sábado, 17 de diciembre de 2016

'Fofisanos' y 'curvies': así es el sexo en versión 'XL'

La presión social es mayor para las mujeres. El miedo a desnudarse, a no gustar o a ser inapropiada está muy presente en este colectivo
La actitud es más poderosa que la condición física. Es la cabeza lo que hay que cambiar, no necesariamente los kilos. Utilice su sentido del humor
Parece que el tamaño importa para ligar, practicar sexo y reconocerse erótico. Pero hoy no hablamos del tamaño, sino del sexo a lo grande: cuerpos rollizos, gordos, obesos, curvies o fofisanos.
Fotograma de la película 'Amor ciego', que trata sobre las apariencias.
Ser 'XL' en un mundo de la talla 34
Señorita Invertida sabe bastante sobre este tema. Siendo creativa, videoblogger, curvy e influencer, afirma: "Estamos de moda, pero detrás de cuatro noticias donde se nos ensalza, la sociedad sigue enseñando que no está bien ser gorda. En la cama menos, se ven todos tus defectos y es mejor esconderlos o que adelgaces. Lo peor es que, hasta las propias gordas, porque somos gordas, te proporcionan trucos para que te escondas. Yo, por desgracia, también caí en contar cómo disimular mis kilos de más".
La sociedad presiona para que estemos dentro de unos cánones de belleza y superarlos no puede afectar a nuestra salud. ¿Por qué hemos de respetarlos? ¿Quién determina qué es bonito, erótico, atractivo o sexy?
Un día aparece la tendencia de los fofisanos, hombres irresistibles con barriga cervecera y es genial, ¡adiós cuerpos perfectos! Curiosamente, no se aplica ese término a las mujeres, que en cuestión de estética seguimos llevándonos la peor parte. Tú, hombre, puedes relajarte, te vamos a desear igual, pero a las mujeres no. Eso sí, como estímulo erótico te permitimos ser curvy, ya conocemos lo que les gusta a los hombres las curvas y tener dónde agarrar. Pero no te descuides, serás gorda pero estupenda y cuidada siempre. Si me relajo puedo ser despreciada y que escriban al lado de mi barriga o trasero un ¡arrrg! ¿Y mi derecho a ser fofisana y deseada?
Aunque ser gorda no sea siempre indicativo de mala sexualidad, lo cierto es que muchas personas, en su mayoría mujeres, sienten el rechazo social, además del suyo propio, teniendo la autoestima por los suelos y el deseo más bajo aún. El miedo a desnudarse, a no gustar o a ser inapropiada, en esta sociedad que vende lencería y juguetes sexuales sólo para algunas, está muy presente en este colectivo. "Resulta complicado comprar un arnés de la talla 'XL' o conseguir disfraces eróticos para tallas grandes", asegura Srta Invertida.
"La mayoría asegura que su cuerpo le ha impedido disfrutar plenamente de las relaciones sexuales, no han hecho alguna postura por miedo a aplastar a la otra parte, por impedimento físico o porque les da vergüenza. Muchas hablan de hacerlo a oscuras o con poca luz para que se vea menos su cuerpo ", comenta.
"Se nos olvida que hay muchos tipos de personas gordas. Están las que tienen una talla 48, puede que sumándose al movimiento curvy, no horrorizadas con su cuerpo, ni la sociedad con ellas. Y las que tienen una talla 60 que no se pueden ver los órganos genitales o no llegan a ellos. Quizá ni piensen en hacerlo o lo rechacen porque creen que nadie querría tocarlas", añade.
'Globesity', la pandemia del siglo XXI
Este término alude a una epidemia mundial de sobrepeso y obesidad que va en aumento, denominada así por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2001. Resulta paradójico que coexista con la desnutrición mundial. Según la Dra. Sagrario Jiménez Morueco, experta en medicina estética, nutrición y sexología, más de 1.600 millones de personas se encuentran por encima de su peso ideal, de los que más de 500 millones son obesos. El colectivo supera con creces el tamaño de ningún otro.
"Estas personas suelen enfrentarse a muchas limitaciones, con un alto grado de sufrimiento y, desde el ámbito de la sexología, no se le ha dado la importación que debería", afirma la doctora.
¿Qué haría con menos peso? Según el estudio realizado por los Laboratorios Rovi en junio de 2015, Reflexiones sobre alimentación y salud en población española, la doctora Jiménez nos ofrece los siguientes datos:
El 58% de las mujeres reconoce que mostraría más su cuerpo si no tuviera exceso de peso.
Un 30% evita ponerse ropa atrevida.
Un 25% usa ropa ancha para disimular su cuerpo.
Un 16% no baja a la piscina cuando hay mucha gente.
Si adelgazaran y se sintieran "en forma":
Un 65% se pondría ropa más ajustada o más corta.
Un 44% se quedaría en bañador sin tanta vergüenza.
Un 19% serían más atrevidos a la hora de ligar.
Un 9% se plantearía ir a una playa nudista.
Da que pensar, sin duda. Pero recuerde, a pesar de las complicaciones que pueda generar la obesidad, "la actitud es más poderosa que la condición física", asegura la doctora. "Hay mujeres que adelgazan y su sexualidad no cambia". Puede ser gorda y disfrutona o delgada y sufridora, es la cabeza lo que hay que cambiar, no necesariamente los kilos.
La erótica del michelín
¿Sabía que hay personas que disfrutan especialmente con la gordura de otros? Así es, para las personas anastimafilícas, sentir el gran peso de una persona sobre su cuerpo o deleitarse con sus michelines, les genera un gran placer. Pero todos podemos erotizar cuerpos muy diversos y no habría que llegar a esta parafilia para erotizar cuerpos grandes, con más centímetros de piel para sentir y pliegues diversos para investigar en la cama diversas formas de estimulación y conseguir placer.
La solución no es dar claves para ocultar los michelines, sino disfrutarlos a tope. Trabajar la autoestima es fundamental y no dude en pedir ayuda profesional si lo necesita.
Si le gustan los espejos no se oculte, también son para usted, siéntase sexy mientras está en la cama. Le aseguro que, la mayoría de las personas, si nos miramos al espejo haciendo el amor nos sentimos bastante ridículas pero, ¿y lo que nos reímos? Utilice su sentido del humor.Busque posturas que faciliten la penetración, las traseras son las mejores. A cuatro patas, como el perrito o tumbados de costado, en cucharita. Además, permiten estimular clítoris, pechos y deleitase con las curvas. Utilice juguetes sexuales si no alcanza sus genitales con las manos, recuerde que son buenos aliados también en pareja.
¡Creatividad al poder! Si cree que romperán la cama, continúen en el suelo o sobre una alfombra. Los cojines otorgan una mayor comodidad para el disfrute.
Un libro siempre es un buen regalo. Srta Invertida recomienda B de bella, de Alberto Ferreras, Ed. Espasa. Una protagonista a su medida le ayudó a disfrutar su sexualidad de manera divertida.
ANA SIERRA

No hay comentarios:

Publicar un comentario