miércoles, 22 de agosto de 2018

Lo que las fantasías sexuales pueden llegar a decir de ti.

Responden a deseos inconscientes y, en otros casos, hay una gran contradicción entre lo que se desea en la cotidianidad y lo que elabora la mente
“La sensualidad y el erotismo se alimentan con la imaginación”. La mente es muy rica y muy compleja, y es capaz de elaborar una historia para estimular la libido. «En realidad las fantasías y los sueños eróticos sirven para liberar sensaciones sin el freno que ejerce la racionalidad», afirma Alicia Galloti, sexóloga y autora de libros de orientación sexual como «Nuestras fantasías más íntimas».
Las fantasías a veces responden a deseos inconscientes y, en otros casos, hay una gran contradicción entre lo que se desea en la cotidianidad y lo que elabora la mente. «En estos casos muchas personas se sienten mal porque creen que se trata de deseos reprimidos o de un desconocimiento de lo que en realidad les resulta excitante», insiste la experta.
«Los valores morales están al margen de las fantasías, dar rienda suelta a la imaginación es una buena manera de conseguir sentirse seguro con uno mismo y mejorar la autoestima». Cuando las personas fantasean con tener relaciones sexuales en lugares en los que pueden ser descubiertos —como la playa, el probador de una tienda, durante el vuelo en un avión, un tren, un baño público…— «generalmente tratan de revivir la excitación que sentían en la adolescencia ante el miedo de ser descubiertos durante los primeros escarceos sexuales», asegura Galloti. Esta búsqueda de rescatar la carga de adrenalina de esas primeras experiencias es totalmente inconsciente.
En general, según comenta esta sexóloga, los hombres no sienten culpa por tener fantasías y están muy acostumbrados a ellas, aunque sí tienen dificultad para contarlas a su pareja por temor a que esta reaccione mal, que lo malinterprete. Por el contrario, a las mujeres les genera mucha culpa. «Niegan tenerlas hasta tal punto que, si tienen un sueño erótico, no lo recuerdan la mañana siguiente».
Generalmente, las mujeres activan el deseo al imaginar una historia, no les basta con la visualización de un cuerpo bonito o un pene. Los hombres, no necesariamente la necesitan.
Las más frecuentes en mujeres
   Tener una relación sexual con uno o varios desconocidos, generalmente sin hablarse y sin saber ni su nombre y que al finalizar el encuentro sexual no se vuelvan a ver.
— Tener sexo con otra mujer, esta fantasía crea bastante conflicto porque quienes la tienen temen que esto indique que son lesbianas.
—Tener una relación sexual con un compañero del trabajo en la oficina.
— Tener fantasías en lugares públicos donde pueden ser sorprendidas. El miedo y la sensación de peligro disparan la adrenalina.
— Tener encuentros sexuales con hombres uniformados: médicos, dentistas, bomberos, oculistas...
Las cinco fantasías que prefieren ellos
   Sexo de tres, con dos mujeres.
— Iniciar a una «Lolita».
—Tener sexo con una mujer desconocida que accede a todos sus deseos incondicionalmente.
—Con una compañera de trabajo.
— Intercambio de pareja.
 
A. González
@agdiosdado1

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