ubicado en Carolina del Sur (Estados Unidos)— cuando un cocodrilo la atacó. Cassandra Cline, una mujer de 45 años, murió este lunes después de que el animal, de más de dos metros de largo, la arrastrara al agua en presencia de algunos testigos, según ha informado la oficina del sheriff del Condado de Beaufort.  
Una testigo que vio la escena fue quien llamó llamar a la policía para avisar de que un caimán estaba atacando a una persona, pero cuando los agentes llegaron Cline ya había fallecido. El animal que supuestamente perpetró el ataque ha sido capturado y muerto, ha informado Robert McCullough, director del Departamento de Recursos Naturales de Carolina del Sur. El perro de Cline ha salido ileso del ataque. Según ha señalado el departamento de recursos naturales a los medios locales, el animal quería comerse al perro de la mujer, pero esta trató de protegerlo y pereció en el intento.
Los cocodrilos suelen arrastrar a sus víctimas debajo del agua hasta que dejen de respirar, antes de esconder el cuerpo para poder comerlo más tarde. Los ataques de cocodrilos no son comunes en Estados Unidos, según indica Reuters, que precisa que la mayoría de las muertes relacionadas con animales se dan con ejemplares de granja, avispones, abejas y perros. 
Sin embargo, el pasado junio, un cocodrilo de casi cuatro metros mató a una mujer en Florida durante un ataque. Y hace dos años, otro caimán arrastró a un niño de dos años desde la orilla de un lago artificial en Walt Disney World en Orlando. Su cadáver fue hallado por un equipo de buzos. 
Carolina del Sur  

miércoles, 29 de agosto de 2018

Una mujer denuncia haber sido expulsada de una piscina de Alicante por llevar "bañador de pata"

  • La afectada, que se encontraba con su hija pequeña, ha denunciado los hechos a la Guardia Civil. 
Getty Images/iStockphoto
Una mujer de Murcia ha denunciado ante la Guardia Civil a los responsables de una piscina municipal de Pilar de la Horadada (Alicante) tras ser expulsada por llevar "bañador de pata" en lugar de braga.
Eso es lo que asegura Raquel Pérez, mujer de la denunciante, que ha compartido este suceso en su cuenta de Facebook, donde ha publicado los documentos con la hoja de reclamaciones, la denuncia y la imagen del bañador.
Mujer con bañador de pata
"Un hombre puede llevar un bañador de pata, una mujer no, se le exige una braga. Al hombre no se le exige bañador tipo calzoncillo, ¿por qué?", se pregunta Pérez en su publicación, que ha logrado más de 1.600 compartidos.
Según explica, la afectada iba con su hija pequeña, una niña de año y medio que regresó "llorando en el coche porque la han echado de allí". "Es lo que más me duele de todo".
Pérez afirma que han denunciado ante la Guardia Civil para que "ninguna mujer tenga que vivir una situación así nuevamente".
Redacción ElHuffPost

martes, 28 de agosto de 2018

Este cambio en una clásica postura sexual marca una diferencia abismal

·       Si la posición del loto fuera una canción, sería un tema lento de los noventa.
¿Te gusta estar encima durante el sexo, pero desearías que la experiencia fuera todavía más íntima y placentera? Pues prueba la postura flor de loto.
Según Sadie Allison, sexóloga y autora de Ride 'Em Cowgirl! Sex Position Secrets for Better Bucking, la flor del loto es una versión ligeramente modificada del clásico cowboy, pero en vez de recostarse, el hombre se sienta y la mujer le rodea con sus piernas, llevando el control.
"Aunque en algunas posiciones la penetración total del pene es fácil, la flor de loto es ideal para un disfrute más profundo y completo, todo para tu disfrute", comenta Allison a la edición estadounidense del HuffPost. "Esta postura es perfecta para hacer el amor de manera lenta y sensual y para que ambos sintáis más placer".
Esta es una representación visual:
ISABELLA CARAPELLA/HuffPost

ISABELLA CARAPELLA/HuffPost
La flor del loto proviene del Kama Sutra, la antigua guía sánscrita para el sexo y la vida holística. Debido al ángulo, es una posición especialmente diseñada para las mujeres, indica Lori Buckley, terapeuta sexual y autora de 21 Decisions for Great Sex and A Happy Relationship.
Según Buckley, "facilita un tipo de movimiento al que muchas mujeres responden sexualmente, que consiste en un balanceo lento que estimula directamente el clítoris. Además, hay mucha facilidad para tocar el cuerpo de la otra persona con las manos o los labios. Al estar en posición vertical requiere menos movimiento que el típico de hombre o mujer encima".
Así que, si la postura del loto fuera una canción, sería un tema lento de los noventa que nunca pasa de moda.
Ahora que ya lo sabes, así es como se adopta la posición, según Allison: tras colocarte encima de tu pareja, arquea un poco la espalda para que tu vulva y clítoris se muevan hacia delante y apóyate en su abdomen y pelvis. Esta técnica es parecida a la otra posición más placentera para las mujeres, la "técnica de alineación coital", también conocida como CAT.
"Cuando ambos estéis en posición, gira y muévete contra él haciendo pequeños círculos, y siente el torrente orgásmico de sensaciones placenteras de las terminaciones nerviosas sensitivas que surgen al estimular tu clítoris y vulva interna", relata Allison.
Después, pídele que te agarre suavemente por la cadera para ayudarte a girar: "La fuerza y velocidad extra que él te da pueden hacer maravillas. Esa es la diferencia entre 'oh, casi, casi' y 'oh, sííííí".
Y para conseguir incluso más placer, usa los dedos.
"La flor del loto permite a tu pareja estimular tu clítoris haciendo ochos mientras te mueves de forma sensual: una manera buenísima de llegar al orgasmo mientras disfrutas del coito", asegura la experta.
Así que, adelante. Ve y prueba la flor de loto.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Lucía Manchón Mora

lunes, 27 de agosto de 2018

Ser vago puede salvar al mundo de la extinción

Investigadores han averiguado que tener una tasa metabólica elevada fue una causa de extinción para moluscos durante un período de cinco millones de años
 
La evolución de los seres vivos, con el desarrollo del vuelo o de los ojos, no es resultado de ninguna fuerza mágica que les dirija hacia un diseño inteligente. Al menos por lo que sabemos a través de las evidencias científicas.
La evolución es resultado de un proceso teóricamente sencillo, la selección natural, a través del cual dejan más descendientes aquellos individuos más aptos. Pero, ¿y si la evolución no fuera solo fruto de la supervivencia del más apto, sino también de la supervivencia del más vago?
Los aficionados a remolonear en la cama durante horas están de enhorabuena. Un estudio que se acaba de publicar en la revista Proceedings of the Royal Society B y elaborado por científicos de la Universidad de Kansas (EE.UU.) ha revelado que la vagancia y la molicie eran una estrategia de éxito para una multitud de especies de moluscos: gasterópodos y bivalvos incluidos.
Según han revelado los fósiles de 299 especies, procedentes de un periodo de cinco millones de años desde mediados del Plioceno a la actualidad y del Atlántico occidental, tener una tasa metabólica elevada (el gasto energético para vivir) era un motivo seguro para acabar extinguido. O, como han dicho los científicos, un predictor muy fiable de la probabilidad de la extinción.
«Nos preguntamos, ¿podríamos predecir la probabilidad de extinción de las especies basándonos en el gasto energético de un organismo?», ha dicho en un comunicado Luke Strotz, investigador en la Universidad de Kansas y director de la investigación. «Descubrimos que (...) aquellos que se extinguieron tendieron a tener mayores tasas metabólicas que aquellos que sobrevivieron y aún viven».


O, dicho de otra forma, aquellos que apostaron por adoptar un perfil bajo y gastar menos energía, disfrutaron de mayores probabilidades para sobrevivir. En consecuencia, resultaron ser más aptos, por el motivo de que pudieron dejar más descendientes que los que más gastaron.
La «supervivencia del más vago»
Bruce Lieberman, coatuor del estudio e investigador en la Universidad de Oxford lo ha puesto en palabras: «En vez de "supervivencia del más apto", podemos usar la meaáfora de la "supervivencia del más vago"».
Más allá de esto, los investigadores han asegurado que este estudio tiene implicaciones a la hora de elaborar herramientas con las que predecir qué especies podrían estar a las puertas de extinguirse en el futuro. Por ejemplo en el contexto del cambio climático y, en especial, en hábitats pequeños.
Curiosamente, otra de las cosas que han observado es que las tasas metabólicas de las comunidades en conjunto tienden a permanecer estables a lo largo del tiempo, por mucho que las especies individuales aparezcan y desaparezcan dentro de ellas.
«Si analizas las comunidades en conjunto, y las especies que las constituyen, la tasa metaólica media de las comunidades tiende a estar estable», ha dicho Luke Strotz. «Esto fue una sorpresa, porque esperábamos que este parámetro fuera cambiando con el tiempo. En lugar de eso, el consumo medio de energía permanece estable durante millones de años, al menos para esos bivalvos y gasterópodos, a pesar de las numerosas extinciones».
Los investigadores han escogido los moluscos del Atlántico occidental en esta ocasión porque el registro fósil es muy amplio y porque hay muchas especies. Pero a continuación pretenden extender esta investigación y tratar de averiguar si la tasa metabólica es un predictor de la extinción de otras especies de animales.
«Veremos si estos resultados son generalizables a otros grupos, al menos dentro del reino marino», ha dicho Strotz. «Pero, la pregunta es. ¿Puede aplicarse esto a vertebrados? ¿Ocurre algo así en tierra?».

domingo, 26 de agosto de 2018

El "Brexit" deja al Reino Unido sin suministro de esperma

·       Las parejas británicas no podrán acudir a los bancos de donantes europeos
Una salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo podría poner en dificultad a las parejas británicas que recurren a la donación de esperma para procrear, ya que no podrán acudir a los bancos de esperma europeos, según señaló el Gobierno. 
Foto Internet
En una nota técnica publicada el pasado jueves, destinada a preparar a las empresas y a la población ante las consecuencias de un divorcio posiblemente sin acuerdo, el Gobierno británico señala que el país había importado unas 3.000 muestras de esperma de Dinamarca el año pasado y otras 4.000 de Estados Unidos, ante posible riesgo de desabastecimiento. 
Foto Internet
Para compensar, el Ministerio de Salud indica que las empresas que cuenten con una licencia podrán recurrir a las importaciones de terceros países en caso de que no puedan disponer ya del material genético de la UE.

sábado, 25 de agosto de 2018

Las cuentas de la lechera del Gobierno de Venezuela: si trabajas 8 horas al día, trabajarás 800 al mes


El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, hizo este cálculo en rueda de prensa
La caótica política económica de Venezuela, que tiene a miles de personas cruzando la frontera en busca de un presente mejor, ha sumado un nuevo episodio que si no fuera por las dificultades que está atravesando la clase media, resultaría casi cómico. Hace unos días, el ministro de Información y Comunicación realizó el siguiente cálculo: «El trabajador que trabaja ocho horas diarias, durante cinco días a la semana, si trabaja de lunes a viernes. Entonces trabaja 800 horas mensuales», dijo ayudándose de un gráfico erróneo.
A los precios fijados desde el Gobierno, la inflación descontrolada y la supresión de ceros a la moneda para ocultar dicha tara, hay que incluir ahora los despistes matemáticos del Gobierno.
El ministro Jorge Rodríguez, responsable de Información y Comunicación, salió ante los medios acompañado de varios gráficos entre los que estaba una singular cuenta de la lechera. Un cálculo según el cual un empleado que dedica 8 horas diarias a su trabajo acumulará 800 horas al mes; algo que es imposible porque un mes de 30 días tiene un máximo de 720 horas.
Las reacciones a este disparate matemático (respaldado con su conveniente diapositiva) no se han hecho esperar y las críticas al ministro, como representante del Gobierno, han invadido las redes sociales. El vídeo con su intervención acumula miles de reproducciones en varias plataformas y se ha convertido en caricatura de un Gobierno que perdió el control de sus cuentas hace tiempo.
https://www.abc.es/internacional/abci-cuentas-lechera-gobierno-venezuela-si-trabajas-8-horas-trabajaras-800-201808241725_noticia.html

viernes, 24 de agosto de 2018

El sarampión bate récords en Europa

El continente registra en los primeros meses de 2018 41.000 casos de la enfermedad, una cifra que supera con creces a la de cualquier año de la última década, según datos de la OMS
El sarampión se está disparando en Europa. En los seis primeros meses de 2018, los casos de esta enfermedad infecciosa rebasaron los 41.000, una cifra muy superior a la registrada en cualquier año de la última década, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que incluye a los 53 países de la región europea.
Células infectadas por el virus del sarampión EDWIN P. EWIN
De hecho, la suma deja muy atrás los 23.927 casos que se contabilizaron el año pasado y que suponían un récord para el periodo comprendido entre 2010 y 2017. Muy atrás quedan los 5.273 afectados registrados en 2016, la cifra más baja de los últimos tiempos.
La escalada de la enfermedad preocupa a los expertos en salud pública, que reclaman un freno para de este «aumento dramático» en el número de infecciones. «Pedimos a los países que implementen inmediatamente medidas amplias y apropiadas al contexto para parar una mayor propagación de la enfermedad», señaló en un comunicado Zsuzsanna Jakab, responsable de la oficina regional de la OMS para Europa. «La buena salud para todos comienza con la inmunización, y mientras esta enfermedad no se elimine, fallaremos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible», ha añadido.
La influencia de los 'antivacunas'
Si se le deja, el sarampión consigue avanzar rápido ya que el virus responsable de la enfermedad es muy contagioso y se transmite con facilidad entre individuos susceptibles. Para prevenir los brotes, es necesario alcanzar una cobertura vacunal de al menos un 95% cada año en cada comunidad, pero, según los datos del informe, en algunas poblaciones, estas cifras no superan el 70%, ya sea por carencias en los programas de salud o por la influencia del movimiento anti vacunas.
Sin duda, el país más azotado por el sarampión es Ucrania, con más de 23.000 afectados y, por tanto, quien alberga más de la mitad del total de casos registrados en la región.
Muy por detrás le siguen Serbia, con 4.954 casos; Francia, con 2.579; Grecia, con 2.130; e Italia, con 2020. Otros países, como Georgia o la Federación Rusa también superan el millar de afectados.
Aunque las cifras de infectados son muy elevadas, la mortalidad asociada es mucho menor. Según los registros, en los seis primeros meses de 2018 fallecieron 37 personas a causa del sarampión.

En nuestro país, el informe contabiliza 181 casos en ese periodo e tiempo (Datos del Centro Nacional de Epidemiología, que han registrado hasta finales de julio la incidencia, elevan el número de afectados a 197). En cualquier caso, la cifra es mucho menor que la de otros países de nuestro entorno, pero los registros también reflejan una tendencia al alza de la enfermedad. Si en los últimos meses de 2017 los casos de sarampión apenas superaban la decena en el peor de los casos (11 infecciones en diciembre, 1 en noviembre y ninguna en septiembre), a comienzos de 2018 la enfermedad experimentó un repunte considerable (50 casos en marzo, 49 en abril y 41 en mayo), si bien hay que tener en cuenta que la enfermedad es más frecuente en primavera que en otoño o verano.
Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, en el primer semestre de 2018 ya se ha superado en España el total de casos de sarampión contabilizados en 2017, que fue de 122.
«Podemos parar esta enfermedad mortal», subrayó Jakab. «Pero no lo lograremos a menos que cada uno cumpla su papel: inmunizar a sus hijos, a sí mismos, a sus pacientes y a la población, así como recordar que las vacunas salvan vidas».
CRISTINA G. LUCIO Madrid

jueves, 23 de agosto de 2018

El estudio que demuestra que nadie entiende las rotondas

Un informe de Automovilistas Europeos Asociados señala el incremento de la accidentalidad en las glorietas, especialmente fuera de las zonas urbanas.
El 34% de los accidentes de carretera en 2016 ocurrieron en rotondas.
Con los datos en la mano, la conclusión parece indiscutible: los conductores españoles no entienden las rotondas. De hecho, un estudio recién publicado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) demuestra que “en las intersecciones de carretera donde existe una rotonda giratoria se observa un incremento en la frecuencia de los accidentes” en los últimos años. Entre 2012 y 2016 el número de percances mortales en este tipo de cruces ha crecido un 131% (de 16 se ha pasado a 37), mientras que en las situadas en zonas urbanas el incremento fue del 86,7% (de 15 a 28).
El elemento de la red viaria que más debate genera en los bares y en las redes (es uno de los temas preferidos de la DGT y de la Guardia Civil en Twitter) lleva de la mano algunas cifras preocupantes. En 2012 se produjeron en este tipo de cruces 27 de cada 100 accidentes (2.355 sobre un total de 8.477); en 2016 el porcentaje aumentó hasta casi el 34% (3.374 frente a 9.701). En zonas urbanas también se aprecia un incremento, aunque menor: del 16% de 2012 al 18% de 2016.
La gravedad de los accidentes, además, también crece. Las cifras indican un incremento en el número de fallecidos en carretera (58,3%) y también en el de heridos (37,33%). Este aumento se repite en las rotondas de las poblaciones, donde el número de muertes en 2016 aumentó un 55,5% respecto a 2012, y el de heridos un 40,8%.
En Automovilistas Europeos Asociados, sin embargo, consideran que estas infraestructuras giratorias son adecuadas para regular las intersecciones debido a la pérdida de prioridad que imponen a todas las vías que en ellas confluyen”. Además, destacan su eficacia como un elemento reductor de la velocidad.
No obstante, aparte de que los conductores necesiten más formación para el uso correcto de las glorietas, los autores del estudio hacen hincapié en que la implantación de rotondas inadecuadas puede provocar un incremento de la accidentalidad. Por eso, en AEA proponen la realización de auditorias técnicas que determinen si el elemento construido en cada lugar (mini glorietas, glorietas dobles, glorietas partidas, semaforizadas, turbo glorietas, etc.) resulta el más adecuado en función del tráfico.
CÓMO CONDUCIR EN LAS ROTONDAS
Prioridad. El conductor que circula por el carril exterior siempre tiene la prioridad en este carril, por encima de aquellos que se incorporen a la rotonda, o aquellos que circulen por el carril interior
El carril de entrada. No hay una regla estricta, pero sí recomendaciones. Por ejemplo, cuando vayamos a coger la salida de la derecha o a seguir recto en la glorieta, sería mejor que entráramos por el carril externo. Por el contrario, si vamos a girar a la izquierda o a cambiar de sentido, tendríamos que entrar utilizando el interno.
Circulando. Tráfico deja claro que, de manera general, hemos de utilizar el carril exterior. Así cruzaremos menos carriles y las maniobras serán más seguras.
Carril izquierdo. Existe la creencia de que debes usarlo para girar a la izquierda o tomar la última salida, pero no es una obligación. Tampoco es verdad que no se pueda circular por él: se puede ocupar cuando el exterior está congestionado, por ejemplo.
La salida, por la derecha. Una regla sencilla y esencial: al abandonar una rotonda deberemos hacerlo siempre desde el derecho (y cambiarnos a él con antelación suficiente).

miércoles, 22 de agosto de 2018

Lo que las fantasías sexuales pueden llegar a decir de ti.

Responden a deseos inconscientes y, en otros casos, hay una gran contradicción entre lo que se desea en la cotidianidad y lo que elabora la mente
“La sensualidad y el erotismo se alimentan con la imaginación”. La mente es muy rica y muy compleja, y es capaz de elaborar una historia para estimular la libido. «En realidad las fantasías y los sueños eróticos sirven para liberar sensaciones sin el freno que ejerce la racionalidad», afirma Alicia Galloti, sexóloga y autora de libros de orientación sexual como «Nuestras fantasías más íntimas».
Las fantasías a veces responden a deseos inconscientes y, en otros casos, hay una gran contradicción entre lo que se desea en la cotidianidad y lo que elabora la mente. «En estos casos muchas personas se sienten mal porque creen que se trata de deseos reprimidos o de un desconocimiento de lo que en realidad les resulta excitante», insiste la experta.
«Los valores morales están al margen de las fantasías, dar rienda suelta a la imaginación es una buena manera de conseguir sentirse seguro con uno mismo y mejorar la autoestima». Cuando las personas fantasean con tener relaciones sexuales en lugares en los que pueden ser descubiertos —como la playa, el probador de una tienda, durante el vuelo en un avión, un tren, un baño público…— «generalmente tratan de revivir la excitación que sentían en la adolescencia ante el miedo de ser descubiertos durante los primeros escarceos sexuales», asegura Galloti. Esta búsqueda de rescatar la carga de adrenalina de esas primeras experiencias es totalmente inconsciente.
En general, según comenta esta sexóloga, los hombres no sienten culpa por tener fantasías y están muy acostumbrados a ellas, aunque sí tienen dificultad para contarlas a su pareja por temor a que esta reaccione mal, que lo malinterprete. Por el contrario, a las mujeres les genera mucha culpa. «Niegan tenerlas hasta tal punto que, si tienen un sueño erótico, no lo recuerdan la mañana siguiente».
Generalmente, las mujeres activan el deseo al imaginar una historia, no les basta con la visualización de un cuerpo bonito o un pene. Los hombres, no necesariamente la necesitan.
Las más frecuentes en mujeres
   Tener una relación sexual con uno o varios desconocidos, generalmente sin hablarse y sin saber ni su nombre y que al finalizar el encuentro sexual no se vuelvan a ver.
— Tener sexo con otra mujer, esta fantasía crea bastante conflicto porque quienes la tienen temen que esto indique que son lesbianas.
—Tener una relación sexual con un compañero del trabajo en la oficina.
— Tener fantasías en lugares públicos donde pueden ser sorprendidas. El miedo y la sensación de peligro disparan la adrenalina.
— Tener encuentros sexuales con hombres uniformados: médicos, dentistas, bomberos, oculistas...
Las cinco fantasías que prefieren ellos
   Sexo de tres, con dos mujeres.
— Iniciar a una «Lolita».
—Tener sexo con una mujer desconocida que accede a todos sus deseos incondicionalmente.
—Con una compañera de trabajo.
— Intercambio de pareja.
 
A. González
@agdiosdado1

martes, 21 de agosto de 2018

La reacción en cadena que cambiará la vida en la tierra

*El ser humano podría perder el control sobre el calentamiento global al alcanzar los 2º, cuando los procesos naturales se retroalimenten
En 2007, un documental de la BBC sobre cambio climático mostraba lo que para los ingleses era un mapa del tiempo apocalíptico: Gran Bretaña en 2020 con veranos a 29-30 grados. Este verano, esas temperaturas se han superado durante la ola de calor y, junto a la sequía, han dejado imágenes inéditas: Hyde Park como los campos de Castilla; ambulancias haciendo cola en urgencias o amenazas de restringir el agua para riego.
Más olas de calor y sequía, es el futuro que pronostican las nuevas investigaciones - ABC
«Los escenarios que se preveían en los años 90 se han quedado cortos», explica María José Sanz, directora del Centro de Investigación de Cambio Climático BC3. Las consecuencias del calentamiento global han llegado décadas antes de lo esperado y, ahora, con modelos refinados, cada vez más estudios plantean la posibilidad de un futuro de condiciones inhóspitas para la vida humana si no se reducen las emisiones de CO2.
La semana pasada, una investigación alertaba de la probabilidad de que la Tierra entre en un estado irreversible de «efecto invernadero» incluso cumpliendo los objetivos del Acuerdo de París para mantener la temperatura por debajo de los 2º sobre la era preindustrial. Igual que si fueran fichas de dominó, los mismos mecanismos climáticos que hoy ayudan a mantener la estabilidad del planeta podrían volverse en contra y aumentar por sí mismos entre 4 y 5º el calentamiento global, de acuerdo al estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). En este escenario, el hombre dejaría de tener cierto control sobre el cambio climático (a través de la limitación del CO2) y las temperaturas llevarían al planeta «a un modo completamente nuevo de funcionar», en palabras del coautor de la publicación Joachim Schellnhuber.
Nivel global
La «cadena climática» comenzaría con la activación de procesos naturales que aumentan por su cuenta las temperaturas.
Por ejemplo, si a medida que la Tierra se calienta, el hielo se derrite y, por tanto, la cubierta blanca se reduce, también lo hace la capacidad de reflejar la radiación solar. Al final, es el mar el que absorbe la luz solar y contribuye a que se derrita aún más hielo. O si se acelera la pérdida del permafrost, suelo permanentemente helado, este a su vez empezaría a liberar el metano y CO2 almacenado en su interior, que empujaría aún más las temperaturas globales.
La cuestión es que estos procesos no solo se afectan a sí mismos. «El sistema climático está vinculado a nivel global. Tiene umbrales, puntos de inflexión, que si se sobrepasan, aceleran otros procesos», explica Sanz. Es precisamente lo que el estudio de «Proceedings» llama los «fenómenos de retroalimentación».
Los autores mencionan hasta quince fenómenos interconectados que cambiarían por completo el clima en la Tierra, aumentarían en hasta 60 metros el nivel del mar y limitarían la capacidad del planeta de albergar a los seres humanos. Por ejemplo, la pérdida de hielo de Groenlandia podría alterar la corriente oceánica del Golfo, lo que elevaría el nivel del mar y acumularía calor en el Océano Austral, lo que a su vez aceleraría la pérdida de hielo de la Antártida oriental.
Una débil corriente del Golfo explicaría la ola de calor del norte de Europa
Precisamente, a principios de este año aumentó la preocupación entre la comunidad científica por dos estudios publicados en «Nature» que avisaban de que la corriente del Golfo, que juega un papel fundamental en la regulación del clima, está en su nivel más débil de los últimos 1.500 años. Algunos científicos apuntan ya a que la anómala ola de calor vivida en el norte de Europa de este año es consecuencia de ello.
Durante los meses de junio y julio, un anticiclón de bloqueo (que no dejaba pasar borrascas), se situó en el norte de Europa, provocando un tiempo seco y soleado en Reino Unido o los países escandinavos. «No es habitual esa configuración, pero asociarlo al cambio climático es complicado», explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Rubén del Campo. «Algunos estudios -continúa- hablan de que esta situación de bloqueo anticiclónico podría ser más prolongada en el tiempo por el cambio climático, ya que este provocaría una alteración de la circulación general de la atmósfera y en la corriente del Golfo».
Para el investigador del CSIC Fernando Valladares «todos los modelos concuerdan en que, al superar el umbral de 1,5 o 2 grados de calentamiento, entramos en procesos irreversibles. Y no es un proceso gradual, de que vayamos a ir teniendo poco a poco más calor, sino que al cruzar ese umbral, la inestabilidad crece mucho y la probabilidad de eventos extremos es muy grande». Es tal el vuelco que dará el sistema climático, advierte Valladares, que la comunidad científica no sabe con certeza aún cómo va a funcionar. Por ello, la mayoría de las publicaciones con proyecciones a 50 u 80 años vista incluyen llamamientos a cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Incompatible con la vida
Entre estos estudios se encuentra otro reciente del MIT (Massachusetts Institute of Technology), que plantea que las condiciones se pueden volver tan hostiles en algunas zonas que sean incompatibles con la vida. Según sus proyecciones, entre 2070 y 2100 la llanura del norte de China, una de las regiones más densamente pobladas del mundo y la zona productora de alimentos más importante de la nación, podría alcanzar los límites de la habitabilidad por la combinación de olas de calor extremo y alta humedad. 
En la región se superaría el umbral que el cuerpo humano es capaz de soportar, cuando el aire es tan caliente y húmedo que no puede enfriarse sudando.
Aunque hoy «es difícil saber la inercia» del sistema climático tras años de emisiones y de alteraciones en los ecosistemas, dice Sanz, estos estudios ayudan a «determinar que hemos de intentar ralentizar el proceso para que no se produzca». Aún a estos niveles de calentamiento, una diferencia de medio grado puede ser crucial. Otro estudio, publicado en «Nature Communications», advertía esta semana de que mantener el calentamiento en 1,5º reduciría entre un 20 y un 40% el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra por precipitaciones extremas respecto a una temperatura de 2º.
«No es una exageración»
«Los científicos no exageramos, el cambio climático es grave», dice Valladares. Hoy ya son visibles muchas de sus consecuencias. Olas de calor cada vez más intensas y duraderas, con 2017 como el segundo año más cálido registrado; huracanes que se extienden más allá de septiembre o un ritmo de deshielo de la Antártida que se ha multiplicado por tres desde 2012.
Por eso, según los autores del estudio sobre un efecto dominó climático, «las decisiones sociales y tecnológicas que se tomen durante la próxima década o dos podrían influir significativamente en la trayectoria del Sistema Tierra durante decenas o cientos de miles de años y, potencialmente, llevar a condiciones que serían inhóspitas para las sociedades humanas actuales».

lunes, 20 de agosto de 2018

Un joven muere ahogado al quedar sepultado en el agujero de arena que el mismo hacía en la playa

·       Los hechos han tenido lugar en Barbâtre, al norte de Francia. Es el segundo suceso de este tipo que tiene lugar en verano
Que la playa entraña numerosos peligros no es nuevo, pero quizá sí que sus riesgos pueden surgir de forma inesperada. Un joven de 21 años ha muerto este lunes en la playa de Barbâtre, situada al norte de Francia, ahogado en el agujero que realizaba a orilla del mar, cuando la inesperada subida de la marea le ha jugado una mala pasada y le ha sepultado bajo la arena, como informa «Europe 1».
Los hechos se han producido a las 17.30 horas de la tarde, y a pesar de que varios testigos han alertado de lo sucedido, los bomberos, que se han desplazado hasta las inmediaciones, no han podido hacer nada por la vida del joven. Su cuerpo, señala «Europe 1», no ha podido ser extraído del agujero hasta las 20.30 horas.
No es la primera vez, recuerda «Europe 1», que un suceso semejante tiene lugar. El pasado julio, otro joven murió de la misma forma en la playa des Landes, también ubicada al norte de Francia.

domingo, 19 de agosto de 2018

Las extrañas prácticas sexuales de las prostitutas de la Antigua Roma

·      Las meretrices solían utilizar grandes pelucas rubias y se afeitaban y pintaban de rojo sus partes íntimas. Además, trabajaban habitualmente en burdeles apestosos regentados por un cruel proxeneta
Las películas de Hollywood son el cielo y el infierno de la divulgación histórica. Por un lado, permiten dar a conocer períodos olvidados de nuestro pasado al gran público. Por otro, en algunos casos caen en exageraciones que generalizan ideas erróneas entre los espectadores. Esto último es lo que ha ocurrido con la prostitución en la Antigua Roma. Una práctica que en la gran y en la pequeña pantalla se rodea de lujo y de glamour pero que, en realidad, solía llevarse a cabo en tugurios pestilentes y bajo la atenta mirada de un proxeneta ansioso de que el «servicio» terminara para que pasara el cliente siguiente. Otro tanto sucedía con unas meretrices que carecían de lujos y que eran consideradas, de forma literal, la «infamia» de la sociedad.
Para los romanos la prostitución navegaba entre dos peligrosas aguas. A nivel social era vista como un mal necesario. Ejemplo de ello es que autores como Catón el Viejo (234-149 a. C.) la definieron como una auténtica bendición debido a que permitía a los jóvenes dar rienda suelta a sus más bajos deseos sin «molestar a las mujeres de otros hombres». Con todo, tan real como esta visión es que, según explica la doctora en historia Lucía Avial en «Breve historia de la vida cotidiana en el Imperio Romano» (Nowtilus, 2018), «los romanos situaron a las personas que ofrecían su cuerpo por dinero en los espacios más despreciables de la sociedad».
¿Cuál es la verdad de la prostitución en esta época? La realidad es que esta práctica fue evolucionando durante la República y el Imperio. Además, lo que sí está claro es que el «oficio más viejo del mundo» aparece ya en los orígenes de la propia ciudad. Así lo afirma la historiadora Carmen Herreros González en su dossier «Las meretrices romanas: mujeres libres sin derechos». Y es que, en sus palabras, los mismos fundadores de Roma fueron amamantados por una trabajadora del sexo. «En efecto, la tradición habla de una loba, la lupa, que en latín no quiere decir sino puta y que se refiere a la que, habiendo hecho gozar al dios Marte, recibió en recompensa por el placer proporcionado casamiento con un hombre inmensamente rico», explica la autora.
Mal necesario
Desde ese momento la prostituta es una figura que se puede encontrar de forma perpetua en Roma. Sin embargo, no fue hasta la Segunda Guerra Púnica (aquella en la que Aníbal plantó cara a las legiones entre los años 218 a. C. y 201 a. C.) cuando se empezó a entender la lujuria como una parte del ocio del ciudadano. Así lo afirma Rubén Montalbán, investigador del Departamento de Antropología, Geografía e Historia de la Universidad de Jaén, en su informe «Prostitución y explotación sexual en la Antigua Roma»: «A partir de entonces aparece como un elemento indisociable de la vida romana. Se observaba como una actividad necesaria para evitar peligros a las matronas [mujeres con un comportamiento irreprochable] casadas».
El mismo comediante Plauto (254 a. C. - 184 a. C) dejó claro esta visión de la prostitución en uno de sus múltiples textos: «Nadie dice no, ni te impide que compres lo que está en venta, si tienes dinero. Nadie prohíbe a nadie que vaya por una calle pública. Haz el amor con quien quieras, mientras te asegures de no meterte en caminos particulares. Me refiero a que te mantengas alejado de las mujeres casadas, viudas, vírgenes y hombres y éfebos hijos de ciudadanos. 
Pintura mural de un prostíbulo
De la misma opinión era el escritor del siglo I Valerio Máximo, quien narró una curiosa historia en la que un padre decidió enviar a su hijo a un lupanar para que se desfogara y dejara de importunar a una mujer que ya compartía la vida con otro hombre.
El propio Catón el Viejo (también apodado «el Censor» por su defensa de la virtud y la moral romana) veía positiva la existencia de los lupanares. En una ocasión incluso felicitó a un joven al que vio salir de un prostíbulo ya que, con aquella práctica, evitaba molestar a una matrona. La misma Herreros, en su estudio «Sequere me: tras la huella de las prostitutas en la Antigua Roma», desvela que «incluso los hombres casados eran justificados» cuando mantenían relaciones sexuales con una meretriz porque, así, «saneaban su matrimonio». «Esto demuestra que actuaban en favor de la salud pública», afirma el historiador Jean-Noël Robert en «Eros romano: sexo y moral en la Roma antigua».
Los romanos creían que la prostitución evitaba que los jóvenes molestaran a las mujeres casadas
Sin embargo, aunque la prostitución era entendida como un mal necesario, la meretriz («meretrix», la que «se ganaba la vida ella misma») era despreciada por el ciudadano de a pie. «En la sociedad romana, la infamia era el principal rasgo que caracterizaba a este oficio, ya que se consideraba que las prostitutas carecían de dignidad moral precisamente por el hecho de ejercer la prostitución», señala Avial. En sus palabras, estaban en el escalón más bajo de la sociedad debido a que «ponían a la venta su cuerpo sin dedicarlo exclusivamente a la procreación, como hacían las demás mujeres».
Herreros añade que estas mujeres eran consideradas «personas torpes», «apelativo que hacía referencia en el derecho romano tanto a la bajeza moral como a la incapacidad de ser titular de ningún derecho».
Tipos de prostitutas
¿Cómo llegaba una mujer romana a convertirse en una prostituta? Lo más habitual es que, tanto en la época de la República como del Imperio, la meretriz proviniera de una familia extremadamente pobre que había decidido abandonarla al nacer. También podían ser pordioseras, esclavas que eran obligadas a vender su cuerpo o delincuentes. Con todo, Herreros desvela que también había ciudadanas libres que se sentían atraídas por este tipo de vida o jóvenes violadas que optaban por este trabajo tras haber soportado la marginación. «Estas últimas sufrían un estigma social que las culpaba a ellas de la violación», añade Avial.
Dentro de estos grupos había diferentes categorías. La más alta era la de cortesana. Estas eran prostitutas de lujo bellas, refinadas y con buenos modales que podían pasar meses con sus clientes. Solían ser respetadas por los hombres que las contrataban y hasta se les permitía participar en las conversaciones masculinas y dar su opinión (algo impensable para el resto de meretrices). 
Pintura de un lupanar romano
Con todo, debían mostrar a su cliente el mismo respeto que tendrían a su marido, un comportamiento que no era habitual en el resto de prostitutas. «En ningún caso este respeto debe confundirse con el “affectio maritalis” [el amor que se profesan las parejas], porque lo que estaba en juego era realmente la profesionalidad de la prostituta», explica la propia Herreros y la también historiadora Mari Carmen Santapu Pastor en su estudio conjunto «Prostitución y matrimonio en Roma ¿Uniones de hecho o de derecho?».
A continuación estaban las mesoneras o venteras, mujeres que no eran prostitutas como tal, pero que regentaban una posada y decidían ganarse un dinero extra manteniendo relaciones sexuales con los clientes. De hecho, era habitual que los romanos asociaran el oficio de tabernera con el de meretriz. «Estas mujeres solían estar casadas, pero a los maridos no les importaba» completan las autoras. La última categoría era la de aquellas jóvenes que no tenían dinero para sobrevivir o esclavas que mantenían relaciones sexuales en un burdel.
Dependiendo del prestigio de la prostituta en cuestión, los clientes solían pagar entre dos y dieciséis ases (lo que equivalía a un denario de plata) por mantener una relación sexual con ella. La característica principal era que siempre se entregaba el dinero por adelantado. Solo para hacernos una idea de lo que costaba un «servicio», los legionarios romanos cobraban, a principio del siglo II, un sueldo de 300 denarios al año. Al menos, así lo explican Joël Le Gall y Marcel Le Glay en su libro «El imperio romano», editado por Akal.
La dureza del prostíbulo
De entre todos los lugares en los que se solía practicar el sexo con prostitutas, los «fornices» («prostíbulos») eran los más populares. Eran tugurios ubicados en los barrios más concurridos. En palabras de Herreros, en el Subura (entre las colinas del Quirinal y Viminal) se hallaban las meretrices más populares, mientras que en el Trastévere (el corazón de la ciudad) se podían encontrar los burdeles más sucios y pestilentes.
«El superpoblado barrio de Subura es el que poseía la peor fama de toda Roma, siendo el refugio de ladrones, sicarios, lanistas, lenones y prostitutas de la más baja condición social», completa Montalbán. Según Plauto, en este último era posible «alquilar a las prostitutas más baratas» y se podía ver a padres prostituyendo a mujeres e hijas para sobrevivir. «En estos barrios de calles estrechas habitaban en pequeñas insulae las prostitutas de la condición social más baja, sin higiene alguna y compartiendo habitaciones normalmente con compañeras de oficio, debido a los altos precios que debían pagar por los alquileres», añade Montalbán.
El barrio en el que se encontraban las prostitutas que prestaban servicios más baratos era el de Subura, un auténtico nido de depravación
En todo caso, era muy sencillo toparse los prostíbulos una vez dentro de los barrios, ya que los dueños ubicaban en sus puertas un falo de piedra pintado en rojo bermellón. «El pene erecto se consideraba un símbolo de buena suerte, por lo que era muy habitual encontrarlo también en los carteles que indicaban los servicios que allí se ofrecían», añade la autora de «Breve historia de la vida cotidiana en el Imperio Romano».
El interior de los prostíbulos era repugnante ya que, además del mal olor, sus paredes estaban decoradas con pintadas obscenas hechas a mano por los clientes. Las prostitutas trabajaban en pequeñas «cellae» o habitaciones donde recibían a los clientes. En la puerta de las mismas, el dueño podía poner el nombre de la meretriz (que solía ser falso) y su especialidad sexual. Estas estancias, al igual que las exteriores, eran pintadas con escenas obscenas.
En los lupanares reservados a la plebe, los más paupérrimos, las «cellas» eran más bien cuevas o cavernas subterráneas abovedadas llamadas «fornis» Horacio, escritor de la época, afirma que estas estancias despedían un hedor nauseabundo que aquellos que pasaban por ellas llevaban consigo mucho tiempo después.
El personaje más controvertido de todo el prostíbulo era el «leno» («chulo»). A efectos prácticos era el dueño del local y el encargado -entre otras cosas- de contratar o comprar a las esclavas que ejercerían la prostitución. «Tenía muy mala reputación porque se trataba de un hombre sin escrúpulos. Se caracterizaba por la falta de honradez y por el hecho de que no podía acceder a los cargos públicos», desvela Herreros.
A su vez, era el encargado de controlar que los clientes no excedieran el tiempo establecido para el coito. «A esto debemos añadir que el acto sexual en el mundo romano no contaba con los preámbulos amorosos que hoy día parecen fundamentales», completa la experta. Ejemplo de ello es la inscripción que se puede leer, todavía a día de hoy, en un lupanar de Pompeya: «Llegué aquí, follé, y regresé a casa».
Para terminar, el «leno» también contaba con varias fichas o monedas en la que había grabada una posición sexual. A pesar de que existe cierta controversia alrededor de las mismas, es más que probable que fueran utilizadas por el «chulo» para que los clientes extranjeros pudieran seleccionar la «especialidad» que querían recibir.
Prácticas sexuales
Más allá de la tiranía del «chulo», lo que está claro es que las prostitutas eran las protagonistas indiscutibles. Todos los autores coinciden en que las meretrices solían ubicarse en la puerta de los lupanares para tratar de atraer clientes. Para ello iban ataviadas con túnicas cortas de colores chillones o incluso transparentes. Lo más curioso es que no se ponían estos vestidos solo por llamar la atención de los hombres, sino porque, según la ley, debían usar una ropa diferente a la de las matronas para evitar malos entendidos. A pesar de todo, según fueron pasando los años las «mujeres decentes» (como eran conocidas) fueron adoptando estos ropajes.
A su vez, y después de que las conquistas de las legiones llevaran hasta la ciudad a mujeres rubias, era habitual que las prostitutas se tiñeras los cabellos de este color o -si no disponían del dinero suficiente- se compraran una peluca. «Esta blonda peluca hecha con cabellos o crines dorados, teñidos, parece haber sido la parte esencial del disfraz completo que la cortesana se ponía para ir al lupanar, donde entraba con un nombre de guerra o el de profesión», desvela Juan Pons en su decimonónica «Historia de la prostitución en todos los pueblos del mundo: desde la antigüedad más remota hasta nuestros días». Este complemento lo mantenían incluso en el prostíbulo.
Las prostitutas usaban pelucas rubias y se maquillaban para diferenciarse de las matronas romanas
Para diferenciarse todavía más de las matronas, y para lograr cautivar a los clientes, Herreros afirma que las prostitutas solían cubrirse toda la cara con «afeites variados», ponerse coloretes en las mejillas, «agrandarse los ojos con carboncillo», pintarse con una espesa capa de maquillaje y untarse los pezones con purpurina dorada. De esta guisa, una meretriz de una edad considerable podía engañar a los hombres y extender su vida laboral unos años más.
También era habitual que se afeitasen siempre que el dinero se lo permitiera, ya que era bastante caro. Todo el cuerpo pasaba por la cuchilla, incluyendo sus partes íntimas, que -según la experta- «pintaban de rojo bermellón» y no cubrían con ropa interior.
No obstante, algunas de las prostitutas consideraban innecesarios estos cuidados ya que lo habitual era que el acto sexual se practicase al caer de la noche. Antes era un privilegio de recién casados. De hecho, mantener relaciones en una estancia muy iluminada no era adecuado. Y otro tanto pasaba con la ropa. «Estaba muy mal visto que las mujeres hicieran el amor completamente desnudas, incluidas las prostitutas», añade la autora. 
Representación de un prostíbulo romano
Las meretrices tampoco podían usar zapatos, aunque era habitual que se saltasen esta norma y se grabasen en las sandalias palabras como «Sequere me» («Sigueme»). Estos términos quedaban inscritos en el polvo cuando caminaban y los clientes los seguían para encontrarse con ellas.
Pero lo más llamativo de las prostitutas es que fueron una figura transgresora. En la sociedad romana, el hombre era quien tenía el rol dominante en todos los sentidos y, entre ellos, se incluía el sexual. Durante el coito, debía ser siempre la figura activa. Sin embargo, las meretrices lograron equipararse a ellos. Así pues, no era raro que solicitaran a sus clientes que les hicieran «fellationes» o «cunilinguus», prácticas que solían relegar a quien las llevaba a cabo a un nivel inferior. «La peor acusación que se le podía hacer a un ciudadano era la de ser poco viril, es decir, actuar como pasivo en el amor», añade, en este caso Avial. Ellas, no obstante, lo lograron.
Manuel P. Villatoro